Siempre
he pensado que algunos algoritmos y lineamientos clínicos para el
cuidado y control de los diferentes tipos de diabetes son planos. Como
si se tratara únicamente de fórmulas matemáticas con las que se pudiera
anticipar y planear para evitar desarreglos. Veo, con frecuencia, a mis
amigos profesionales de la salud quejándose en sus redes sociales y en
pláticas informales sobre el mal comportamiento glucémico en algunos de
sus clientes y de vez en cuando señalando a los individuos mismos por la
mala toma de decisiones o mal empleo de los dispositivos médicos.
Uno
pensaría que el control de los niveles de glucosa en sangre se basa en
tres puntos a) el alimento ingerido b) el nivel de actividad física y c)
la correcta dosificación de insulina o de fármacos prescritos.
Por
supuesto, se lee sencillo. En la vida real la historia es distinta. Son
N factores los que tienen un efecto en los niveles de glucosa en
sangre. No sólo se trata de un conteo preciso de hidratos de carbono y
de una agenda estricta en cuanto a tiempos de comida y otras
actividades. Entran al juego las emociones, las hormonas, la preparación
de algunos alimentos, la zona de absorción de la insulina, la zona del
cuerpo ejercitada, la dosis de insulina a bordo, la limpieza y buen
funcionamiento de los dispositivos de aplicación, la exactitud del
equipo empleado para la medición de glucosa capilar y cientos de
factores que no forzosamente tienen como culpable a la persona y que
mencionar aquí me tomaría demasiado tiempo.
Lo
cierto es, que la tecnología disponible en algunos países es gran
coadyuvante y que en algunos casos logran facilitar la toma de
decisiones y el aprendizaje.
La
hipoglucemia sin síntomas de alarma es un tema atemorizante del que
poco o casi nada se dice. En algunas personas no es detectada hasta que
se tiene el primer "incidente" de hipoglucemia severa. Y de verdad,
insistiré: nadie en el mundo quiere un episodio de hipoglucemia severa.
Aquellas
personas que llevan terapias intensificadas con múltiples dosis de
insulina o microinfusoras de insulina son quizá quienes corran mayor
riesgo de una hipoglucemia. La Educación en Diabetes con frecuencia
incompleta es en parte culpable pues un error (inevitables solo porque
somos humanos) en alguno de los cálculos requeridos podría llevar a la
persona a un episodio de hipoglucemia de una gravedad incierta. Manejar
objetivos muy estrechos y bajos de niveles de glucosa en sangre tendrán a
largo plazo la ventaja de mantenernos lejos de algunas complicaciones y
atrasarán la aparición de muchas otras pero el precio que quizá se
pague es un episodio de vez en cuando de hipoglucemia.
Ya
se ha evaluado el daño de un episodio de hipoglucemia severa no sólo
desde la perspectiva fisiológica sino desde la perspectiva emocional, la
afectación en el núcleo familiar y los daños a la salud mental
posterior. Sin embargo, aquellas herramientas que tienen la capacidad de
ayudar en estos escenarios siguen sin estar disponibles para todo quien
lo necesite.
Las
nuevas microinfusoras (Medtronic) se acompañan de funciones útiles para
quienes cuentan ya con la certeza de tener hipoglucemia sin síntomas de
alarma. Estas microinfusoras se acompañan de un sensor para la medición
continua de glucosa. Cuando el sensor detecte cierto nivel de glucosa
en sangre (personalizable por el equipo de profesionales sanitarios en
conjunto con el usuario) la infusión de insulina podrá detenerse y se
emitirá una alerta. Estos temas son particularmente útiles pues el
individuo podrá configurar la suspensión en un nivel donde sea aún capaz
de atender un episodio de hipoglucemia moderada por si mismo y evitará
que la glucosa siga en descenso tras la suspensión de infusión. Los
nuevos sistemas permiten que el aparato mismo re-inicie la infusión al
detectarse un nivel óptimo de glucosa en sangre y muestra incluso
algunos patrones (si la glucosa va a la alza o a la baja). Más
interesante imposible. Dichosos aquellos que tienen acceso a estas
tecnologías. El costo de las mismas es tremendamente elevado pues su
construcción, distribución y control de calidad es igualmente costoso.
Es
siempre en países como México que un sector extremadamente reducido es
quien tendrá acceso y verá los beneficios de esta inversión en salud a
largo plazo.
Hoy
vemos que IBM y Medtronic trabajan en alianza para el desarrollo de una
aplicación que tomará en cuenta toda la data de los dispositivos para
vaciarla y analizar tendencias de los niveles de glucosa en sangre.
Según se lee en las noticias publicadas el día de hoy esta aplicación
podrá incluso sugerir acciones al usuario. Incluso se podrá compartir la
información con otros dispositivos móviles y el usuario podrá ver la
data en su teléfono móvil o reloj inteligente.
Una
vez más nosotros en el rincón más alejado del mundo esperamos noticias.
Ya veremos (aunque sea en otros) los beneficios de estas herramientas.
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