Diabetes Gestacional y Diabetes Tipo 2.
Las mujeres obesas que contraen diabetes durante el embarazo, y entonces aumentan 11 libras (5 kg) o más tras dar a luz, tienen un riesgo más de 40 veces más alto de contraer diabetes tipo 2, según un nuevo estudio.La diabetes que se desarrolla durante el embarazo se llama diabetes gestacional. Aunque este tipo de diabetes a menudo desaparece tras el embarazo, se sabe desde hace mucho que las mujeres que han tenido la enfermedad tienen un riesgo más alto de contraer diabetes tipo 2 en un momento posterior de su vida. La información de respaldo del nuevo estudio indicaba que hasta un tercio de las mujeres con diabetes tipo 2 tenían antecedentes de diabetes gestacional.
El exceso de peso es un factor de riesgo tanto para la diabetes gestacional como para la diabetes tipo 2, según los investigadores.
“Nuestros hallazgos muestran la importancia de mantener un peso corporal saludable antes y después del embarazo”, dijo la investigadora principal la Dra. Cuilin Zhang, científica superior de la rama de epidemiología del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de EE. UU.
“Las mujeres deberían intentar mantener un peso corporal saludable a lo largo de sus vidas para reducir el riesgo de diabetes”, añadió Zhang.
El informe aparece en la revista Diabetologia.
El Dr. Mitchell Roslin, jefe de cirugía para la obesidad del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York, afirmó que la diabetes tipo 2 no es una ocurrencia repentina, sino que se desarrolla a lo largo del tiempo.
“Es probablemente un proceso de 15 años que empieza con la resistencia a la insulina a medida que las células del páncreas empiezan a funcionar peor”, dijo. “Cuando una mujer tiene diabetes gestacional, eso indica que ya está en camino hacia la diabetes, e incluso aumentar una pequeña cantidad de peso puede hacerle cruzar el umbral”.
Roslin dijo que la paciente más común que ve es una mujer que aumenta de peso durante y después de varios embarazos. “Se vuelve un círculo vicioso”, dijo.
La única manera para que estas mujeres eviten o retrasen el desarrollo de la diabetes tipo 2 es perder peso y hacer ejercicio, sugirió Roslin. “El ejercicio es muy importante”, dijo. “Hay un gran vínculo entre el ejercicio y la mejora con respecto a la resistencia a la insulina”.
Para el estudio, Zhang y sus colaboradores recogieron los datos de casi 1,700 mujeres que participaron en el Estudio sobre la salud de las mujeres y la diabetes, y que desarrollaron diabetes gestacional, entre 1991 y 2001.
Los investigadores hallaron que a lo largo de 18 años de seguimiento, 259 mujeres contrajeron diabetes tipo 2. El riesgo de contraer diabetes tipo 2 aumentó un 27 por ciento por cada 11 libras (5 kilos) que aumentaba una mujer tras contraer diabetes gestacional (independientemente de cuál fuera su peso previo al embarazo), según los investigadores.
Pero para las mujeres que ya eran obesas cuando desarrollaron la diabetes gestacional, aumentar 11 libras o más se asoció con un riesgo 43 veces más alto de desarrollar diabetes tipo 2, en comparación con las mujeres que no eran obesas y que aumentaron menos de 11 libras tras haber contraído diabetes gestacional, halló el grupo de Zhang.
El riesgo de contraer diabetes tipo 2 persistió incluso tras tomar en cuenta factores como la edad, los antecedentes familiares de diabetes, la dieta, la actividad física, la lactancia y el tiempo que había pasado desde el embarazo, hallaron los autores del estudio.
Un estudio reciente en la edición de abril de la revista Obstetrics & Gynecology reportó que casi la mitad de las mujeres embarazadas aumentan más peso que el recomendado durante el embarazo.
“Esto es un problema, porque aumentar demasiado de peso tiene consecuencias para la salud tanto para las madres como para los bebés”, advirtió la coautora del estudio, Andrea Sharma, epidemióloga de la Rama de Salud Materna e Infantil de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Durante el embarazo, las mujeres que tienen un peso normal al principio de la gestación deberían aumentar generalmente entre 25 y 35 libras (entre 11.3 y 15.8 kg), según las directrices del Instituto de Medicina (IOM). Las mujeres que tienen un peso por debajo del normal cuando empieza el embarazo deberían intentar ganar entre 28 y 40 libras (entre 12.7 y 18.1 kg), y se recomienda que las mujeres que son obesas al inicio del embarazo no aumenten más de 11 a 20 libras (entre 5 y 9 kg), según el IOM.
Parte del peso excesivo aumentado podría resultar de malas interpretaciones, dijo la Dra. Karen Cooper, obstetra y ginecóloga y directora del programa Be Well Moms de la Clínica Cleveland.
“La mayoría de las mujeres sienten que el embarazo es el momento en que el peso no importa y es una oportunidad para comer todo lo que se quiera”, dijo Cooper, que no participó en el nuevo estudio. “La mayoría cree el mito de que el peso se perderá rápida y fácilmente tras el parto”.
Fuente: saludintegraldelamujer.com
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