diabetes

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lunes, 30 de marzo de 2015

Obesidad y diabetes gestacional, riesgo para diabetes tipo 2


                Aunque la diabetes gestacional suele desaparecer después del embarazo, quienes la han padecido tienen un riesgo más alto de contraer diabetes tipo 2.

Las mujeres con sobrepeso que contraen diabetes gestacional durante el embarazo y aumentan más de cinco kilogramos o más después de dar a luz tienen un riesgo 40 veces mayor de contraer diabetes tipo 2.
Aunque la diabetes gestacional suele desaparecer después del embarazo, quienes la han padecido tienen un riesgo más alto de contraer diabetes tipo 2 en un momento posterior de su vida. La información que hasta un tercio de las mujeres con diabetes tipo 2 tenían antecedentes de diabetes gestacional.
De acuerdo con los investigadores, el exceso de peso es un factor de riesgo tanto para la diabetes gestacional como para la diabetes tipo 2.
La investigadora principal, Cuilin Zhang, explicó que las mujeres deberían intentar mantener un peso corporal saludable a lo largo de sus vidas para reducir el riesgo de diabetes.
Por su parte, el doctor Mitchell Roslin, jefe de cirugía para la obesidad del Hospital Lenox Hill, en la Nueva York, señaló que la diabetes tipo 2 no es repentina, sino que se desarrolla con el tiempo.
Añadió que la única manera para que eviten o retrasen el desarrollo de la diabetes tipo 2 es perder peso y hacerejercicio y agregó que hay un gran vínculo entre el ejercicio y la mejora con respecto a la resistencia a la insulina.
Para el estudio se analizaron los datos de mil 700 mujeres que participaron en el Estudio sobre la salud de las mujeres y la diabetes, y que desarrollaron diabetes gestacionalentre 1991 y 2001.
Los investigadores encontraron que a lo largo de 18 años de seguimiento, 259 mujeres contrajeron diabetes tipo 2 y el riesgo de contraerlo aumentó en 27 por ciento por cada 5 kilos que aumentaba una mujer tras contraer diabetes gestacional.
Mientras que para las mujeres que ya tenían sobrepeso cuando desarrollaron la diabetes gestacional, aumentar 5 kilos o más se relacionó con un riesgo 43 veces más alto de desarrollar diabetes tipo 2, en comparación con las que no eran obesas y que aumentaron menos de 5 kilos después de haber contraído diabetes gestacional.
Durante el embarazo, las mujeres con peso normal al principio de la gestación deberían aumentar entre 11.3 y 15.8 kilos, según las directrices del Instituto de Medicina (IOM); quienes tienen un peso por debajo de lo normal cuando empieza el embarazo deberían ganar entre 12.7 y 18.1 kilos; mientras que las que tienen sobrepeso al inicio del embarazo no aumente más de 9 kilos

                                                   


viernes, 27 de marzo de 2015

Torta de Auyama para la Diabetes

Tu Salud Vascular prevención de Várices y Enfermedades Cardiovasculares  


La torta de auyama es un clásico de la dulcería tradicional en Venezuela, de textura esponjosa, gran sabor y suculento aroma esta torta es la preferida por aquellos que desean una dieta saludable y balanceada; la auyama (calabaza) además del sabor, humedad y textura aporta a la receta betacarotenos, fibra, vitamina C y antioxidantes como la zeaxantina, como si esto fuera poco el aporte calórico por cada 100 gramos es de tan sólo 13 - 26 Kcal (varía de acuerdo a la variedad de auyama) lo que la hace ideal para integrarla en múltiples recetas dulces y saladas, sobre todo si queremos cuidar la salud.

El consumo regular de auyama previene el estreñímiento (por la fibra), ayuda a combartir el cáncer (por los antioxidantes) e incluso previene enfermedades del ojo (Degeneración Macular relacionada con la edad) debido a las zeaxantinas; no queda ninguna duda de los beneficios del consumo de la calabaza de manera que la creatividad es el límite.

Pero cuando de creatividad se trata debemos tener en cuenta ciertas consideraciones; volviendo a nuestro clásico venezolano de la torta de auyama, visto con buenos ojos por la mayoría, podríamos encontrarnos con una sorpresa desagradable ... acompañando a la generosa auyama podrían encontrarse cantidades de azúcar, harina, mantequilla y otros ingredientes en concentraciones no tan sanas haciendo que lo que en inicio parece un postre saludable se convierta en una bomba calórica, de allí que sea fundamental balancear bien la receta de esta torta para evitar quitarle (sin querer) sus propiedades a la noble calabaza.

A continuación una receta muy original tomada de Sólo Postres donde se combinan la auyama y la naranja en una preparación tan pero tan sana que incluso es apta para pacientes con diabetes, ¿se animan a probar la Torta de Auyama y Naranja?


Torta de naranja y calabaza para diabéticos y light

INGREDIENTES
- 4 huevos
- ¼ taza de jugo de naranja
- ¼ taza de aceite
- 2 y ½ cucharadas de sucralight en polvo o Splenda (sustancia que endulza sin aportar calorías y permitido para diabéticos)
- 1 taza de harina (120gramos)
- 1 cucharadita de polvo de hornear (levadura química, leudante)
- Pizca de sal
- 1 cucharada de ralladura de piel de naranja
- 1 taza de puré de calabaza cocida (zapallo, auyama)

PREPARACION

- Batir los huevos hasta que estén espumosos.

- Agregarle el jugo de naranja y el aceite.

- Mezclar suavemente.

- Cernir el sucralight, la harina y el polvo de hornear.

- Ir incorporando estos ingredientes secos a la preparación anterior, alternando con la ralladura de naranja y el puré de calabaza.

- Una vez todo incorporado y bien mezclado verter en un molde de budín inglés o flanera previamente aceitada.

- Llevar a un horno moderado de 180º durante 30 minutos aproximadamente o hasta que al pinchar con un palito el centro éste salga seco y sin nada adherido.

- Retirar, dejar enfriar un poco y desmoldar.

El aporte nutricional de cada porción es:
Proteínas (g)---4g
Glúcidos (g)---14.4
Grasa (g)---7.8
Calorías 147

miércoles, 25 de marzo de 2015

Por qué es importante que controles tu diabetes

Happy Couple Wishing Good Luck - Isolated    
Un estudio reciente ha detectado que las personas con diabetes que visitan al médico con mayor frecuencia logran controlar la condición de una manera más eficiente que quienes no lo hacen tan seguido. ¿Tienes controlada tu diabetes? En este artículo te contamos más detalles sobre este hallazgo y por qué es importante que mantengas tu nivel de azúcar en la sangre a raya.
Si tienes diabetes, mantener los niveles de glucosa en un nivel apropiado puede ser más fácil si visitas a tu médico más seguido. Esto de acuerdo a un estudio desarrollado por unos investigadores del hospital Brigham and Women, de Boston, Estados Unidos, que fue publicado en la revista Archives of Internal Medicine.
Para determinar si las consultas médicas más frecuentes podrían ayudar a los pacientes con diabetes a controlar su condición en un periodo más corto, los investigadores analizaron los datos de casi 26.500 pacientes que visitaron a médicos de atención primaria en Boston, durante al menos dos años, entre enero de 2000 y enero de 2009.
De ese modo, detectaron que los pacientes que visitaron a un médico de atención primaria cada pocas semanas lograron un control más rápido de sus niveles de glucemia (azúcar en la sangre), presión arterial y colesterol, resultados muy satisfactorios ya que el control del nivel de la glucosa permite reducir las complicaciones relacionadas con la diabetes.  Desafortunadamente, la mayoría de los pacientes diabéticos no logran mantener su nivel de glucosa en la sangre dentro de los límites que deberían.
Actualmente, las directrices de tratamiento de la diabetes no especifican la frecuencia de los controles de la condición, aunque la recomendación es que te hagas controles de dos a cuatro veces al año para revisar cómo ha estado tu nivel de azúcar en la sangre durante los últimos meses, incluyendo la hemoglobina A1C (que permite saber el control de tu diabetes en los dos meses previos), cómo está tu peso (si necesitas bajar o no) y cómo está tu nivel de presión arterial (que debe ser menos de 130/80).
Durante estas visitas, el médico también repasará contigo los valores de la prueba diaria del azúcar en la sangre que acostumbras hacer (conviene que mantengas un registro para este mismo propósito), examinará tus pies para descartar que tengas pequeñas lesiones o infecciones y hablará contigo sobre tu dieta y el plan de ejercicios que practicas.
Además, mínimo una vez al año tu médico te hará un control más amplio que además de medir el azúcar en la sangre, el peso y la presión arterial evalúe también el colesterol total (que debe ser menos de 200), el LDL o “colesterol malo” (que debe ser menos de 100 o de 70 si tienes problemas del corazón), el HDL o “colesterol bueno” (que debe ser 40 o más) y el nivel de triglicéridos (que debe ser menos de 150).
Una vez por año, al menos, el médico también te hará la prueba de la microalbuminuria (presencia de proteína en la orina) para descartar inicio de daño en los riñones, te pedirá los resultados del examen de la vista hecho por un oftalmólogo (el médico especializado en los ojos) para descartar inicio de daño en la retina y te indicará si necesitas alguna vacuna, como la de la gripe o influenza, así como cualquier otra estrategia para que te mantengas saludable y con tu diabetes controlada.
El porqué es importante que mantengas tus niveles de azúcar en la sangre a raya es algo que seguramente ya sepas pero que nunca está de más recordar. La diabetes es una enfermedad que puede ser silenciosa, es decir que muchas veces puede no dar síntomas y que tú te sientes bien.
Sin embargo, poco a poco va dañando tu cuerpo y tu salud y, a largo plazo, puede provocar varios problemas. Por ejemplo, cardiovasculares (ataques cardíacos, enfermedad vascular periférica, ataques cerebro vasculares), con la vista (retinopatía diabética llegando a la ceguera) con el riñón (nefropatía diabética: falla renal y diálisis), con los nervios (neuropatía diabética), en fin, puede afectar varios sistemas del cuerpo.
Además de ir a las visitas médicas de rutina, lo más importante es el control diario que tú mismo debes hacer en tu casa, en el trabajo y vayas a donde vayas, que no sólo consiste en chequearse el azúcar en la sangre varias veces al día, según te haya indicado tu médico, sino también en:
  • Mantenerse físicamente activo y practicar un plan de ejercicio todos los días, aunque sea 30 minutos a diario.
  • Llevar una dieta apropiada: comer más frutas, vegetales y granos enteros y menos grasas y azúcar refinada. Y nunca saltarse comidas.
  • Mantener un peso saludable.
  • Tomar los medicamentos tal y como te los hayan recetado. Algunas personas necesitan tomar píldoras, inyectarse insulina o ambas.
¿Y tú, estás llevando una dieta saludable junto con un plan adecuado de ejercicios? ¿Cuánto hace que no visitas a tu médico? Sé honesto contigo mismo y toma una decisión saludable.  ¿Ya es momento de volver a hacerte esos exámenes? No esperes más. Tus chequeos del azúcar en casa junto con las visitas regulares a tu médico te permitirán saber que tu diabetes está bajo control para mantenerte saludable o para ajustar lo que sea necesario.
 

lunes, 23 de marzo de 2015

Controlar la diabetes: los errores más comunes

Diabetes      
 El término 'diabesidad', acuñado de forma reciente, hace referencia a la que se considera ya la epidemia del siglo XXI y que combina dos graves problemas consecuencia del estilo de vida moderno: la diabetes y la obesidad.
   Según explica a Infosalus el doctor José Ramón Calle, asesor médico de la Fundación para la Diabetes, el estilo de vida de un paciente con diabetes es el mismo que deberíamos seguir toda la población, el basado en una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio físico para controlar el peso y el riesgo de enfermedad cardiovascular.
   "Nos encontramos entre los países del mundo con más proporción de obesidad entre los jóvenes debido a una dieta en la que prima la comida basura y el sedentarismo al que contribuyen consolas y ordenadores. Se necesitan campañas de concienciación más fuertes en los niños para fomentar costumbres de vida sana que en los mayores ya son difíciles de cambiar", apunta el endocrinólogo del Hospital Clínico San Carlos de la Comunidad de Madrid.

DIABETES TIPO 1
   Los pacientes con diabetes tipo 1 suelen participar en gran medida en la evolución del trastorno y tener una mejor educación para controlar su condición, cuándo realizar los controles o cómo ajustar las dosis de insulina que deben inyectarse según su dieta. "Sin embargo, el ritmo de vida asociado a las prisas y a la carga asistencial puede conducir a que muchos pacientes estén peor educados en su enfermedad de lo que debieran", señala el facultativo.
   La diabetes tipo 1 antes se conocía como diabetes infanto-juvenil dado que se iniciaba en la época infantil y adolescente, sin embargo hay un porcentaje creciente de personas que comienzan a padecerla después de los 30 años. Esta diabetes requiere de tratamiento con insulina inyectada y de un control diario de la glucosa en distintos momentos del día.
   La diabetes tipo 2, la conocida antes como diabetes del adulto, está ligada al estilo de vida y al exceso de peso y a pesar de que hace unos años se consideraba rara la existencia de este tipo de diabetes en los menores, cada vez se diagnostican más casos entre ellos. Existen más de 5 millones de personas en España que padecen este tipo de diabetes.
   A pesar del uso de fármacos, el páncreas de estas personas con diabetes tipo 2 se va agotando y en muchos casos terminan necesitando la insulina inyectada, requiriendo la misma instrucción en la enfermedad que un paciente de diabetes tipo 1 de origen.
El doctor apunta algunos de los aspectos de los que se derivan más problemas y errores en el control de la diabetes:
* Desigualdad en pacientes y asistencia
   Existe una gran variabilidad entre los pacientes y su educación sobre la enfermedad y los recursos accesibles en el sistema de salud. Según señala el doctor Calle, existen grandes diferencias entre centros sanitarios en cuanto a la formación y los medios que se ofrecen a estas personas para controlar la enfermedad.
* Seguir una dieta adecuada
   El consumo excesivo de grasas y de azúcares refinados predispone al exceso de peso y con ello al mayor riesgo de hipertensión, diabetes e hipercolesterolemia. "La dieta que deben seguir los pacientes diabéticos es la que deberíamos de seguir todos", señala el especialista. Uno de los errores más importantes es la reducción drástica de los hidratos de carbono derivada de la idea de que su consumo sube el azúcar en sangre.
   "Hay que reducir los hidratos de carbono refinados como dulces y bollos e integrar con moderación los hidratos de carbono de absorción lenta como legumbres, cereales, arroz o patatas", apunta el endocrinólogo, que añade que el principal problema está en cambiar de hábitos cuando se llega a edades avanzadas.
* 'Reciclar' conocimientos
   El especialista señala que es necesario que los pacientes pasen por sesiones informativas periódicas para 'reciclar' sus conocimientos sobre cómo controlar su diabetes ya que pasados dos o tres años los pacientes se olvidan de las pautas o se relajan en su práctica.
* Ejercicio no es sólo caminar
   El ejercicio forma parte del tratamiento de una enfermedad que puede causar graves complicaciones en las distintas partes del cuerpo. Sin embargo, en muchos casos se considera suficiente ejercicio el caminar. "Quien padece diabetes no sólo debe hacer ejercicio sino que debe hacerlo con intensidad, caminar no es suficiente, se trata de practicar bicicleta o nadar y a veces no se hace tanto hincapié en este tema como se debiera", apunta.
* Controlar la glucosa en sangre
   Una gran parte de los pacientes diabéticos controlan su glucosa en sangre menos de lo que debieran y en gran medida esto se debe a que la administración restringe la dispensación de las tiras reactivas necesarias para medir la glucosa, apunta el doctor Calle.
   Los pacientes con diabetes tipo 1 deben medir al menos 4 veces al día sus niveles mientras que en el caso de quienes padecen el tipo 2 este seguimiento depende del grado de la enfermedad.
* Los fármacos no son suficiente
   Existen pacientes que padecen diabetes tipo 2 y consideran que la toma de fármacos antidiabéticos orales es suficiente para controlar la enfermedad sin embargo el doctor Calle apunta que "el tratamiento se basa en dieta, ejercicio y medicamentos y estos últimos no son suficientes para detener la enfermedad".
   El especialista apunta que intervenir en estas tres áreas disminuye los riesgos de pasar a la diabetes tipo 1 y necesitar insulina, así como de complicaciones posibles, las más comunes asociadas a la retina y el riñón y en menor medida al sistema nervioso.
* Dejar de vanalizar la diabetes tipo 2
   Aún existe la creencia errónea entre muchos pacientes de que en realidad no se padece mal alguno sino que sólo se tienen un poco elevados los niveles de azúcar en sangre y que esto no reviste gravedad en comparación con la diabetes tipo 1.

viernes, 20 de marzo de 2015

Todo sobre el glucómetro

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El glucómetro o medidor de la glucemia capilar es un dispositivo cómodo y seguro que facilita el autocontrol de los pacientes con diabetes.
Janet Rodríguez, especialista en nutrición, endocrinología y metabolismo y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV), explica a Bitácora Médica que este dispositivo ofrece información sobre la medición del azúcar en la sangre, un dato clave que permite conocer el cumplimiento del control alimenticio, físico y farmacológico de los pacientes.
“Estos tres factores son indispensables para que la persona con diabetes tenga unos niveles de glucemia estables”, ilustra Rodríguez.
Alexis Camargo, enfermero de la Fundación Amigos contra la Diabetes de Venezuela y quien padece de esta enfermedad metabólica desde hace más de 15 años, agrega que el glucómetro es confiable y muy útil en casa. “Su uso debe ser estrictamente personal”, recomienda.
Sobre su indicación
Generalmente el glucómetro está indicado para pacientes con diabetes tipo 1, 2 o diabetes gestacional. Los especialistas que prescriben su uso son: internista, endocrinólogo, nutricionista o educador en diabetes.
De qué se trata este medidor
El glucómetro está compuesto de tres partes:
  1. Glucómetro: Equipo digital que arroja los resultados y permite la lectura del nivel de glucosa en sangre. Hay de diferentes tamaños y marcas.
  2. Tiras o cintas reactivas: Determinan el nivel de glucosa, estas tienen sensores que permiten analizar con tan solo una gota de sangre capilar el valor de glicemia del paciente.
  3. Lancetas: Son pequeñas agujas estériles –desechables- que permiten la obtención de pequeñas muestras de sangre.
Generalmente, todo glucómetro trae un manual que aclara dudas. Si tiene inquietudes, sugerimos  solicitar una orientación en la farmacia o local donde lo adquiera o llévelo a consulta con su médico tratante para información adicional.
Cómo usarlo
El dispositivo se utiliza de la siguiente manera:
  1. Tome su glucómetro y colóquelo en una superficie plana.
  2. Extraiga una tira reactiva del frasco o recipiente y colóquela en el extremo del glucómetro, calzando así los sensores dentro del mismo. Igualmente el paquete de tiras reactivas tiene las instrucciones precisas.
  3. Tome una lanceta (aguja estéril) para perforar su piel  (se puede utilizar en cualquier borde de los dedos de la mano previamente lavada y secada), esa muestra de sangre la coloca en el borde de la tira reactiva.
  4. Una vez colocada la gota de sangre en la tira, el dispositivo empezará la lectura y le arrojará la información en números que podrá observar en la pantalla del equipo.
Es importante que lleve el control de los resultados obtenidos por el glucómetro”
¿Diferencias con la muestra de sangre venosa?
Si bien el glucómetro es un dispositivo confiable, Rodríguez señala que sus usuarios deben tener en cuenta que una toma de glucemia capilar ofrece como resultado un número más bajo en relación con la toma de una glucemia venosa: la sangre venosa tiene mayor concentración de glucosa que la sangre capilar.
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HISTORIA 
  • 1970: Se lanzó el primer dispositivo portátil para medir la glucemia como alternativa de diagnóstico y control de pacientes con diabetes.
  • 1973: Científicos japoneses inventaron un instrumento con cable eléctrico, más liviano y fácil de operar.
  • 1979: Fue lanzado el primer glucómetro sin prescripción médica y los dispositivos se hicieron más sofisticados.
  • 1987: Se comercializó un aparato con tecnología electroquímica. Desde ese año, el glucómetro se ha convertido en instrumento clave e indispensable para el automonitoreo y control de la diabetes

miércoles, 18 de marzo de 2015

Tu amiga la insulina

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Si padeces de diabetes, quizá utilices insulina para reducir tu nivel de glucosa en la sangre, como millones de otras personas que también la padecen en todo el mundo. Gracias al tratamiento con insulina, esa enfermedad cuya cifra desafortunadamente va en ascenso, dejó de ser un diagnóstico  mortal para convertirse en una condición controlable. Entérate aquí sobre qué es la insulina exactamente, cómo funciona, así como de información valiosa para aplicar y almacenar a esa gran amiga de todo diabético.
¿Sabías que hasta hace poco menos de un siglo no se conocía la insulina ni su función? Aunque se habían realizado varias pruebas previas para aislar a la insulina y ha habido controversia sobre quién en realidad la descubrió, no fue hasta 1922 que los investigadores canadienses Frederick Grant Banting y Charles Best trataron exitosamente a una joven paciente diabética a punto de morir con extractos pancreáticos de origen animal que contenían insulina. Al año siguiente, en 1923 el descubrimiento de la insulina recibió el Premio Nobel en Fisiología y Medicina y desde entonces este compuesto se ha utilizado en el tratamiento de millones de pacientes como tú.  Por la importancia de ese logro médico, que convirtió a la diabetes de una enfermedad mortal en una enfermedad controlable, se escogió el 14 de noviembre, que fue el día del nacimiento del doctor Grant, como el Día Mundial de la Diabetes. Para que conozcas mejor a esa gran amiga que es la insulina, te explicamos su función y te indicamos cómo usarla y almacenarla.
Qué es la insulina y por qué la necesitamos
La insulina es una hormona producida en las células beta del páncreas, un órgano situado detrás del estómago que es también el encargado de segregar unas substancias llamadas encimas, que facilitan nuestra digestión.
La función de la insulina está relacionada con la manera en que el cuerpo procesa y distribuye la energía que obtiene de los alimentos que ingerimos.  Al igual que los automóviles necesitan gasolina para funcionar, o un electrodoméstico necesita la corriente eléctrica, nuestro cuerpo utiliza la energía que obtiene de la glucosa (conocida como azúcar). La glucosa es la fuente principal de energía de las células y la única que utilizan el cerebro y el sistema nervioso central. Sin embargo, las moléculas de glucosa no flotan simplemente en el torrente sanguíneo y entran por casualidad en la célula que les queda más cerca. La función de la insulina es acompañar a las moléculas de glucosa y “abrirles” la puerta de las células funcionando como una especie de llave o portero que les permite la entrada.
Después de cada comida, el nivel de la glucosa en la sangre sube, y el páncreas responde enviando suficientes “llaves” de insulina en el torrente sanguíneo para abrir las membranas celulares. Cuando la glucosa va entrando en las células, el nivel de glucosa en la sangre disminuye.  La diabetes surge cuando el páncreas no envía suficiente insulina o la que insulina enviada no puede “abrir” las células para que entre la glucosa y el cuerpo la utilice como energía.
La insulina y los tipos de diabetes
La diabetes tipo 1 afecta entre un 5 y un 10%  del todos los diabéticos y se caracteriza porque el páncreas no puede producir insulina (las células beta del páncreas son atacadas y destruidas por el sistema inmunológico). Los pacientes que padecen de diabetes tipo 1 necesitan inyectarse insulina para poder usar la glucosa de los alimentos. Ese es el tratamiento de este tipo de diabetes.
En el caso de la diabetes tipo 2 que representa entre el 90 y el 95% de todos los casos de diabetes, no se produce precisamente porque no producen insulina, sino porque ésta no puede abrir eficazmente las células (es lo que se conoce como resistencia a la insulina).  Los pacientes con diabetes tipo 2 necesitan, además de llevar una alimentación saludable y hacer ejercicio, si esto no es suficiente, tomar medicamentos o inyectarse insulina para que el organismo pueda utilizar la glucosa y convertirla en energía.
¿Se toma o se inyecta?
Para que la insulina resulte efectiva, hay que inyectarla en la grasa subcutánea (debajo de la piel) para que pueda entrar a la sangre. No puede administrarse en forma de pastilla, por ejemplo, porque se destruiría durante el proceso de la digestión.  La forma más común de administrarla en mediante una inyección, pero existen otros métodos como las plumas o bombas de insulina.
¿Cuántos tipos de insulina hay?
Si necesitas insulina tu médico te ayudará a escoger la más apropiada para ti, ya que existen varios tipos. En los Estados Unidos, por ejemplo, existen más de 20 tipos de insulina y se diferencian por la forma en que se fabrican y cómo actúan en el organismo (la rapidez con que actúan, cuánto dura su efecto y su potencia).
  • Toda la insulina que se utiliza en los Estados Unidos se procesa en laboratorios y la que se usa con más frecuencia es la de 100U (que significa 100 unidades por mililitro de líquido), pero se puede importar insulina de origen animal para uso personal.
  • Hay otras potencias, como 40U y 80U que se utilizan en otros países de Europa y América Latina. Si tienes que viajar o vives en otro país, ten en cuenta que el tamaño de la jeringa sea el adecuado para la potencia de la insulina.
  • Todos los tipos de insulina tienen componentes agregados que evitan que se desarrollen bacterias y mantienen un equilibrio neutral entre los ácidos y las bases que es lo que se conoce como ph.
Tipos de insulina
Previamente en vidaysalud te hemos informado sobre los diferentes tipos de insulina, pero volvemos a repasarlos para que los tengas bien presentes:
  • De acción rápida: comienza a actuar aproximadamente a los 15 minutos después de la inyección. Su máximo efecto tiene lugar en una hora más o menos y dura entre 2 y 4 horas. La más común es la lispro, la aspart y la glulisina.
  • Simple o de acción corta (humana): llega al torrente sanguíneo a la media hora después de la inyección, tiene su máxima acción a las 2 a 3 horas y el efecto se prolonga de 3 a 6 horas. La más común es la insulina regular.
  • De acción intermedia (humana): ingresa en el torrente sanguíneo de 2 a 4 horas después de la inyección, tiene su máxima acción entre las 4 y 12 horas después y es efectiva por un período de 12 a 18 horas. La más común es la insulina NPH.
  • De acción prolongada (ultralenta): llega al torrente sanguíneo de 6 a 10 horas después de la inyección y su efecto se prolonga de 20 a 24 horas. Unos ejemplos de esta insulina son la insulina glargina y detemir.
Existe también un tipo de insulina premezclada que puede resultar muy práctica y conveniente si a la persona se le dificulta extraer insulina de dos frascos distintos, o leer las instrucciones y las dosis por tener dificultades con la visión o el movimiento de las manos (debido a artritis, por ejemplo).  Esta insulina contiene generalmente una insulina de acción corta o rápida y una de acción intermedia.
Los tratamientos con insulina
Tu médico te recomendará un tratamiento con insulina para que puedas mantener tu nivel de glucosa dentro de un rango normal.  El tipo de diabetes influye en el tratamiento que por lo general se efectúa así:
  • En los pacientes con diabetes tipo 1, se comienza casi siempre con una rutina de 2 inyecciones de insulina al día con dos tipos de insulina distintas. En ocasiones, se puede aumentar a 3 o 4 inyecciones al día de insulinas de distinto tipo.  Este nivel de 3 a 4 inyecciones es el que mejor controla el nivel de glucosa y sirve para prevenir o retrasar complicaciones relacionadas con la diabetes, como los daños en los ojos, los riñones, las terminaciones nerviosas, etc.
  • En los pacientes con diabetes tipo 2 el tratamiento varía: en algunos casos bastará una inyección al día sin necesidad de pastillas para la diabetes. Otros pacientes pueden necesitar una sola inyección en la noche (a la hora de la cena o al irse a dormir), junto con pastillas para la diabetes. Si las pastillas dejan de hacer efecto, a veces, el paciente necesita aplicarse dos inyecciones al día con dos tipos de insulina distintas. Ocasionalmente se requieren más de 2 inyecciones diarias.
Cuándo y dónde debes inyectarte
La insulina se aplica subcutáneamente, eso significa en la grasa inmediatamente debajo de la piel, generalmente en la parte superior de los brazos, en los muslos (el frente y el costado) y en el abdomen (pero no muy cerca del ombligo, a 2 pulgadas de él).
  • Es importante rotar el área en donde te inyectas para evitar que se engrose la piel.
  • La insulina resulta más efectiva si sincronizas el momento en que empieza a actuar con el de tus comidas. La insulina simple, por ejemplo, es más eficaz si se inyecta 30 minutos antes de comer.
  • Si tienes dudas sobre el horario de las inyecciones y el mejor lugar para inyectarte consulta con tu médico para que te ayude a encontrar el patrón más efectivo para controlar tu diabetes.
Almacenando la insulina
  • Los fabricantes recomiendan almacenar la insulina en el refrigerador (hielera o nevera), pero si te inyectas la insulina fría te causará dolor. Para contrarrestar el efecto, los fabricantes aconsejan guardar el envase de insulina que estás usando a la temperatura ambiente. Si la dejas a la temperatura ambiente, el frasco se conserva en buen estado durante 1 mes.
  • Si compras más de un frasco a la vez, guarda los otros envases en el refrigerador. Cuando empieces a usar un envase, sácalo con anticipación antes de usarlo para que tome la temperatura ambiente y no te duela tanto la inyección.
  • Evita guardar la insulina a temperaturas extremas, ni muy frías (en el congelador) ni tampoco en áreas donde reciba el sol directo o haga mucho calor.
  • Revisa con cuidado la fecha de vencimiento y nunca uses insulina vencida o que tenga decoloración o partículas extrañas dentro del frasco.
Cuidado con las jeringas
  • Mantén la aguja limpia conservándola siempre tapada.
  • Limpia la aguja con alcohol antes de usarla, lo que también ayudará a que se deslice mejor dentro de la piel.
  • No dejes que la aguja toque ninguna otra cosa que tu piel limpia y la parte superior del frasco de insulina.
  • No compartas las agujas con ninguna otra persona.
  • Cuando la aguja de la jeringa esté opaca o se tuerza, o si ha estado en contacto con una superficie que no sea tu piel ni el frasco de insulina, descártala. Ten presente que las jeringas son residuos médicos que deben manejarse con cuidado. Si puedes hacerlo sin peligro, retira la aguja, pero no uses tijeras para cortarla para que no te lastimes tú u otras personas a tu alrededor.
Hay otros métodos de aplicarte la insulina.  En este artículo hablamos de las ventajas y desventajas de las bombas de insulina. En este otro hablamos de la insulina inhalada. Ahora ya tienes una idea un poco más clara de la insulina y cómo funciona. Conviértela en tu mejor aliada para mantener tu nivel de glucosa dentro de un rango normal. Con el tiempo y la práctica sabrás exactamente cuando la necesitas y cuál tipo de insulina resulta más efectivo.  Tu insulina y un estilo de vida saludable son tus mejores aliados para combatir la diabetes.