La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que se desarrolla durante el embarazo en donde los niveles de azúcar están por encima de los valores normales pero no sólo en la madre, esto también afecta al bebé. Por esta razón es tan importante tener un adecuado control de la glicemia después de que se ha realizado el diagnóstico.
El primer paso para el tratamiento es mantener una dieta balanceada, baja en grasas y azúcares y acompañarla con una buena rutina de ejercicios acorde para la mujer embarazada. Si luego de 1 o 2 semanas con el plan de alimentación y ejercicio no consigues mantener la glicemia en los valores deseados en un 80% de los controles, debes iniciar tratamiento farmacológico. Igualmente en el caso de que ya se observen alteraciones fetales como macrosomía (aumento del peso del feto fuera de lo normal) o valores glicémicos muy elevados se iniciará de una vez el tratamiento médico.
Aunque se han realizado estudios con el uso de hipoglicemiantes orales tipo Metformina y Glibenclamida, todavía no son suficientes las evidencias encontradas para decir que su uso es seguro durante el embarazo. Por esta razón el medicamento de elección es la Insulina, de preferencia la humana para así disminuir la posibilidad de que el bebé desarrolle anticuerpos anti-insulina.
El tratamiento consiste en realizar 2 o 3 dosis al día de insulina al día antes de las comidas. Se debe iniciar con dosis bajas (0.2 u / kg / día) e ir aumentando progresivamente según como sea la respuesta de cada uno. Debemos saber que es un tratamiento individualizado, ya que esto va a depender de los valores de glicemia, la masa corporal y el estilo de vida de cada uno.
Un control óptimo de glicemia para una paciente que esté en tratamiento con dieta + insulina consiste en 5 tomas al día (en ayunas, antes y de la comida y 2 horas después del almuerzo y la cena). Como sabemos que las mujeres que están en este tratamiento suelen angustiarse por el diagnóstico y es una rutina nueva que deben agregar a su vida deben saber que lo ideal son al menos 3 controles al día (en ayunas y antes del almuerzo y de la cena).
Debes saber que este tratamiento no será de por vida, después del parto puedes suspender el tratamiento pero recuerda realizarte controles de la glicemia eventuales para verificar que todo haya vuelto a la normalidad y acudir nuevamente al médico entre las 6 y 12 semanas después del parto para un despistaje de Diabetes Mellitus. Recuerda este es un tratamiento donde la constancia es muy importante para lograr el éxito.
Fuente: blogesp.diabetv.com
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