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miércoles, 29 de junio de 2016

Beneficios de consumir avena a diario en nuestra salud


Beneficios de consumir avena a diario en nuestra salud 

La avena es un gran alimento, y esto es porque contiene muchos beneficios para nuestra salud. Arrancar el día con un desayuno completo que la incluya es una excelente idea porque es una gran fuente de energía.
No solo por esto la avena es un alimento elegido por muchos, te contamos aquí porque te la recomendamos

Cuáles son los beneficios de consumir avena

La avena ayuda a mejorar la digestión, ya que reduce los ácidos biliares y además ayuda en el tránsito intestinal, combatiendo así al estreñimiento. Como la avena es rica en hidratos de carbono hace que nuestro cuerpo se mantenga saciado por más cantidad de horas por lo cual se come menos (ideal en dietas).
Se puede consumir para bajar de peso en ayunas o durante el desayuno y se puede acompañar por jugo de naranja, frutos secos, leche descremada, leche de soja, yogur descremado, entre otros.
Uno de los beneficios de consumir avena es que tiene 8 aminoácidos esenciales, siendo de esta forma una fuente de proteínas importante. Además esto hace que se puedan formar nuevos tejidos en el cuerpo.
La avena es depurativa, precisamente por la gran cantidad de aminoácidos que contiene. Ayuda a que se produzca mayor cantidad de lecitina en el hígado, lo cual hace que las toxinas del cuerpo sean depuradas.
Consumir avena hace bien al corazón, y esto es gracias a que contiene ácidos grasos omega 3 y además linoleicos que ayudan en la reducción del conocido colesterol malo (LDL). La avena limpia las paredes arteriales, va “barriendo” la grasa que se acumula en ellas (las cuales pueden ser causantes de colesterol, problemas cardíacos, entre otros)
Como si fuera poco también ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, por lo cual es ideal en casos de diabetes.
Otro de los beneficios de consumir avena es que previene problemas en la tiroides, como lo es el hipotiroidismo porque tiene yodo ayudando a que la tiroides funcione correctamente.
Le sumamos a estos beneficios de consumir avena que es anticancerígena, y esto se conoce gracias a estudios realizados principalmente en Estados Unidos. Es anticancerígena porque tiene fotoquímicos, y se aconseja su consumo día a día asegurándonos esto que se reduce la probabilidad de tener cáncer de mama o cáncer de colon.
Ayuda a prevenir la osteoporosis, ya que contiene calcio y evita la desmineralización, asegurando una buena salud de nuestros huesos.
La avena no solo se usa como comestible sino que también es elegida en tratamientos de belleza. Se utiliza mezclada con una crema hidratante con el fin de exfoliar el rostro, siendo un tratamiento muy económico.
¿Necesitas mas para convencerte de que la avena es una excelente alimento? Comienza a incluirlo en tu dieta cuanto antes!


Fuente: yasalud.com

lunes, 27 de junio de 2016

Hipoglucemia ¿Qué es? ¿Cómo tratarla?









El tema de la hipoglucemia ha estado bien presente en la comunidad en los ultimos meses... en realidad, es un tema que nunca nos abandona. Cuando se tiene diabetes, tener una bajar fuerte en los niveles de azucar es uno de los temores mas grandes que se tiene.
Aqui hay un excelente articulo publicado al respecto, copiado con permiso de la Federacion Mexicana de Diabetes7, quienes lo sacaron en su revista Diabetes Hoy.

Hipoglucemia: ¡Ya no te quiero!

Redacción Diabetes Hoy

Glucosa “en picada”
Hemos visto los riesgos que representa mantener los niveles de glucosa elevados por un tiempo prolongado. Sin embargo, es conveniente que sepas que también una disminución de estos niveles puede constituirse un peligro para tu salud.

La hipoglucemia es, por decirlo de una manera sencilla, lo contrario de la hiperglucemia: que la glucosa disminuya por debajo del nivel “normal” de los 70 mg/dl.
La hipoglucemia puede aparecer, incluso cuando hacemos todo por mantener el control de nuestra diabetes. No es que vaya a ocurrirte en cualquier momento pero sí es necesario que conozcas en qué consiste y, sobre todo, sepas cómo controlar un episodio.
El sistema no es perfecto
La disminución de glucosa se debe principalmente al exceso de insulina en el cuerpo, ya sea porque se suministró más de lo requerido o indicado en el tratamiento médico o porque el proceso encargado de regular dicho exceso de insulina tiene alguna imperfección. Este proceso es el que llevan de forma conjunta la adrenalina y el glucagon, hormonas que corrigen cualquier exceso de insulina y que evitan con ello que la glucosa baje demasiado. Este proceso de corrección es imperfecto o ausente en la mayoría de las personas con DM.

¿Qué provoca una hipoglucemia?
La disminución de glucosa (combustible de nuestro cuerpo y fuente de energía) se debe a factores como:

  • Horario equivocado o dosis incorrecta de insulina o antidiabéticos orales.
  • Falta de consumo de hidratos de carbono.
  • Retraso en el horario o “salto” de las comidas y colaciones.
  • Descompensación por enfermedades.
  • Seguimiento de un régimen alimenticio para disminuir peso.
  • Práctica extenuante de ejercicio (mayor uso de glucosa por los músculos).
  • Incremento en la sensibilidad a la insulina presente en el cuerpo (antidiabéticos orales, como la metformina, aumentan esta sensibilidad).
  • Presencia de una neuropatía gástrica (lentitud del vaciamiento del estómago).
La hipoglucemia también está asociada con:
* Consumo de bebidas alcohólicas sin comer.
* Proceso de infección grave.
* Suministro de Beta bloqueadores (medicamentos para hipertensión).
* Daño en riñones (insuficiencia renal).
* Daño en hígado (insuficiencia hepática).
* Anorexia nerviosa.
* Quemaduras extensas.
* Problemas en la tiroides.
* Embarazo (primeros cuatro meses).
* Menstruación.
* Ser bebé neonato de madre con diabetes.
* Intervención quirúrgica.
* Golpe (trauma físico).
* Edad avanzada.
* Nutrición deficiente.

Detectar la hipoglucemia a tiempo nos permitirá corregir y volver a colocar nuestros niveles de glucosa en la meta: entre 70 y 100 mg/dl. Pero sobre todo, la hipoglucemia se manifiesta por no hacer caso a los síntomas y signos tempranos, lo que demora el tratamiento y favorece una hipoglucemia más severa.
“¿Qué sientes?”
Hipoglucemia a la vista si sufres:
* Palpitaciones
* Sudoración fría
* Temblor fino
* Ansiedad, nerviosismo
* Hambre repentina
* Insomnio
* Sensaciones de ardor o adormecimiento
* Hormigueo (por la boca u hombros)
* Dificultad para concentrarse
* Posiblemente dolor de cabeza o náusea
* Cambios en el comportamiento
* Confusión mental, desorientación
* Debilidad
* Lenguaje arrastrado
* Visión borrosa, doble visión
* Dificultad para leer
* Agresividad
* Mareo
* Cansancio
* Somnolencia, bostezos
* Falta de coordinación
* Posiblemente dolor de cabeza o náuseas
* Convulsiones
* Desmayo o inconciencia (coma)

Los síntomas o signos de la segunda columna indican niveles más bajos de glucosa que los de la primera; al padecerlos, se avisa que el cerebro no tiene suficiente glucosa para funcionar normalmente, por lo que es urgente revertir la hipoglucemia.
Hay algunos síntomas que te avisan que estás entrando a un episodio de hipoglucemia, es en ese momento cuando debes utilizar tu medidor de glucosa para comprobar que tus niveles están bajos. No basta con que te sientes como con hipoglucemia; es importante que lo corrobores.
Por otra parte, algunas personas no experimentan síntomas o se sienten mal cuando sus niveles están demasiado bajos. No te confíes.
Tratamiento
El tratamiento de la hipoglucemia empieza desde el conocimiento que tenemos de los síntomas con los que se hace evidente en nuestro cuerpo. Si somos sensibles a estos “avisos”, podremos controlar la hipoglucemia al primer asomo. Aquí es necesario remarcar que los episodios de baja de glucosa prosiguen su paso si no se les frena a tiempo. Recuerda que es posible desmayarse por un descenso crítico de glucosa.

Si ya reconoces tus “avisos” de hipoglucemia o empleas tu medidor de glucosa para detectarla, posiblemente las siguientes recomendaciones pueden servirte para revertirla. Y por supuesto, no olvides evaluar en conjunto con tu educador en diabetes o con tu médico el tratamiento personalizado más eficaz.
1 / Si comienzas a sentir alguno de los síntomas, mide tu glucosa. Si la cifra marcada es menor a lo establecido como tus niveles habituales (el referente es de 70 mg/dl), la hipoglucemia ya está presente.
2 / Tienes que iniciar el tratamiento; el éxito dependerá de que logres ubicar entre 71 y100 mg/dl tus cifras de glucosa. Para esto es necesario comer los hidratos de carbono (HC), grasa y proteína precisos.
3 / Bebe o come de 10 a 15 gramos de HC simples, acompañados de una cantidad moderada de grasa y proteína. Espera 15 minutos para después volverte a medir.
Tienen 10 gramos de HC:
* 2-3 tabletas de glucosa o dextrosa (actúan rápidamente)
* 1/3 de vaso de refresco no dietético (80 mls)
* ½ mango, pera o plátano mediano
* ½ vaso de jugo de naranja, piña o toronja (100 mls)
* 2 cucharaditas de azúcar blanca disueltas en agua
* 1 vaso de leche entera (240 mls)
* 2 cucharaditas de miel, mermelada, jalea o cajeta de leche.
* 2 malvaviscos grandes

Una porción adecuada de grasa y proteína da permanencia a la elevación de glucosa; mucha, retarda su absorción. Por eso evita tratar tu hipoglucemia con pastel, chocolate, helado o frituras.
Tienen 15 gramos de HC:
* 4 tabletas de glucosa o dextrosa (actúan rápidamente)
* ¾ de vaso de refresco no dietético (180 mls)
* Una taza de melón, sandía o papaya
* 5 galletas maría
* 2 ½ cucharaditas de pasas
* 1 yogurt light para beber de 250 mls
* 1/3 de tamal mediano de hoja de maíz
* ½ concha
* Una tortilla de maíz, rebanada de pan de caja o alegría mediana.

4 / Si continúan los síntomas o si aún el medidor marca cifras inferiores a 70 mg/dl, vuelve a ingerir otros 10 o 15 gramos de HC simples junto con una cantidad moderada de grasa y proteína. Mídete la glucosa a los 15 minutos: el resultado deberá establecerse entre 70 y 100 mg/dl (incluso se tolera hasta 120 mg/dl).
5 / Si la hipoglucemia es muy severa (el medidor y la gravedad de los síntomas la determinan), podrían requerirse de 30 a 50 gramos de HC simples junto con una cantidad moderada de grasa y proteína.
6 / Si estás a punto de sufrir desmayo o ya se está inconsciente, alguien –capacitado por el médico– tendrá que auxiliarte inyectando glucagon (hormona que ayuda a que el hígado libere glucosa) o en su defecto, llevarte a un hospital para que te suministren glucosa vía intravenosa. Es importante que tus familiares conozcan todos estos pasos y este último, primordialmente para que sepan cómo actuar en un episodio de hipoglucemia. También es muy importante que sepan que nunca debe darse comida o bebida a una persona con diabetes que esté a punto o haya perdido ya el conocimiento: podría asfixiarse.
¡Ya no!
Tras estabilizar tus niveles, deberás regresar a tus horarios de comida y colaciones establecidos, pues si continuas comiendo provocarás una hiperglucemia (alza de niveles de glucosa en sangre).

La mejor prevención de un episodio de hipoglucemia radica en identificar los síntomas con los que se presenta en nuestro cuerpo, medir la glucosa (si es posible al momento) y actuar rápidamente para revertirla. Traer una ración de HC de carbono en nuestra mochila o bolso siempre será de gran ayuda.
Si bien la hipoglucemia no es una complicación crónica ni mucho menos, sí es una complicación, y como tal, debemos esforzarnos día con día no caer en sus redes.
Referencias informativas
1http://www.continents.com/diabetes8.htm1
1http://www.tuotromedico.com/temas/hipoglucemia.htm1
2http://diabetes.about.com/od/quesladabetes/a/Hipoglucemia.htm2
7http://www.fmdiabetes.org7



Fuente: estudiabetes.org









viernes, 24 de junio de 2016

El poder de los cereales integrales contra enfermedades como el cáncer y la diabetes


Cereales integrales 

  • Según un análisis de 45 estudios por parte del British Medical Journal.
  • A mayor consumo de cereales integrales, menor riesgo de fallecer a causa de apoplejías, diabetes, cáncer y problemas respiratorios e infecciosos.
  • La cantidad diaria básica serían dos raciones de 32 gramos o una ración de 60 gramos de productos como copos de trigo o pan.

Un meta-análisis publicado por la revista British Medical Journal (BMJ) revela que un mayor consumo de cereales integrales reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas graves.
La investigación, liderada por científicos del Imperial College de Londres, analiza 45 estudios que relacionan una dieta basada en cereales con una mejora de la salud y un declive del riesgo de fallecer a causa de apoplejías, diabetes, cáncer y problemas respiratorios e infecciosos.
Los expertos concluyen asimismo que tomar granos ricos en fibra, selenio, potasio y magnesio disminuye la probabilidad de contraer trastornos coronarios y cardiovasculares.
El director del proyecto, Dagfinn Aune, subrayó que estos resultados "revalidan" las recomendaciones de "aumentar el consumo de alimentos con cereales integrales para rebajar el riesgo de muerte prematura".
Los beneficios más evidentes los encontraron en personas que pasaron de no tomar estos granos a ingerir dos raciones diarias de 32 gramos o una ración de 60 gramos de productos como copos de trigo o pan.
Sin embargo, el descenso más notorio en las opciones de contraer estas dolencias se halló en los usuarios que tomaban hasta 7,5 raciones en un día, lo que equivale a 225 gramos.
En concreto, consumir 90 gramos de cereales integrales en una jornada normal de 24 horas desciende en un 19% las probabilidades de padecer enfermedades coronarias y en un 22 % las cardiovasculares.
La mortalidad relacionada con una apoplejía se reduce en un 14%, con cáncer un 15%, con afecciones respiratorias un 22%, infecciosas un 26% y con diabetes un 51%.

Fuente: vdiariodigital.com

miércoles, 22 de junio de 2016

Los beneficios cardíacos de un buen control de la diabetes duran décadas

    
Seis años y medio del control intensivo de la diabetes protegen del infarto y el ACV en los 30 años venideros, según revela un estudio de Estados Unidos que comenzó en los años 80.
Los participantes del Ensayo Clínico de Control y Complicaciones de la Diabetes (DCCT, por su sigla en inglés) que se controlaban los niveles de azúcar en sangre estrictamente después de que les diagnosticaran diabetes tipo I tuvieron un 30 por ciento menos chances de desarrollar enfermedad cardíaca y tener un infarto o un ACV en las tres décadas siguientes que los participantes que accedieron a los cuidados estandarizados en esos primeros años.
"Hay que aumentar el acceso al manejo intensivo de la diabetes en la juventud para reducir la enfermedad cardiovascular que amenaza la vida de los pacientes diabéticos", publica el equipo en Diabetes Care.
Comenzar con un adecuado control de la glucosa en sangre después del diagnóstico de la diabetes tipo I reduce la probabilidad de padecer complicaciones, como la ceguera o la enfermedad renal.
El DCCT se realizó entre 1983 y 1993; el estudio incluyó a 1441 voluntarios con diabetes tipo I de entre 13 y 39 años atendidos en 29 centros médicos de Estados Unidos y Canadá.
El equipo de la doctora Rose Gubitosi-Klug, de Case-Western Reserve University, Cleveland, Ohio, publica los resultados a dos décadas de la finalización del estudio, cuando más de 1 mil 300 pacientes habían dejado de controlarse la glucosa de acuerdo con un protocolo.
Mientras que los valores de glucosa en sangre eran mejores con el manejo intensivo durante el estudio, el equipo detectó diferencias mínimas en el control de la glucosa en los años posteriores entre los dos grupos. Aun así, después de 26 años, el riesgo cardiovascular era un 30 por ciento más bajo en el grupo que originalmente había utilizado un tratamiento intensivo que en el otro grupo, a pesar de que no había diferencia en el control de la glucosa al finalizar el estudio.
El riesgo de tener un primer infarto o ACV no fatal o morir por causas cardiovasculares disminuyó un 32 por ciento con la terapia intensiva versus la terapia convencional.
Pero el control de la glucosa en sangre en los años posteriores también fue importante: por cada 10 por ciento de mejoría del control (de acuerdo con los valores de A1C) estuvo asociado con un 17 por ciento menos riesgo de padecer una complicación cardiovascular.
Gubitosi-Klug no hizo comentarios sobre el estudio.
El doctor John B. Buse, especialista en diabetes de la Facultad de Medicina de University of North Carolina, Chapel Hill, dijo: "Aunque esperábamos ver que el control intensivo de la diabetes estuviera asociado con beneficios en el largo plazo, nadie hubiese pensado que se mantuvieran durante los 30 años de seguimiento del DCCT. Eso sugiere que mejorar el control glucémico es de gran importancia."


lunes, 20 de junio de 2016

factores de riesgo a la diabetes gestacional


riesgo diabetes gestacional 

 La diabetes gestacional es uno de los principales problemas de salud asociados al embarazo, se define como una intolerancia a la glucosa evidenciada por una hiperglucemia – un aumento de azúcar en la sangre – que se inicia por primera vez durante el embarazo. Actualmente es un importante problema de salud publica, según la Federación Internacional de Diabetes afecta al 15 % de las mujeres embarazadas de todo el mundo.

¿Cómo se diagnostica la diabetes gestacional?

Los valores de glucosa en sangre de una mujer con diabetes gestacional son superiores a los normales pero inferiores a los establecidos para diagnosticar una diabetes, su diagnóstico no significa que padeciera la enfermedad previamente al embarazo o que la vaya a padecer con posterioridad al parto.
Al no presentar normalmente síntomas, suele diagnosticarse mediante las pruebas prenatales que se realizan a todas las mujeres embarazadas:
  • El Test de O’Sullivan (“la prueba del azúcar”): este test se realiza entre la semana 24 y la 28 de embarazo, para identificar su riesgo a padecer diabetes gestacional.
  • Test de tolerancia a la glucosa (TTOG) o curva de la glucosa:
    Este test se realiza en caso de que la primera prueba (el test O’Sullivan) salga positiva.
Si dos o más valores aparecen igual o superiores a los valores límite, se considera que la mujer padece diabetes gestacional, que debe controlarse y tratarse. Dependiendo de los valores de la prueba, el médico indicará un tratamiento con dieta y medicación oral o con dieta e insulina. (Diagnostic criteria and classification of hyperglycaemia first detected in pregnancy. WHO, Geneva, 2013).

Complicaciones de la diabetes gestacional

La diabetes gestacional incrementa el riesgo de complicaciones tanto para la madre como para el bebé. Las mujeres con diabetes gestacional corren mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto, entre otros:
  • trastornos de hipertensión durante el embarazo
  • dislipidemia (valores alterados de colesterol y triglicéridos en la sangre) y otros síndromes metabólicos
  • aumento del riesgo cardiovascular
  • complicaciones durante el parto
riesgo diabetes gestacionalLas bebés de madres con diabetes gestacional y sobrepeso presentan mayor riesgo de macrosomía (nacimiento con un peso por encima de lo normal) a corto plazo, además de problemas en el desarrollo de los pulmones, dificultad respiratoria e hipoglucemia (niveles bajos de azúcar). A largo plazo, presentan alto riesgo de sufrir complicaciones similares a las de sus madres, padecer obesidad durante su niñez y diabetes tipo 2 de adultos.
A pesar de que la tolerancia a la glucosa retorna a concentraciones normales después del parto, las mujeres afectadas por la diabetes gestacional presentan un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en los años siguientes del embarazo. Se estima que entre el 17 y el 63% de las mujeres que han padecido diabetes gestacional evolucionan a diabetes tipo 2.

Factores de riesgo a la diabetes gestacional

La diabetes gestacional es una enfermedad multifactorial resultado de la interacción entre genética y entorno. Hay varios factores de riesgo asociados con el desarrollo de la diabetes gestacional:
  1. el factor más común es la obesidad diagnosticada antes del embarazo
  2. edad materna (las mujeres mayores de 35 años tienen un mayor riesgo)
  3. pertenencia a grupos étnicos con elevada prevalencia de diabetes mellitus
  4. síndrome de ovario poliquístico
  5. hipertensión arterial crónica o hipertensión relacionada con el embarazo
  6. antecedentes familiares de diabetes tipo2
  7. antecedentes personales de diabetes gestación

¿Podemos conocer el riesgo a la diabetes gestacional?

Aun teniendo en cuenta que la diabetes gestacional es una enfermedad compleja, la evaluación durante los primeros meses de embarazo, o incluso antes, del riesgo genético asociado a ella, permite pronosticar esta enfermedad y controlarla para reducir sus complicaciones. Realizar el test de riesgo genético de la diabetes gestacional en la madre, puede ayudar a prevenir y controlar la diabetes gestacional y los riesgos y complicaciones posteriores.

Fuente: patiadiabetes.com

viernes, 17 de junio de 2016

Síndrome metabólico y diabetes


 

Su tratamiento normalmente se enfoca en realizar cambios sanos en el estilo de vida  síndrome metabólico
El síndrome metabólico se refleja cuando la persona padece varias afecciones que si no se tratan, aumentan significativamente el riesgo de desarrollar diabetes. Cabe señalar que dicho síndrome también incrementa la probabilidad de sufrir problemas del corazón y de los vasos sanguíneos. Es por ello que su tratamiento normalmente se enfoca en realizar cambios sanos en el estilo de vida. 
Aunque la definición sobre este síndrome puede variar entre doctores, generalmente el paciente debe presentar tres o más de las siguientes características: cintura grande, triglicéridos en niveles altos, bajo colesterol HDL (también conocido como colesterol “bueno”), presión arterial alta y glucosa sanguínea mayor de lo normal, pero no suficientemente alta para calificar como diabetes. Es por ello que, aunque ambas enfermedades están relacionadas, en ocasiones erróneamente suelen confundírseles como si se trataran de lo mismo.

Elementos diferenciadores
La glucosa sanguínea alta es la señal distintiva de la diabetes. Cuando se obtiene una muestra sanguínea después de que la persona ha ayunado durante toda la noche y el resultado oscila entre 80 y 100 miligramos por decilitro (mg/dl), entonces se dice que el nivel es normal. En cambio, una medida de la glucosa sanguínea en ayunas de 126 mg/dl o más en dos análisis diferentes se considera diabetes. El rango entre ambas medidas, es decir entre 100 a 125 mg/dl, se considera prediabetes. Cabe señalar que el nivel de la glucosa sanguínea de las personas con síndrome metabólico suele recaer dentro del rango de la prediabetes.
Después de un diagnóstico de síndrome metabólico, el primer paso del tratamiento normalmente implica realizar cambios en el estilo de vida. Muchas personas con este síndrome tienen exceso de peso. Es por ello que tanto alcanzar como mantener un peso sano, pueden hacer una gran diferencia respecto a reducir el riesgo de presentar los problemas médicos relacionados con el síndrome metabólico.
Asimismo, la pérdida de peso también puede reducir la presión arterial, la glucosa sanguínea y los niveles de los triglicéridos y el tamaño de la cintura. Ello es importante porque los estudios han demostrado que tener mucho peso alrededor del abdomen aumenta el riesgo de desarrollar diabetes, cardiopatía y otras complicaciones del síndrome metabólico. A fin de reducir el riesgo, los médicos suelen recomendar una cintura menor a 88,9 cm para las mujeres y menor a 101,6 cm para los hombres.
Se recomienda:
Hacer ejercicio de forma regular puede ayudar a perder peso, además de mejorar algunos de los problemas médicos relacionados con el síndrome metabólico. Una buena meta es hacer a diario alguna actividad de intensidad moderada, como caminar rápido, nadar o andar en bicicleta, durante 30 minutos o más.
La alimentación sana es un componente fundamental del tratamiento del síndrome metabólico. Lo más importante es que el paciente hable con el médico o con un especialista en dietética sobre la alimentación correcta para su situación. Por lo general, las dos dietas que se recomiendan a las personas con este síndrome son la dieta DASH (enfoques alimentarios para detener la hipertensión) y la dieta mediterránea. Igual que muchos planes de alimentación sana, esas dos dietas restringen las grasas malas para la salud y se enfocan en las frutas, las verduras, el pescado y los cereales integrales. Aunado a la pérdida de peso, los estudios han demostrado que ambas dietas aportan importantes ventajas para quienes presentan componentes del síndrome metabólico.
Asimismo, es importante resaltar que aquellos pacientes que fuman deben dejar de hacerlo ya que los cigarrillos pueden no sólo empeorar las complicaciones médicas del síndrome metabólico sino también aumentar significativamente el riesgo de padecer otras enfermedades y afecciones.
Cabe señalar que cuando los cambios hechos en el estilo de vida no bastan para controlar el síndrome metabólico, los medicamentos que controlan tanto la presión arterial como los triglicéridos y reducen la glucosa sanguínea pueden resultar útiles en el tratamiento del síndrome. 

Fuente: cronica.com.mx

miércoles, 15 de junio de 2016

Un 70% de las amputaciones tienen su origen en la diabetes como consecuencia del pie diabético


 

"Un 70 por ciento de las amputaciones que se realizan hoy en día se deben a la diabetes, y en estas personas amputadas aumenta el riesgo de mortalidad al cabo de cinco años", según ha explicado el presidente de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV), Javier Álvarez Fernández, durante el 62 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular.
  Por tanto, la diabetes es la primera causa de amputación  y las personas que padecen esta enfermedad tiene un 25 por ciento más de riesgo de tener una úlcera en una extremidad inferior, pie diabético, con riesgo elevado de amputación.
  Las úlceras en los pacientes diabéticos deben ser controladas desde un primer momento y "se puede llevar a cabo por Atención Primaria, en los casos más leves, o bien por un especialista en angiología y cirugía vascular, o a una unidad especializada en los cuadros que se complican", señala el experto.
  Los pacientes pueden llegar a presentar neuropatía, esto es, perder la sensibilidad en los pies, que hace que los roces producidos por el calzado no generen dolor y se tarde en detectar que están desarrollando una úlcera. Por desgracia, comenta, "en ocasiones se presentan retrasos en la derivación de ese tipo de pacientes, por lo que nos vemos obligados a realizar amputaciones".
  Por su parte, el doctor Jesús Alfayate García, de la Unidad de Pie Diabético del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, ha hecho hincapié en la necesidad de contar con Unidades Clínicas de Úlcera de Pie Diabético "ya que sirven de referencia a especialistas como endocrinólogos, podólogos o médicos de primaria para intentar solucionar y prevenir la aparición de estas úlceras".
  La creación de equipos multidisciplinares ha demostrado que "se puede reducir el número de amputaciones y alcanzar una tasa de cicatrización de las úlceras superior al 80 por ciento de los casos", afirma el doctor Alfayate.
  Respecto al tratamiento del pie diabético, una de las últimas técnicas es la revascularización que consigue atajar esta patología pero que puede derivar, en el peor de los casos, en la amputación de la pierna.
  "Aplicamos técnicas que permiten reducir el número de amputaciones de la extremidad en un 50 por ciento de los casos; en nuestro país, el número de amputaciones mayores y menores causadas por pie diabético está en torno a las 8000 anuales", asegura.
  Las novedades en técnicas endovasculares también han ocupado un espacio en el congreso. Según el experto, "disponemos también disponemos de nuevas técnicas endovasculares en las cuales, a través de estrategias específicamente creadas para el tratamiento de arterias de menor calibre, se están empezando a abordar arterias que serían inasumibles desde el punto de vista quirúrgico".
  "Un ejemplo de ellos es el caso de la revascularización de las arcos plantares del pie ante otras técnicas endovasculares. De hecho, estas técnicas han llegado para coexistir en esta patología dada la pérdida su eficacia de la cirugía clásica", ha concluido. 

Fuente: canarias7.es

lunes, 13 de junio de 2016

Los edulcorantes son malos para la diabetes tipo 2 según científicos canadienses



Se utiliza en la dieta "en el objetivo de reducir el consumo de azúcar y la ingesta de energía" y, en sujetos diabéticos, "para ayudar a controlar la glucemia y mejorar la aceptabilidad de un esquema azúcar limitado ", que son los edulcorantes realmente beneficiosos? No, sostiene un estudio de la Encuesta Nacional de T ercer Salud y Nutrición (NHANES III), que se dicen ser incluso malo para la diabetes tipo 2. Estos resultados confirman el trabajo de Jotam Suez, del Instituto Weizmann en Rehovot, Israel, y sus colegas. Los biólogos han mostrado - en ratones - que el consumo regular de sustitutos del azúcar no calóricos como el aspartamo o sacarina perturba el metabolismo mediante la alteración de la composición de las bacterias que habitan los intestinos: microbiota. "Los edulcorantes artificiales se introdujeron masivamente en nuestra dieta con la idea de reducir la ingesta de calorías y normalizar los niveles de glucosa en sangre sin afectar nuestro apetito por dulce", escriben los investigadores. "Sin embargo, nuestro trabajo sugiere que pueden haber contribuido directamente al fortalecimiento de la epidemia se suponía que debían luchar." De acuerdo con el Dr. Eran Elinav del Instituto Weizmann en Israel, el origen del estudio, algunas bacterias pueden interactuar con los edulcorantes químicos - que no son absorbidos por el intestino - promover respuestas inflamatorias a origen de trastornos metabólicos como la intolerancia a la glucosa o la diabetes. Los edulcorantes artificiales no son digeridos por las organisme.Toutefois, este nuevo estudio sugiere que las bacterias en el intestino pueden ser capaces de romper los edulcorantes artificiales, lo que resulta en efectos negativos sobre la salud . En la actualidad, hay muchos nuevos sustitutos del azúcar que se utilizan en alimentos y bebidas y se comercializan como "sin azúcar" o " dieta ". Así que incluso si contienen quizá menos calorías que el azúcar y ayuda a perder peso, sino que también actúan sobre las bacterias intestinales, que pueden causar intolerancia a la glucosa. "Nuestro estudio muestra que las personas obesas que consumen edulcorantes artificiales, sobre todo aspartamo, pueden llegar a ser intolerantes a la glucosa", dijo la escuela de kinesiología y ciencias de la salud en Canadá Universidad de Jennifer Kuk York. Se estudiaron los datos de 2.856 adultos en los Estados Unidos tomados de la Encuesta Nacional de Tercera Salud y Nutrición (NHANES III), y los participantes notaient su dieta las últimas 24 horas. Se dividieron en grupos que consumían edulcorantes artificiales (aspartamo o sacarina) o azúcar natural (o fructosa). Resultados, conejillos de indias que ingieren los edulcorantes artificiales - aspartamo o sacarina - tenían un índice de masa corporal ligeramente superior (28 contra 27), especialmente entre las mujeres. "Los que consumen edulcorantes artificiales, sobre todo aspartamo, puede tener un control de la glucosa pobres que los que no toman sustitutos del azúcar", dijo el científico. Y agregó: "Nos encontramos con este efecto secundario entre los que consumen azúcares naturales o sacarina" El riesgo de diabetes se midió por vía oral. La diabetes tipo 2 es, cuando los niveles de azúcar en la sangre de una persona se vuelve demasiado alta. "Se necesita más investigación para comprender mejor los beneficios de control de peso, o el hecho de que el consumo de edulcorantes artificiales en lugar de azúcar aumenta el riesgo de diabetes, especialmente en las personas obesas. " El estudio fue publicado en Applied Physiology, Nutrition and Metabolism.
Fuente:  morandinisante.com






viernes, 10 de junio de 2016

Los pistachos: ricos en antioxidantes evitan enfermedades cardiovasculares, diabetes o anemia


propiedades pistacho frutos secos 


Los pistachos, además de estar muy ricos y de poder incluirlos en recetas de platos dulces y salados, tienen multitud de propiedades nutricionales muy beneficiosas para nuestra salud que no debemos pasar por alto.

Provienen de Asia pero actualmente se han extendido por todo el mundo.

Estos frutos secos tienen gran concentración de nutrientes, por lo que, con pequeñas cantidades obtendremos cantidades considerables de vitaminas (A, B1, B6, B9, E, K), minerales (potasio, magnesio, hierro, cobre, calcio, selenio, zinc,), hidratos de carbono, fibra y grasas saludables.

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¿Por qué incluir pistachos en tu dieta?

Combate la anemia con pistachos. Además evitarás padecer sus síntomas como por ejemplo el cansancio.

Cuidan y protegen nuestra piel, evitando su envejecimiento prematuro.

Regulan la tensión arterial

Favorecen el buen funcionamiento del sistema linfático (imprescindible para nuesro sistema inmunológico), el cual produce los glóbulos blancos que luchan contra las infecciones.

Su contenido en fibra favorece el tránsito intestinal evitando padecer estreñimiento.

Gracias a dos antioxidantes (luteína y zeaxantina) ayudan a evitar enfermedades oculares, minimizando los riegos de padecer degeneración macular.

Los pistachos favorecen el correcto funcionamiento del sistema nervioso

Estos frutos secos favorecen el transporte de oxígeno hasta las células

Los pistachos te pueden ayudar a evitar la diabetes tipo II

Previene las enfermedades reumáticas

Facilitan el sueño, indicados especialmente si se padece insomnio

¿Quieres cuidar tu corazón y todo el sistema cardiovascular? Los pistachos cuidan los vasos sanguíneos y evitan padecer enfermedades cardiovasculares.

miércoles, 8 de junio de 2016

La mitad de las personas mayores de 70 años que sufre diabetes no lo sabe


geriatricarea diabetes personas mayores 

En los mayores de 70 años el porcentaje de prevalencia de diabetes supera el 15% y se calcula que, en la actualidad, la mitad de los ancianos que la padecen desconocen su enfermedad, tal y como advierte la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). Y es que a partir de los 70 años la diabetes se desencadena de manera silenciosa y no está diagnosticada.
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La mitad de los ancianos diabéticos desconocen que lo son
Es precisamente en las personas de mayor edad donde la diabetes presenta unas manifestaciones atípicas que dificultan su diagnóstico. Por ello, con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril dedicado este año a la diabetes, desde la SEGG se aclara que la valoración geriátrica integral es indispensable para evitar que la enfermedad puede pasar desapercibida.
Tal y como afirma el Dr. José Antonio López Trigo, presidente de la SEGG, “la diabetes es una enfermedad que aumenta con la edad y el 40 por ciento de los diagnosticados de diabetes son mayores de 65 años”. Y se espera que los afectados por esta dolencia se incrementen sobremanera en los próximos años debido a la proliferación de algunos hábitos de vida poco saludables como el sedentarismo o a patologías como la obesidad.
La diabetes es una enfermedad grave que se presenta cuando los niveles de glucosa en la sangre son muy altos y puede causar problemas de salud de alto riesgo (hipoglucemias, problemas cardiovasculares, patologías oculares, daños en el riñón, etcétera) que se agravan en las personas mayores.
A pesar de la prevalencia creciente de la diabetes los altos niveles de glucosa en sangre pueden ser controlados para ayudar a contrarrestar la enfermedad y prevenir o retrasar la aparición de problemas en el futuro. Pero desde la SEGG se advierte que este control no sucede en todos los casos, ya que “en la actualidad la mitad de los ancianos diabéticos desconocen que lo son, por lo cual no están tratando su enfermedad, y esto aumenta el riesgo de deterioro funcional”, según explica el Dr. López Trigo. “Muchos de estos ancianos sin diagnosticar están sufriendo problemas de salud que achacan a los años. Esto puede ser debido a enfermedades que no estén bien tratadas, entre ellas, la diabetes, que además presenta el problema añadido de ser, en muchas ocasiones, silente en sus manifestaciones”, aclara el presidente de la SEGG.
Por otra parte, al deterioro funcional que sufren los mayores con diabetes se suma un cierto grado de deterioro cognitivo debido a la neurotoxicidad causada por la hiperglucemia, la hipoglucemia, la insulina o por los productos glicosilados, lo que complica aún más si cabe el problema.
El paciente anciano tiene unas características particulares que hacen que controle peor su enfermedad, ya que el deterioro funcional y el cognitivo empeoran sustancialmente su calidad de vida y ello tiene una repercusión directa y negativa en la evolución de la diabetes.
Algunos pacientes ancianos con deterioro cognitivo pueden no entender bien las bases del tratamiento y no saber qué hacer ante la aparición de una complicación, por ejemplo, una hipoglucemia. A ello hay que añadir que tienen más riesgo de errores en la medicación (por ejemplo, pueden administrarse un exceso de insulina).
Un mal control de la enfermedad puede llevar a la aparición de complicaciones microvasculares (retinopatía, neuropatía y nefropatía) y macrovasculares (circulación vascular periférica, arterosclerosis en deterioro carotídeo o coronaria).
En el paciente mayor otras circunstancias que pueden dificultar el manejo de la diabetes pueden ser el empeoramiento de la agudeza visual, la depresión, los problemas sociales o la limitación del acceso a comidas equilibradas.
Además, los pacientes diabéticos usan el doble de recursos tanto hospitalarios como extrahospitalarios que los pacientes no diabéticos, y los pacientes de más de 75 años presentan mayores tasas de mortalidad que los pacientes del mismo grupo sin diabetes.
Por todo ello, desde la SEGG se recomiendan las siguientes actuaciones en cuanto al tratamiento, control y seguimiento del paciente mayor diabético:
  • Es necesaria una educación continua de la familia, cuidadores y personal de medios residenciales.
  • La instrucciones al paciente mayor diabético deben ser simples.
  • El tratamiento del anciano debe ser individualizado. Hay que tener en cuenta si padece deterioro cognitivo y deficiencias sensoriales.
  • Se recomienda la práctica de deporte: preferiblemente ejercicios de resistencia como caminar o bicicleta. El ejercicio aeróbico es beneficioso para retrasar la aparición de la diabetes y para mejorar la resistencia a la insulina en aquellos con la enfermedad establecida.
  • Se aconseja la pérdida de peso, ya que incluso leves pérdidas aportan beneficios.
  • Es recomendable la reducción de los factores de riesgo cardiovascular, incluido el tabaquismo.
  • Los sistemas de alarma colgantes o en domicilio pueden resultar de gran utilidad para controlar al anciano diabético.
  • Es necesario que los mayores diabéticos se sometan a una revisión anual. En los ancianos frágiles o muy dependientes, los controles deben ser frecuentes para asegurarse que los tratamientos son los apropiados y no presentan reacciones adversas.
  • La dieta debe ser controlada (sobre todo es necesario reducir las grasas), al igual que el resto de fármacos que tomen (polimedicación).
  • Se debe vigilar el aumento de peso, la tensión, la microalbuminuria (signo precoz de nefropatía), los pies y la glucosa periódicamente.
  • Los test urinarios de glucosa son menos fiables, ya que en este grupo de pacientes el umbral renal glucémico se encuentra alterado.
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En los mayores de 70 años el porcentaje de prevalencia de diabetes supera el 15% y se calcula que, en la actualidad, la mitad de los ancianos que la padecen desconocen su enfermedad, tal y como advierte la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). Y es que a partir de los 70 años la diabetes se desencadena de manera silenciosa y no está diagnosticada.

Es precisamente en las personas de mayor edad donde la diabetes presenta unas manifestaciones atípicas que dificultan su diagnóstico. Por ello, con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril dedicado este año a la diabetes, desde la SEGG se aclara que la valoración geriátrica integral es indispensable para evitar que la enfermedad puede pasar desapercibida.
Tal y como afirma el Dr. José Antonio López Trigo, presidente de la SEGG, “la diabetes es una enfermedad que aumenta con la edad y el 40 por ciento de los diagnosticados de diabetes son mayores de 65 años”. Y se espera que los afectados por esta dolencia se incrementen sobremanera en los próximos años debido a la proliferación de algunos hábitos de vida poco saludables como el sedentarismo o a patologías como la obesidad.
La diabetes es una enfermedad grave que se presenta cuando los niveles de glucosa en la sangre son muy altos y puede causar problemas de salud de alto riesgo (hipoglucemias, problemas cardiovasculares, patologías oculares, daños en el riñón, etcétera) que se agravan en las personas mayores.
A pesar de la prevalencia creciente de la diabetes los altos niveles de glucosa en sangre pueden ser controlados para ayudar a contrarrestar la enfermedad y prevenir o retrasar la aparición de problemas en el futuro. Pero desde la SEGG se advierte que este control no sucede en todos los casos, ya que “en la actualidad la mitad de los ancianos diabéticos desconocen que lo son, por lo cual no están tratando su enfermedad, y esto aumenta el riesgo de deterioro funcional”, según explica el Dr. López Trigo. “Muchos de estos ancianos sin diagnosticar están sufriendo problemas de salud que achacan a los años. Esto puede ser debido a enfermedades que no estén bien tratadas, entre ellas, la diabetes, que además presenta el problema añadido de ser, en muchas ocasiones, silente en sus manifestaciones”, aclara el presidente de la SEGG.
Por otra parte, al deterioro funcional que sufren los mayores con diabetes se suma un cierto grado de deterioro cognitivo debido a la neurotoxicidad causada por la hiperglucemia, la hipoglucemia, la insulina o por los productos glicosilados, lo que complica aún más si cabe el problema.
El paciente anciano tiene unas características particulares que hacen que controle peor su enfermedad, ya que el deterioro funcional y el cognitivo empeoran sustancialmente su calidad de vida y ello tiene una repercusión directa y negativa en la evolución de la diabetes.
Algunos pacientes ancianos con deterioro cognitivo pueden no entender bien las bases del tratamiento y no saber qué hacer ante la aparición de una complicación, por ejemplo, una hipoglucemia. A ello hay que añadir que tienen más riesgo de errores en la medicación (por ejemplo, pueden administrarse un exceso de insulina).
Un mal control de la enfermedad puede llevar a la aparición de complicaciones microvasculares (retinopatía, neuropatía y nefropatía) y macrovasculares (circulación vascular periférica, arterosclerosis en deterioro carotídeo o coronaria).
En el paciente mayor otras circunstancias que pueden dificultar el manejo de la diabetes pueden ser el empeoramiento de la agudeza visual, la depresión, los problemas sociales o la limitación del acceso a comidas equilibradas.
Además, los pacientes diabéticos usan el doble de recursos tanto hospitalarios como extrahospitalarios que los pacientes no diabéticos, y los pacientes de más de 75 años presentan mayores tasas de mortalidad que los pacientes del mismo grupo sin diabetes.
Por todo ello, desde la SEGG se recomiendan las siguientes actuaciones en cuanto al tratamiento, control y seguimiento del paciente mayor diabético:
  • Es necesaria una educación continua de la familia, cuidadores y personal de medios residenciales.
  • La instrucciones al paciente mayor diabético deben ser simples.
  • El tratamiento del anciano debe ser individualizado. Hay que tener en cuenta si padece deterioro cognitivo y deficiencias sensoriales.
  • Se recomienda la práctica de deporte: preferiblemente ejercicios de resistencia como caminar o bicicleta. El ejercicio aeróbico es beneficioso para retrasar la aparición de la diabetes y para mejorar la resistencia a la insulina en aquellos con la enfermedad establecida.
  • Se aconseja la pérdida de peso, ya que incluso leves pérdidas aportan beneficios.
  • Es recomendable la reducción de los factores de riesgo cardiovascular, incluido el tabaquismo.
  • Los sistemas de alarma colgantes o en domicilio pueden resultar de gran utilidad para controlar al anciano diabético.
  • Es necesario que los mayores diabéticos se sometan a una revisión anual. En los ancianos frágiles o muy dependientes, los controles deben ser frecuentes para asegurarse que los tratamientos son los apropiados y no presentan reacciones adversas.
  • La dieta debe ser controlada (sobre todo es necesario reducir las grasas), al igual que el resto de fármacos que tomen (polimedicación).
  • Se debe vigilar el aumento de peso, la tensión, la microalbuminuria (signo precoz de nefropatía), los pies y la glucosa periódicamente.
  • Los test urinarios de glucosa son menos fiables, ya que en este grupo de pacientes el umbral renal glucémico se encuentra alterado.            
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  • Fuente:  http://geriatricarea.com

En los mayores de 70 años el porcentaje de prevalencia de diabetes supera el 15% y se calcula que, en la actualidad, la mitad de los ancianos que la padecen desconocen su enfermedad, tal y como advierte la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). Y es que a partir de los 70 años la diabetes se desencadena de manera silenciosa y no está diagnosticada.
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La mitad de los ancianos diabéticos desconocen que lo son
Es precisamente en las personas de mayor edad donde la diabetes presenta unas manifestaciones atípicas que dificultan su diagnóstico. Por ello, con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril dedicado este año a la diabetes, desde la SEGG se aclara que la valoración geriátrica integral es indispensable para evitar que la enfermedad puede pasar desapercibida.
Tal y como afirma el Dr. José Antonio López Trigo, presidente de la SEGG, “la diabetes es una enfermedad que aumenta con la edad y el 40 por ciento de los diagnosticados de diabetes son mayores de 65 años”. Y se espera que los afectados por esta dolencia se incrementen sobremanera en los próximos años debido a la proliferación de algunos hábitos de vida poco saludables como el sedentarismo o a patologías como la obesidad.
La diabetes es una enfermedad grave que se presenta cuando los niveles de glucosa en la sangre son muy altos y puede causar problemas de salud de alto riesgo (hipoglucemias, problemas cardiovasculares, patologías oculares, daños en el riñón, etcétera) que se agravan en las personas mayores.
A pesar de la prevalencia creciente de la diabetes los altos niveles de glucosa en sangre pueden ser controlados para ayudar a contrarrestar la enfermedad y prevenir o retrasar la aparición de problemas en el futuro. Pero desde la SEGG se advierte que este control no sucede en todos los casos, ya que “en la actualidad la mitad de los ancianos diabéticos desconocen que lo son, por lo cual no están tratando su enfermedad, y esto aumenta el riesgo de deterioro funcional”, según explica el Dr. López Trigo. “Muchos de estos ancianos sin diagnosticar están sufriendo problemas de salud que achacan a los años. Esto puede ser debido a enfermedades que no estén bien tratadas, entre ellas, la diabetes, que además presenta el problema añadido de ser, en muchas ocasiones, silente en sus manifestaciones”, aclara el presidente de la SEGG.
Por otra parte, al deterioro funcional que sufren los mayores con diabetes se suma un cierto grado de deterioro cognitivo debido a la neurotoxicidad causada por la hiperglucemia, la hipoglucemia, la insulina o por los productos glicosilados, lo que complica aún más si cabe el problema.
El paciente anciano tiene unas características particulares que hacen que controle peor su enfermedad, ya que el deterioro funcional y el cognitivo empeoran sustancialmente su calidad de vida y ello tiene una repercusión directa y negativa en la evolución de la diabetes.
Algunos pacientes ancianos con deterioro cognitivo pueden no entender bien las bases del tratamiento y no saber qué hacer ante la aparición de una complicación, por ejemplo, una hipoglucemia. A ello hay que añadir que tienen más riesgo de errores en la medicación (por ejemplo, pueden administrarse un exceso de insulina).
Un mal control de la enfermedad puede llevar a la aparición de complicaciones microvasculares (retinopatía, neuropatía y nefropatía) y macrovasculares (circulación vascular periférica, arterosclerosis en deterioro carotídeo o coronaria).
En el paciente mayor otras circunstancias que pueden dificultar el manejo de la diabetes pueden ser el empeoramiento de la agudeza visual, la depresión, los problemas sociales o la limitación del acceso a comidas equilibradas.
Además, los pacientes diabéticos usan el doble de recursos tanto hospitalarios como extrahospitalarios que los pacientes no diabéticos, y los pacientes de más de 75 años presentan mayores tasas de mortalidad que los pacientes del mismo grupo sin diabetes.
Por todo ello, desde la SEGG se recomiendan las siguientes actuaciones en cuanto al tratamiento, control y seguimiento del paciente mayor diabético:
  • Es necesaria una educación continua de la familia, cuidadores y personal de medios residenciales.
  • La instrucciones al paciente mayor diabético deben ser simples.
  • El tratamiento del anciano debe ser individualizado. Hay que tener en cuenta si padece deterioro cognitivo y deficiencias sensoriales.
  • Se recomienda la práctica de deporte: preferiblemente ejercicios de resistencia como caminar o bicicleta. El ejercicio aeróbico es beneficioso para retrasar la aparición de la diabetes y para mejorar la resistencia a la insulina en aquellos con la enfermedad establecida.
  • Se aconseja la pérdida de peso, ya que incluso leves pérdidas aportan beneficios.
  • Es recomendable la reducción de los factores de riesgo cardiovascular, incluido el tabaquismo.
  • Los sistemas de alarma colgantes o en domicilio pueden resultar de gran utilidad para controlar al anciano diabético.
  • Es necesario que los mayores diabéticos se sometan a una revisión anual. En los ancianos frágiles o muy dependientes, los controles deben ser frecuentes para asegurarse que los tratamientos son los apropiados y no presentan reacciones adversas.
  • La dieta debe ser controlada (sobre todo es necesario reducir las grasas), al igual que el resto de fármacos que tomen (polimedicación).
  • Se debe vigilar el aumento de peso, la tensión, la microalbuminuria (signo precoz de nefropatía), los pies y la glucosa periódicamente.
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La mitad de los ancianos diabéticos desconocen que lo son
Es precisamente en las personas de mayor edad donde la diabetes presenta unas manifestaciones atípicas que dificultan su diagnóstico. Por ello, con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril dedicado este año a la diabetes, desde la SEGG se aclara que la valoración geriátrica integral es indispensable para evitar que la enfermedad puede pasar desapercibida.
Tal y como afirma el Dr. José Antonio López Trigo, presidente de la SEGG, “la diabetes es una enfermedad que aumenta con la edad y el 40 por ciento de los diagnosticados de diabetes son mayores de 65 años”. Y se espera que los afectados por esta dolencia se incrementen sobremanera en los próximos años debido a la proliferación de algunos hábitos de vida poco saludables como el sedentarismo o a patologías como la obesidad.
La diabetes es una enfermedad grave que se presenta cuando los niveles de glucosa en la sangre son muy altos y puede causar problemas de salud de alto riesgo (hipoglucemias, problemas cardiovasculares, patologías oculares, daños en el riñón, etcétera) que se agravan en las personas mayores.
A pesar de la prevalencia creciente de la diabetes los altos niveles de glucosa en sangre pueden ser controlados para ayudar a contrarrestar la enfermedad y prevenir o retrasar la aparición de problemas en el futuro. Pero desde la SEGG se advierte que este control no sucede en todos los casos, ya que “en la actualidad la mitad de los ancianos diabéticos desconocen que lo son, por lo cual no están tratando su enfermedad, y esto aumenta el riesgo de deterioro funcional”, según explica el Dr. López Trigo. “Muchos de estos ancianos sin diagnosticar están sufriendo problemas de salud que achacan a los años. Esto puede ser debido a enfermedades que no estén bien tratadas, entre ellas, la diabetes, que además presenta el problema añadido de ser, en muchas ocasiones, silente en sus manifestaciones”, aclara el presidente de la SEGG.
Por otra parte, al deterioro funcional que sufren los mayores con diabetes se suma un cierto grado de deterioro cognitivo debido a la neurotoxicidad causada por la hiperglucemia, la hipoglucemia, la insulina o por los productos glicosilados, lo que complica aún más si cabe el problema.
El paciente anciano tiene unas características particulares que hacen que controle peor su enfermedad, ya que el deterioro funcional y el cognitivo empeoran sustancialmente su calidad de vida y ello tiene una repercusión directa y negativa en la evolución de la diabetes.
Algunos pacientes ancianos con deterioro cognitivo pueden no entender bien las bases del tratamiento y no saber qué hacer ante la aparición de una complicación, por ejemplo, una hipoglucemia. A ello hay que añadir que tienen más riesgo de errores en la medicación (por ejemplo, pueden administrarse un exceso de insulina).
Un mal control de la enfermedad puede llevar a la aparición de complicaciones microvasculares (retinopatía, neuropatía y nefropatía) y macrovasculares (circulación vascular periférica, arterosclerosis en deterioro carotídeo o coronaria).
En el paciente mayor otras circunstancias que pueden dificultar el manejo de la diabetes pueden ser el empeoramiento de la agudeza visual, la depresión, los problemas sociales o la limitación del acceso a comidas equilibradas.
Además, los pacientes diabéticos usan el doble de recursos tanto hospitalarios como extrahospitalarios que los pacientes no diabéticos, y los pacientes de más de 75 años presentan mayores tasas de mortalidad que los pacientes del mismo grupo sin diabetes.
Por todo ello, desde la SEGG se recomiendan las siguientes actuaciones en cuanto al tratamiento, control y seguimiento del paciente mayor diabético:
  • Es necesaria una educación continua de la familia, cuidadores y personal de medios residenciales.
  • La instrucciones al paciente mayor diabético deben ser simples.
  • El tratamiento del anciano debe ser individualizado. Hay que tener en cuenta si padece deterioro cognitivo y deficiencias sensoriales.
  • Se recomienda la práctica de deporte: preferiblemente ejercicios de resistencia como caminar o bicicleta. El ejercicio aeróbico es beneficioso para retrasar la aparición de la diabetes y para mejorar la resistencia a la insulina en aquellos con la enfermedad establecida.
  • Se aconseja la pérdida de peso, ya que incluso leves pérdidas aportan beneficios.
  • Es recomendable la reducción de los factores de riesgo cardiovascular, incluido el tabaquismo.
  • Los sistemas de alarma colgantes o en domicilio pueden resultar de gran utilidad para controlar al anciano diabético.
  • Es necesario que los mayores diabéticos se sometan a una revisión anual. En los ancianos frágiles o muy dependientes, los controles deben ser frecuentes para asegurarse que los tratamientos son los apropiados y no presentan reacciones adversas.
  • La dieta debe ser controlada (sobre todo es necesario reducir las grasas), al igual que el resto de fármacos que tomen (polimedicación).
  • Se debe vigilar el aumento de peso, la tensión, la microalbuminuria (signo precoz de nefropatía), los pies y la glucosa periódicamente.
  • Los test urinarios de glucosa son menos fiables, ya que en este grupo de pacientes el umbral renal glucémico se encuentra alterado.
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