Todas las mujeres deben realizar pruebas de la diabetes gestacionaltras las 24 semanas del embarazo, independientemente de si presentan síntomas de la afección, según un borrador de recomendación emitido por el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (USPSTF, por su sigla en inglés).
El panel independiente de expertos nacionales también señaló que no hay suficiente evidencia para sopesar los beneficios y los riesgos de hacer pruebas para la diabetes que se desarrolla durante el embarazo antes de las 24 semanas.
“Es importante recordar que cada caso de diabetes gestacional afecta a dos personas: a la madre embarazada y al bebé”, comentó en un comunicado de prensa del USPSTF una miembro del grupo de trabajo, la Dra. Wanda Nicholson. “Ahora contamos con buena evidencia de que realizar las pruebas en las madres embarazadas para la diabetes gestacional tras las 24 semanas provee un beneficio sustancial, con poco o ningún daño, llevando a unas mamás y a unos bebés más sanos”.
Las mujeres con diabetes gestacional no pueden procesar los almidones o azúcares en energía durante el embarazo. Cualquier mujer puede desarrollar diabetes gestacional, incluso las que no tenían diabetes antes de quedar embarazadas.
Aunque la diabetes gestacional por lo general se resuelve una vez una mujer da a luz, las que sufren de la afección están en mayor riesgo de complicaciones del parto y el nacimiento, preeclampsia (una afección grave en el embarazo que se caracteriza por hipertensión y niveles altos de proteína) y de desarrollar diabetes más adelante en la vida.
Los bebés nacidos de mujeres con diabetes gestacional también podrían verse afectados. Dichos bebés están en mayor riesgo de un aumento del peso al nacer, de lesiones al nacer, de intolerancia a la glucosa y obesidad durante la niñez, según la información de respaldo del comunicado de prensa.
Los nuevos datos que han surgido desde la última vez que el grupo de trabajo fijó su atención en este tema, en 2008, indican que hay un beneficio general al hacer pruebas a las mujeres embarazadas por la diabetes gestacional, que incluyen reducir los riesgos de preeclampsia, dar a luz a bebés demasiado grandes (macrosomia) y complicaciones del parto provocadas cuando los bebés grandes se quedan atorados en el canal de parto (distocia de hombros).
Aunque no hay suficiente investigación como para respaldar las pruebas para la diabetes gestacional antes de las 24 semanas de embarazo, el grupo de trabajo afirmó que investigaciones futuras podrían iluminar cómo gestionar mejor la diabetes a principios del embarazo.
“Siempre es mejor prevenir que diagnosticar una enfermedad”, enfatizó Nicholson. “Las mujeres deben conversar con el médico antes de quedar embarazadas o en las primeras etapas del embarazo sobre las medidas que pueden tomar, como mejorar la dieta, ser físicamente activas u otras estrategias, para reducir el riesgo de desarrollar diabetes gestacional”.
De los 4 millones de mujeres que dan a luz cada año, el 7 por ciento sufren de diabetes gestacional. Los expertos afirmaron que el número de mujeres que desarrollan la condición está subiendo a medida que la obesidad, la edad a la que se tienen hijos y otros factores de riesgo se hacen cada vez más comunes.