La canela es una de las especies más antiguas y populares en la cultura oriental. Originaria de Asia, ha conquistado el occidente gracias a su aroma, su sabor y sus propiedades curativas y sanadoras. En el caso de la diabetes estos beneficios se han demostrado en numerosos grupos de estudio, tanto en animales como en humanos y esto ha sido parte del conocimiento popular. La canela ha sido utilizada por la medicina natural y la tradicional por largo tiempo y esto le ha otorgado un sitial especial en la despensa de las personas con diabetes tipo 2.
Esta afirmación arraigada en la cultura popular y en el medio científico ha encontrado en los últimos años algunos puntos controversiales pues a medida que el uso de la canela como regulador de los niveles de glucosa en sangre se ha propagado, también la diversidad y profundidad de las investigaciones han crecido de manera proporcional. De todos estos estudios se ha encontrado que aun cuando es cierto que la canela tiene las propiedad de disminuir y regular los niveles de glicemia esta propiedad podría estar opacada por la presencia de otro ingrediente que ha demostrado ser toxico si se consume en altas cantidades.
Ante este controversial hallazgo es necesario hacer una distinción entre los principales tipos de canela que se usan para consumo humano en la culinaria actual. Por un lado tenemos la canela cassia o China la cual es evidentemente efectiva en dosis de ¼ de cucharadita interdiaria para bajar y regular los niveles de glicemia en sangre, pero que al mismo tiempo posee una sustancia tóxica llamada coumarin que en altas concentraciones puede causar daño hepático. Como contraparte esta la canela Ceylon originaria de Sri Lanka India, la cual no ha demostrado tener la misma efectividad de la canela cassia pero que a diferencia de esta es mucho más segura pues no posee el ingrediente tóxico coumarin.
Esta situación nos coloca entre dos aguas y nos coloca en una situación que requiere un poco más de información y cuidado a la hora de utilizar la canela como terapia alternativa en la diabetes o incluso en la cocina diaria. Lo primero que debemos establecer es que niños menores de 15 años no es recomendable el uso de canela cassia o china por esa posibilidad de toxicidad que posee si se usa en dosis elevadas. Debemos recordar que la canela es ampliamente utilizada en preparaciones de comidas dulces y saladas y en algunas épocas del ano aumenta el consumo de la misma. En el caso de los adultos la dosis recomendada como suficiente y efectiva es ¼ de cucharada pequeña 3 a 4 veces por semana y yo me permito agregar que el médico tratante debería hacer pruebas de funcionalismo hepático al menos 2 veces al ano para asegurarse que no ha habido ningún daño.
En el caso de la canela Ceylon puede ser utilizada de manera segura en cantidades incluso más grandes que la cassia sin ningún riesgo de toxicidad y por ende podría ser una opción en niños o en adultos que han tenido alguna enfermedad hepática previa. También podemos utilizar la canela Ceylon como un antioxidante y aprovechar otros beneficios en el caso de enfermedades inflamatorias como la artritis o para regular los niveles de triglicéridos en sangre. En este ultimo caso pude consumirse hasta una cucharada pequeña diaria sin ningún riesgo ni contraindicaciones.
Fuente: blogesp.diabetv.com
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