Cuando pensamos en las complicaciones de la diabetes suelen venir a nuestra mente problemas oculares, renales, del corazón e incluso de las extremidades y, si bien todas esas complicaciones son reales y pelgrosas, la mayoría de las veces nos olvidamos (o desconocemos) que todas ellas son debidas a un problema de base mucho mayor producido por la diabetes y, que además, es sumamente difícil de tratar: La Enfermedad Microvascular.
El daño microvascular en el paciente diabético consiste en el daño que sufren los pequeños capilares arteriales de la circulación terminal los cuales se obstruyen progresivamente debido al efecto deletéreo de la glicemia elevada generando áreas de "microinfarto" en prácticamente todos los tejidos afectados; de ellos los más comunes son el daño renal y la lesión del ojo por diabetes siendo esta última sumamente importante no sólo por la connotación y los efectos negativos sobre el paciente sino también porque en el ojo el médico puede detectar casi a simple vista el estado general de los vasos sanguíneos permitiéndole detectar precozmente la enfermedad microvascular lo cual redundará en la implementación de terapias acordes a tiempo que prevendrán no sólo la retinopatía diabética, sino también el efecto de la oclusión de los pequeños capilares arteriales en otras áreas de la anatomía como el corazón, los riñónes e incluso las extremidades inferiores; esto se debe a que las lesiones microvasculares por diabetes no son exclusivas de una anatómica específica; por el contrario se trata de una enfermedad difusa que afecta prácticamente todos los órganos y sistemas corporales poniendo en riesgo tanto la función del órgano como la vida del paciente.
A fin de evitar esta temible complicación lo más importante es lograr un control óptimode la diabetes dado que si la glicemia (y la hemoglobina glicosilada) se mantienen dentro del rango normal es muy poco probable que se desarrollen complicaciones crónicas de la diabetes tales como la enfermedad microvascular y todas las patologías a ella asociadas. Además del control de los niveles de azúcar en la sangre, los pacientes diabéticos deben participar en actividades físicas aeróbicas al menos 3 veces por semana; este tipo de ejercicio cardiovascular les permitirá no sólo mantenerse en buena forma física sino también maximixar el efecto de los medicamentos para la diabetes (los cuales funcionan mejor cuando el paciente hace ejercicio) y a la vez evitar complicaciones crónicas de tipo vascular.
Si no se toman medidas a tiempo y la enfermeda microvascular de la diabetes ya se ha presentado aún existen opciones terapéuticas que permitirán mitigar el daño y evitar la progresión de la enfermedad; entre ellas se encuentran una vez más el control de la glicemia (con insulina de ser posible) y el ejercicio pero además se pueden sumar medicamentos vasodilatadores periféricos, drogas para el control del colesterol en sangre y fármacos que aumeten la flexibilidad de la pared ceular de los glóbulos rojos a fin de permitir que la sangre logre sortear las obstrucciones microvasculares y llegue a los tejidos.
Es importante señalar que los pacientes con daño del lecho microvascular no son susceptibles de tratamientos quirúrgicos del tipo "puente vascular (bypass)" o angioplastias dado que la enfermedad no afecta a los vasos mayores de 3 mm de diámetro salvo que coexistan daño macrovascular (arterias mayores de 3 mm) y microvascular; en estos casos el abordaje mixto farmacológico-quirúrgico es indispensable para evitar lesiones a los órganos diana como son el corazón, riñones y miembros inferiores.
En todo caso el control estricto de la glicemia, la actividad física regular y el control estricto con el médico son garantía de prevención de complicaciones de la diábetes, detección precoz si ocurriesen y tratamiento oportuno cuando este hubiere lugar.
¿Hace cuánto que no consulta con su médico endocrinólogo respecto a su diabetes o la de un familiar? ...
Fuente: tusaludvascular.com
El daño microvascular en el paciente diabético consiste en el daño que sufren los pequeños capilares arteriales de la circulación terminal los cuales se obstruyen progresivamente debido al efecto deletéreo de la glicemia elevada generando áreas de "microinfarto" en prácticamente todos los tejidos afectados; de ellos los más comunes son el daño renal y la lesión del ojo por diabetes siendo esta última sumamente importante no sólo por la connotación y los efectos negativos sobre el paciente sino también porque en el ojo el médico puede detectar casi a simple vista el estado general de los vasos sanguíneos permitiéndole detectar precozmente la enfermedad microvascular lo cual redundará en la implementación de terapias acordes a tiempo que prevendrán no sólo la retinopatía diabética, sino también el efecto de la oclusión de los pequeños capilares arteriales en otras áreas de la anatomía como el corazón, los riñónes e incluso las extremidades inferiores; esto se debe a que las lesiones microvasculares por diabetes no son exclusivas de una anatómica específica; por el contrario se trata de una enfermedad difusa que afecta prácticamente todos los órganos y sistemas corporales poniendo en riesgo tanto la función del órgano como la vida del paciente.
A fin de evitar esta temible complicación lo más importante es lograr un control óptimode la diabetes dado que si la glicemia (y la hemoglobina glicosilada) se mantienen dentro del rango normal es muy poco probable que se desarrollen complicaciones crónicas de la diabetes tales como la enfermedad microvascular y todas las patologías a ella asociadas. Además del control de los niveles de azúcar en la sangre, los pacientes diabéticos deben participar en actividades físicas aeróbicas al menos 3 veces por semana; este tipo de ejercicio cardiovascular les permitirá no sólo mantenerse en buena forma física sino también maximixar el efecto de los medicamentos para la diabetes (los cuales funcionan mejor cuando el paciente hace ejercicio) y a la vez evitar complicaciones crónicas de tipo vascular.
Si no se toman medidas a tiempo y la enfermeda microvascular de la diabetes ya se ha presentado aún existen opciones terapéuticas que permitirán mitigar el daño y evitar la progresión de la enfermedad; entre ellas se encuentran una vez más el control de la glicemia (con insulina de ser posible) y el ejercicio pero además se pueden sumar medicamentos vasodilatadores periféricos, drogas para el control del colesterol en sangre y fármacos que aumeten la flexibilidad de la pared ceular de los glóbulos rojos a fin de permitir que la sangre logre sortear las obstrucciones microvasculares y llegue a los tejidos.
Es importante señalar que los pacientes con daño del lecho microvascular no son susceptibles de tratamientos quirúrgicos del tipo "puente vascular (bypass)" o angioplastias dado que la enfermedad no afecta a los vasos mayores de 3 mm de diámetro salvo que coexistan daño macrovascular (arterias mayores de 3 mm) y microvascular; en estos casos el abordaje mixto farmacológico-quirúrgico es indispensable para evitar lesiones a los órganos diana como son el corazón, riñones y miembros inferiores.
En todo caso el control estricto de la glicemia, la actividad física regular y el control estricto con el médico son garantía de prevención de complicaciones de la diábetes, detección precoz si ocurriesen y tratamiento oportuno cuando este hubiere lugar.
¿Hace cuánto que no consulta con su médico endocrinólogo respecto a su diabetes o la de un familiar? ...
Fuente: tusaludvascular.com
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