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lunes, 12 de mayo de 2014

Dieta alimentos que nos ayudan a dormir mejor

La dieta influye en la calidad del sueño y escoger erróneamente lo que cenamos puede elevar el riesgo de sufrir diabetes y otras enfermedades Comer más sano para dormir mejor y, por ende, tener una óptima calidad de vida. El estado emocional -el estrés y las preocupaciones- ocupa un papel relevante en el sueño pero también la alimentación. Es por esto que antes de ir al médico porque llevamos unas semanas durmiendo mal, habría que revisar qué estamos comiendo que pueda perjudicarnos y ponerle solución.

Dormir poco y mal puede alterar nuestos genes, tal y como indica una investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Asimismo, tener un sueño poco reparador eleva el riesgo de padecer diabetes, obesidad y otras enfermedades cardiovasculares.

La serotonina y la melatonina son dos sustancias químicas que desempeñan una función determinante en el equilibrio del sueño, hecho por el que deben estar presente en el organismo en la cantidad justa. La liberación de ambos neurotransmisores depende de la disponibilidad de un amionácido, el triptófano,presente en algunos alimentos que favorecerá que las noches sean más apacibles.

La carne roja, el pescado, las aves de corral, los huevos y los lácteos -queso y yogures- son alimentos ricos en triptófano, así como la avena, los dátiles y las bayas de soja. Los tomates, los plátanos, las legumbres como los garbanzos, el arroz y los frutos secos -almendras y cacahuetes- también tienen un efecto relajanteque propicia el sueño.

Una cena solo a base pescado, frutas del bosque -cerezas, fresas y frambuesas- y leche no es muy recomendable si se hace a diario pero añadir alguno de estos apetecibles elementos en la última comida del día puede ser acertado a la hora de conciliar el sueño y mantenerlo durante toda la noche.

La nutricionista Carla Sánchez Zurdo explica que las personas con niveles altos de ácidos grasos omega 3 y omega 6 «suelen contar con mayor capacidad para conseguir un sueño largo y profundo». Estos elementos podemos encontrarlos en algunos pescados azules como las sardinas, el salmón o la caballa, en los blancos como el fletán, la perca y el bacalao, en frutos secos y en el aceite de oliva y de girasol.


En el caso de las fresas y las cerezas fue un grupo de investigadores de la Universidad de Extremadura quien llegó a la conclusión de que estos frutos contienen triptófano y su fácil ingesta por su ligereza contribuyen a mejorar la calidad y duración del sueño a cualquier edad, aunque el hecho es más evidente en ancianos.

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