La diabetes gestacional es la aparición de un nivel de glucemia más elevado de lo esperado durante el embarazo. Una vez que aparece, dura el resto del embarazo. Afecta hasta al 14% de todas las mujeres embarazadas en los Estados Unidos. Es más común en las mujeres afroamericanas, en las latinas, en las mujeres indígenas americanas y en las asiáticas que en las caucásicas. Al igual que los otros tipos de diabetes, la diabetes gestacional aparece cuando el azúcar (glucosa) del torrente circulatorio (la sangre) no se puede introducir eficazmente en las células del cuerpo, como en las células musculares que normalmente utilizan el azúcar como el combustible del cuerpo. La hormona insulina ayuda a introducir el azúcar del torrente circulatorio (la sangre) a las células. En la diabetes gestacional, el cuerpo no responde bien a la insulina, a menos que se pueda producir o administrar insulina en cantidades más grandes. En la mayoría de las mujeres, el trastorno desaparece cuando termina el embarazo, pero las mujeres que han tenido diabetes gestacional tienen un riesgo mayor de contraer diabetes tipo 2 en el futuro.
La diabetes aparece durante el embarazo debido a que las hormonas producidas durante el embarazo hacen que el cuerpo sea resistente a los efectos de la insulina. Estas hormonas incluyen la hormona del crecimiento y el lactógeno placentario humano. Ambas hormonas son esenciales para un embarazo y un feto sanos, pero bloquean parcialmente la acción de la insulina. En la mayoría de las mujeres, el páncreas reacciona a esta situación produciendo suficiente insulina adicional para superar la resistencia a la insulina. En mujeres con diabetes gestacional no se produce suficiente insulina complementaria, de manera que el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo.
A medida que el feto crece, se producen grandes cantidades de hormonas. Debido a que es el momento en que los niveles de estas hormonas están más elevados, la diabetes gestacional comienza generalmente en el último trimestre del embarazo. Después del parto, las hormonas del cuerpo regresan rápidamente a los niveles anteriores al embarazo. Típicamente, la cantidad de insulina producida por el páncreas es adecuada nuevamente para las necesidades del cuerpo y los niveles de glucosa en sangre vuelven a la normalidad.
Síntomas
Algunas mujeres embarazadas con esta enfermedad tienen los síntomas de diabetes asociados con la glucosa elevada en la sangre (hiperglucemia). Estos incluyen:
- aumento en la sed
- aumento en la frecuencia para orinar
- pérdida de peso a pesar del aumento del apetito
- fatiga
- náuseas o vómitos
- infecciones por hongos
- visión borrosa
Diagnóstico
La diabetes gestacional generalmente se diagnostica durante las pruebas de rutina que ocurre como parte de los cuidados prenatales completos. En un embarazo normal, los niveles de azúcar en la sangre son aproximadamente un 20% más bajos que en las mujeres que no están embarazadas ya que el feto en desarrollo absorbe una parte de la glucosa de la sangre de la madre. Hay signos de diabetes cuando los niveles de azúcar en la sangre son superiores a lo esperado para el embarazo. Para detectar la diabetes gestacional en su forma más temprana, por lo general, los médicos les dan a la mujer embarazada una bebida con un alto contendido de azúcar antes de evaluar la sangre, para provocar al máximo la capacidad de procesamiento del azúcar por el cuerpo. Esto se conoce como prueba oral de tolerancia a la glucosa.
Se recomienda que aquellas mujeres con sobrepeso, antecedentes familiares de diabetes o con síntomas que sugieran diabetes, se sometan a la prueba en su primera visira prenatal. El resto de las mujeres deben evaluarse durante las semanas 24 a 28 del embarazo.
Duración
La diabetes que aparece durante el embarazo, generalmente desaparece cuando termina el embarazo. Sin embargo, el hecho de que el páncreas no pueda responder a las demandas de la insulina durante el embarazo demuestra que funciona sin muchas reservas, incluso si usted no está embarazada. Las mujeres con diabetes gestacional tienen un riesgo mayor de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro. El 20% de estas mujeres tienen niveles de azúcar en la sangre elevados que continúan durante algunas semanas después de dar a luz. Estas son las mujeres con mayo probabilidades de contraer diabetes tipo 2 en el futuro.
Prevención
Por lo general, esta enfermedad no puede prevenirse. Sin embargo, un control cuidadoso de su peso antes del embarazo puede reducir el riesgo. No se recomiendan dietas muy reducidas en calorías durante el embarazo ya que es importante una nutrición adecuada.
Las complicaciones de la diabetes gestacional pueden prevenirse mediante un control cuidadoso del azúcar en la sangre y un monitoreo (cuidado) por un obstetra durante todo el embarazo.
Después del embarazo, se puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. El hacer ejercicio regularmente y el llevar una dieta baja en calorías han demostrado que disminuyen el riesgo de la diabetes en personas que están en alto riesgo de desarollarla. El medicamento metformin (Glucophage) puede ayudar a prevenir la diabetes en personas con niveles de azúcar ligeramente elevados en la sangre cuando no están embarazadas, pero que no tienen niveles lo suficientemente altos para establecer el diagnóstico de diabetes.
Tratamiento
Algunas mujeres embarazadas logran mantener niveles saludables de glucosa (azúcar) manejando su dieta. Esto requiere consultar a un especialista en nutrición para que fije un plan de dieta y un control regular de la glucosa en la sangre.
Si la dieta no logra controlar adecuadamente la glucosa en su sangre, su médico le recetará insulina. La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos no aprueba los medicamentos orales para reducir el azúcar en la sangre en mujeres embarazadas debido a los posibles efectos secundarios del feto, aunque en otros países sí se utilizan medicamentos orales (metformin o Glucophage tomado). Se ha utilizado la insulina durante el embarazo para tratar a muchas mujeres con diabetes tipo 1 y diabetes gestacional, y se ha probado que el feto no está en peligro si se controla cuidadosamente el azúcar en la sangre.
La diabetes gestacional crea peligros para el feto en desarrollo. A diferencia de la diabetes tipo 1, la diabetes gestacional rara vez causa defectos congénitos (de nacimiento) serios. Sin embargo, el bebé puede tener complicaciones durante el parto ya que puede ser más grande de lo normal (un cuerpo grande para un bebé se denomina macrosomía). El tamaño grande del cuerpo de un bebé se debe de la exposición al azúcar adicional. Si la diabetes no se trata con cuidado, los niveles de azúcar elevados pueden aumentar el riesgo de muerte fetal antes del parto (nacimiento de un feto muerto). El parto mismo puede ser más difícil, y la necesidad de un parto por cesárea es más frecuente. Si el trabajo de parto natural y el parto en sí no ocurren a las 38 semanas del embarazo, es probable que su médico le recomiende inducir el trabajo de parto o el parto mismo mediante cirugía para evitar la macrosomía.
Las complicaciones también pueden afectar al bebé inmediatamente después del nacimiento. Antes del parto, el páncreas del feto se acostumbra a producir una gran cantidad de insulina diaria para ayudar a controlar la exposición de éste a niveles altos de azúcar en la sangre. Después del parto, lleva tiempo hasta que el páncreas del bebé se ajusta a los niveles normales de insulina. Si el bebé produce demasiada insulina durante las primeras horas después del nacimiento, puede tener una baja del nivel de azúcar en la sangre temporalmente. Si usted tiene diabetes gestacional, debe medir la sangre de su bebé después del nacimiento. Si es necesario, se le inyectará glucosa intravenosa (en la vena) al bebé. También pueden presentarse otros desequilibrios químicos temporalmente, de manera que se debe chequear el calcio y la cuenta de los glóbulos de la sangre al bebé (otro examen de sangre).
Cuándo llamar a un profesional
Todas las mujeres embarazadas deben recibir cuidados prenatales y deben visitar un médico o una partera calificados regularmente. La mayoría de las mujeres deben hacerse una prueba de tolerancia a la glucosa durante las semanas 24 a 28 de sus embarazos, y las mujeres con mayor riesgo de diabetes deben evaluarse antes.
Pronóstico
La mayoría de las veces, la diabetes gestacional es una condición a corto plazo. En más de tres cuartos de las mujeres que contraen diabetes gestacional, los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre vuelven a la normalidad cuando termina el embarazo. Sin embargo, el páncreas ha demostrado que funciona sin mucha reserva. Las mujeres que han padecido de diabetes gestacional tienen un riesgo mayor de desarrollar diabetes en embarazos posteriores. También corren un riesgo mayor de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro, y deben chequear sus niveles de azúcar en la sangre con regularidad incluso después que termina su embarazo.
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