La gran alteración hormonal que se
produce durante el embarazo ocasiona efectos que pueden derivar en un
bloqueo de la insulina y en desarrollar diabetes.
La detección temprana y el tratamiento
efectivo de este problema es importante para evitar riesgos en el bebé
como lesiones al nacer, hipoglucemias y peso excesivo.
Para detectar a las mujeres en riesgo de
desarrollar ésta patología durante su embarazo, se han tomado en cuenta
los factores de riesgo, tales como la raza, edad, índice de masa
corporal, historia familiar de diabetes o cambios analíticos en los
niveles de glucemia.
Pero, según los datos de un estudio
publicado en la revista Diabetes Care, uno de los marcadores a tener en
cuenta a partir de ahora debería ser el grado de grasa abdominal. Porque
la obesidad se da en el 40% de las gestantes y los antecedentes
familiares no son muy selectivos (pues la diabetes es un trastorno que
se da en muchas familias).
Los investigadores, del Hospital St.
Michael en Toronto (Canadá), llegaron a esta conclusión tras analizar
una muestra de casi 500 mujeres con una edad entre los 18 y los 42 años.
Comprobaron que aquellas que presentaron mayores niveles de grasa
abdominal fueron las que posteriormente desarrollaron con más frecuencia
diabetes gestacional entre las semanas 24 y 28 de su embarazo,
independientemente del índice de masa corporal.
Leanne De Souza, ginecóloga y obstetra
del hospital St. Michael y principal autora del estudio, asegura en un
comunicado que “Este estudio muestra el potencial de evaluar a las
pacientes en el inicio de su gestación, y utilizar la grasa abdominal
como predictor del desarrollo de diabetes”.
Al tomar imágenes de la grasa abdominal
al inicio de la gestación mediante una ecografía en una de las visitas
rutinarias, se podría identificar a la mujer con un nivel de grasa
elevado que es la que va a estar en riesgo de desarrollar diabetes
posteriormente. Así se hizo en este trabajo, mediante una ecografía
entre la semana 11 y 14 de gestación se midió la grasa visceral, la
subcutánea y la total en la zona abdominal.
El problema que presenta la grasa
visceral, que es la que se forma alrededor de los órganos, que produce
toxinas que hace que el cuerpo se vuelva resistente a la insulina. Pero
el estudio muestra que no solo hay que tener en cuenta la grasa
visceral, sino también la grasa total a la hora de predecir la diabetes.
El inconveniente de los factores de
riesgo clásico es que no son del todo eficaces porque “hasta un 60% de
las mujeres iniciarán su embarazo con sobrepeso, y muchas de ellas
tienen un familiar con diabetes tipo 2, por lo que estos factores
empiezan a adjudicarse cada vez a más personas”.
“La medición de la grasa abdominal en
las gestantes podría utilizarse por médicos y otros sanitarios para
identificar a las mujeres con más riesgo”, afirma De Souza, para
intentar prevenir el desarrollo de este trastorno o instaurar un
tratamiento lo más pronto posible.
Para concluir, esta especialista señala
que “deberían llevarse a cabo esfuerzos para promover una dieta y estilo
de vida saludables, y ayudar a las mujeres a evitar una excesivo
aumento de peso”.
Fuente: medicinapreventiva.info
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