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lunes, 28 de diciembre de 2015

¿Es necesario esperar para comer después de inyectarte insulina?


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Si tienes diabetes tipo 2 y te inyectas insulina, probablemente te hayan dicho que necesitas esperar unos 20 minutos para comer después de inyectarte. Un estudio alemán afirma que no es necesario. ¿Qué hay de cierto? 
Muchos diabéticos del tipo 2 necesitan inyectarse insulina antes de comer. Hay distintos tipos de insulina, de acción más o menos rápida en el organismo. Las personas que se inyectan la insulina simple de acción corta (insulina humana), por lo general deben esperar unos 20 minutos para comer después de inyectarse para que la hormona tenga tiempo de actuar y así evitar subidas rápidas de la glucosa (azúcar) en la sangre. Pues bien, un estudio realizado en Alemania y publicado en Diabetes Care, afirma que esa espera no es necesaria. ¿Será cierto?
Veamos lo que descubrieron los investigadores alemanes al evaluar a aproximadamente 100 pacientes con diabetes tipo 2. Durante 4 semanas, a un grupo de 49 de esos pacientes, se le indicó esperar unos 20 minutos para comer después de inyectarse la insulina humana.  Al cabo de ese tiempo, se les pidió a los participantes que comieran inmediatamente después de la inyección, repitiendo el proceso durante 4 semanas también. Un segundo grupo de 48 pacientes hizo lo mismo pero a la inversa, comiendo inmediatamente después de la inyección durante 4 semanas y esperando unos 20 minutos durante las 4 semanas restantes.
Mediante una prueba de sangre que mide los niveles promedio de glucosa con el paso del tiempo, los investigadores encontraron que todos los participantes tuvieron por lo general, niveles de glucosa en la sangre más altos de lo ideal, pero la diferencia en esos niveles entre los períodos en los que esperaron o no para comer después de inyectarse la insulina resultó en un insignificante 0.08 por ciento.
Los participantes también reportaron aproximadamente el mismo número de episodios de niveles altos de glucosa entre los dos períodos de espera, y alrededor del 87 por ciento de ellos afirmaron que preferían no tener que esperar esos 20 minutos antes de comer.
Los resultados del estudio implican que muchos pacientes podrían optar por cambiar de un tipo de insulina de acción rápida, más costosa y que no requiere tiempo de espera para comer, a la insulina simple de acción corta, más económica. Además, al no tener que contar los minutos, el tratamiento se hace mucho más fácil para el diabético. A pesar de eso, los investigadores recomiendan que no se haga ningún cambio en la rutina habitual sin consultar antes con el médico y advierten también que estos resultados no se aplican a los pacientes de diabetes tipo 1, cuyos páncreas producen muy poca o ninguna insulina.
Independientemente del tiempo de espera, la Asociación Americana de la Diabetes recomienda lo siguiente al inyectarte insulina:
  • Recuerda que las inyecciones de insulina actúan más rápidamente si las aplicas en el abdomen y lo hacen más lentamente si se aplican en los muslos o en los glúteos.
  • Evita inyectarte la insulina en el mismo sitio siempre, pero debes mantenerte en la misma zona del cuerpo (cambia de sitio alrededor del abdomen, o del muslo, por ejemplo).
  • Si te inyectas siempre en el mismo sitio, pueden formarse bultos duros o depósitos de adiposidad. Además de antiestético, la acción de la insulina se dificulta.
  • Si tienes duda en dónde aplicarte la insulina, consulta con tu médico.
¿Te sería más sencillo tu tratamiento si no tuvieras que esperar? Por supuesto que es mucho más fácil no tener que estar pendiente del reloj para sentarte a la mesa y muchas veces, no es práctico. Pero hazle caso a los expertos y no hagas ningún cambio en tu terapia de insulina sin consultar antes con tu médico.

martes, 22 de abril de 2014

las mujeres jovenes diabeticas tipo 2 tienen mayor riesgo de problemas cardíacos

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Los diabéticos tienen el doble de riesgo de sufrir de enfermedades del corazón que los que no tienen diabetes. Ahora, un nuevo estudio confirma que esto sucede de la misma manera en las mujeres jóvenes, que no tienen ningún otro factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares más que la diabetes tipo 2. Descubre más detalles sobre este hallazgo y cómo proteger a tu corazón.
La diabetes tipo 2 es una enfermedad que se caracteriza por elevación en el nivel de azúcar o glucosa en la sangre, y es una condición que va en aumento en todo el mundo. En parte, a su asociación con la epidemia de sobrepeso y obesidad, a una alimentación poco saludable y al sedentarismo, característico del estilo de vida actual.
Algunos alimentos que comemos se convierten, a través de la digestión, en glucosa, la fuente principal de energía que el cuerpo utiliza para realizar sus funciones.  Pero en las personas con diabetes, la hormona insulina, que es la encargada de permitir que la glucosa entre a las células, o no funciona bien o no se produce en suficiente cantidad. Por eso, el azúcar o glucosa se va acumulando en la sangre y las personas con diabetes  tienen que tener ciertos cuidados con su dieta, y (a menos que por cuestiones de salud haya alguna restricción) deben practicar ejercicio regularmente y, si es necesario tomar (y/o inyectarse) medicamentos para mantener esos niveles controlados.
Si la diabetes no se controla, con el paso del tiempo puede ir dañando distintas partes de tu cuerpo y deteriorando tu salud. Por ejemplo, puede provocar problemas en los riñones (como falla renal), daño a los nervios, lesiones en los ojos (retinopatía diabética), problemas digestivos (gastroparesia), disfunción eréctil y dificultades sexuales tanto en los hombres como en las mujeres, así como problemas en las encías.
A esta lista hay que agregar los problemas del corazón o cardiovasculares, como ataques cardíacos, ataques cerebrovasculares o enfermedad arterial periférica. Ahora, un estudio reciente ha encontrado que esta complicación también puede afectar a las mujeres jóvenes con diabetes tipo 2, de manera independiente y sin importar si tienen los niveles de azúcar en la sangre controlados o no.


Se trata de un hallazgo que ha sido presentado en las Sesiones de Investigación de la Hipertensión 2013, de la Asociación Americana del Corazón, según el cual las mujeres jóvenes que todavía no han pasado por la menopausia y tienen diabetes tipo 2, tienen más riesgo de sufrir de enfermedades del corazón.
Para llegar a estos resultados, unos investigadores de Blossom DMO Argentina y el CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de dicho país) analizaron los datos de más de 1,200 mujeres con y sin diabetes tipo 2, de 19 a 84 años de edad, a las que les tomaron exámenes de imágenes por ultrasonido para medir la presencia de depósitos de placa o coágulos en sus arterias carótidas, que son dos vasos sanguíneos grandes que van por el cuello y le proporcionan sangre al cerebro.
Tras analizar las imágenes obtenidas, los investigadores notaron que, independientemente de la edad, la historia familiar, si habían sido fumadoras o no, tenían presión alta o eran menopáusicas, el desarrollo de placa o coágulos sanguíneos era más común entre las casi 300 mujeres con diabetes tipo 2, comparado con las casi mil que no tenían diabetes.
La placa está constituida por depósitos de grasa y otras sustancias, que se acumulan en el interior de las paredes de los vasos sanguíneos cuando estos se han estrechado, y es lo que se llama aterosclerosis. Esa placa que se forma en las paredes de las arterias, no sólo las endurece sino que además puede bloquear parcial o totalmente el paso de la sangre y causar infartos y/o derrames cerebrales, que pueden poner en riesgo la vida de la persona.
Por eso, si bien los datos y las conclusiones de este estudio deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada y aprobada por profesionales y no determinan que la diabetes sea la causa de los problemas del corazón, sino establece una relación entre ambas afecciones, los investigadores recomiendan que es importante controlar el corazón de las mujeres jóvenes con diabetes tipo 2, aún cuando no tengan otros factores de riesgo de enfermedad cardíaca.
Mientras tanto, si te han diagnosticado diabetes tipo 2, no importa la edad que tengas, a continuación te damos algunas sugerencias para que controles la diabetes y mantengas a tu corazón sano:
  1. Hazte un análisis de sangre llamado A1C, que brinda una evaluación aproximada del nivel de azúcar durante los tres meses anteriores.
  2. Controla tu presión arterial, tu colesterol y tus triglicéridos.
  3. Lleva una dieta sana (que incluya fibra proveniente de cereales y panes integrales, frijoles (habichuelas, porotos), frutas y vegetales) y evita el exceso de grasas.
  4. No fumes o deja de hacerlo.
  5. Haz ejercicio todos los días.
Ahora ya lo sabes.  Aunque seas joven y tengas tu diabetes tipo 2 bajo control, préstale atención a la salud de tu corazón. Con estos cuidados y los que el médico te indique, podrás mantener una mejor calidad de vida por más tiempo