A fin de innovar en tratamientos
naturales de fácil acceso a la población mexicana para combatir
diabetes, científicos de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC)
desarrollaron una jalea a base de cáscara de granada que cumple como
alimento funcional al disminuir los niveles de glucemia, es decir, el
exceso de azúcar en sangre.
La cáscara de granada mexicana es
abundante en polifenoles del tipo elagitatinos que son compuestos
bioactivos con capacidad antioxidante y generadores de ácido elágico,
sustancia activa de la jalea que también tiene propiedades
antitumorales, antibacterianas, antiparasitarias, antiinflamatorias,
entre otras.
A diferencia de la granada de la India
en la que sus hojas son utilizadas como tratamiento de pacientes con
diabetes mellitus en la medicina tradicional, la cáscara del fruto
mexicano contiene mayor concentración de ácido elágico, por lo tanto al
momento de procesarla se obtuvo un producto mas concentrado, hecho que
permitió reducir casi diez veces la dosis efectiva.
La doctora en biología experimental de
la UAdeC, Janeth Ventura, indicó que para elaborar la jalea primeramente
se realizó una extracción sencilla de los compuestos de la cáscara de
granada a través de un método tradicional denominado decocción acuosa
semicontinua que consiste en hervir en agua la corteza del fruto para
extraer los elagitaninos.
A partir de ello se obtuvo un
concentrado que después de un proceso de deshidratación se analizó para
saber que compuestos capaces de ayudar al tratamiento de diabetes
contenía, evidenciado así la presencia de ácido elágico.
Una vez analizado el extracto, para
realizar la jalea se buscó sustituir la pectina y el azúcar de mesa, ya
que la combinación de estas sustancias otorga la consistencia y sabor
dulce típico de estos alimentos. Para lo cual en esta investigación se
utilizaron otros polisacáridos de origen vegetal que no requieren azúcar
para generar la viscosidad adecuada.
Como primer resultado de la combinación
se obtuvo un producto amargo, y por ello en la búsqueda de alguna
sustancia edulcorante que no dañara la salud de personas con altos
niveles de azúcar se utilizó sucralosa, que es un endulzante no calórico
de uso común entre personas con diabetes.
Para comprobar su aceptabilidad de sabor
se hizo un análisis sensorial con estudiantes de la universidad quienes
finalmente seleccionaron la formulación con el mayor nivel de agrado.
También se hicieron los análisis de calidad alimentaria que incluyen la
información nutrimental y las especificaciones microbiológicas.
Posteriormente se realizó un análisis
biológico in vitro para comprobar que el ácido elágico se encontrará en
la jalea y mantuviera su actividad antioxidante, ya que al mezclarse con
el resto los componentes del alimento existía el riesgo de perder el
efecto de la sustancia activa.
Al comprobar que el ácido se mantenía en
la mezcla se experimentó con ratones diabéticos y no diabéticos para
probar sus efectos en la salud.
Fue a partir de ello que se detectó que
en los roedores en ayuno hubo reducción de glucemia, disminución en el
estrés oxidativo, así como un mejoramiento en la curva de tolerancia a
la glucosa y los niveles de insulinemia, en otras palabras, los niveles
de glucosa y de insulina en la sangre mejoraron después de dos semanas
de consumir el alimento funcional.
La investigadora de alimentos en el área
de laboratorios de análisis sensorial en la UAdeC, enfatizó que en esa
institución se busca la revalorización de materias poco aprovechadas, es
decir, no se utiliza la fruta si no el desperdicio de ella como las
cáscaras y semillas para extraer bioactivos o nutracéuticos, sustancias
químicas que se encuentran en pequeñas cantidades en las plantas y
ciertos alimentos como frutas, verduras, nueces, aceites y granos
integrales y promueven buena salud en el cuerpo.
La doctora Janeth Ventura indicó que el
siguiente paso es realizar los trámites para la investigación clínica
que consiste en hacer estudios de la jalea en personas para determinar
sus efectos. También se busca comenzar a experimentar con nuevas
alternativas de edulcorantes no calóricos como stevia.
Por otro lado, se pretenden desarrollar
sistemas de liberación prolongada para asegurar que los bioactivos no
pierdan su función durante el proceso digestión.
La especialista subrayó que la jalea no cuenta con patente y que su proceso de elaboración es de conocimiento público.
La investigación duró aproximadamente
tres años y medio y se hizo en conjunto con el doctor Francisco Javier
Alarcón Aguilar perteneciente al Departamento Ciencias de la Salud de la
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Iztapalapa.
A decir de la doctora, la jalea es un
alimento funcional ya que se comprobó que este producto otorga un efecto
benéfico a la salud, ayuda a prevenir o tratar enfermedades, mejorando
el estado de salud de quien la consume
No hay comentarios.:
Publicar un comentario