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lunes, 31 de julio de 2017

Científicos crean un parche y logran cicatrizar pie diabético con miel de abeja



miércoles, 26 de julio de 2017

Tras 20 años de trabajo, vacuna para diabetes tipo 1 comienza ensayos en humanos

imageLos ensayos clínicos comenzarán en un año.

La forma tipo 1 de la diabetes afecta a entre 20 y 40 millones de personas en todo el mundo. Es una disminución de la capacidad de producir la insulina (utilizada por las células del cuerpo para absorber la glucosa de la sangre) como resultado de la destrucción de las células beta del tejido pancreático causada por el propio sistema inmunológico del cuerpo, a menudo durante de los primeros años de vida (no debe confundirse con la variedad más prevalente, de tipo 2, que tiende a afectar a los individuos en edad adulta). Ahora, un prototipo de la vacuna que podría prevenir esta enfermedad en niños comenzará los ensayos clínicos en 2018.





Más de 20 años de investigación, de acuerdo con un artículo publicado en Vaccine, han proporcionado evidencia sólida del vínculo entre el enterovirus coxsackievirus B1 y la reacción autoinmune que hace que el cuerpo destruya las células en su propio páncreas. No es una cura, y no eliminará la enfermedad por completo, pero se espera que la vacuna, creada por investigadores de la Universidad de Tampere (Finlandia), proporcione inmunidad contra el virus y consiga reducir potencialmente el número de nuevos casos de diabetes cada año.

Los enterovirus son responsables de la polio, la fiebre aftosa, la meningitis y la miocarditis. Ha habido sospecha de un vínculo entre este grupo de patógenos y la diabetes durante varios años. Son sorprendentemente comunes en los recién nacidos, y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estadounidenses han descubierto que alrededor de una cuarta parte de las 444 infecciones por enterovirus conocidas en los Estados Unidos en 2007 fueron causadas por coxsackievirus B1 (CVB1). En 2014, el equipo realizó un par de estudios en niños finlandeses con diabetes tipo 1 para demostrar que, al menos uno de los seis virus en el grupo B de coxsackievirus, estaba asociado con la condición.

Si todo va bien, esta nueva vacuna podría poner fin a eso y también ayudar a reducir otras infecciones por enterovirus. Los ensayos preclínicos son solo el primer paso. La siguiente fase incluirá la realización de pruebas en seres humanos adultos sanos. Eso sí, hasta ver los primeros resultados satisfactorios podrían pasar ocho años, "por lo que no debemos esperar nada revolucionario demasiado pronto", dicen los investigadores.

Mientras tanto, organizaciones como la estadounidense Fundación de Investigación de la Diabetes Juvenil (JDRF) siguen financiando la investigación para encontrar mejores formas de prevenir y tratar la diabetes tipo 1 mejorando la tecnología que imita la función del páncreas o identificando formas de regenerar las células productoras de insulina.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 422 millones de adultos en todo el mundo tienen diabetes, mal que ocasiona al menos un millón y medio de muertes cada año. Por su parte, el mes pasado, investigadores de Scripps Whittier Diabetes Institute publicaron un estudio en la revista Diabetes Care que da cuenta de que hispanos de bajos ingresos con diabetes tipo 2 que recibieron mensajes de texto sobre su salud, a diario y por seis meses, vieron mejoras en sus niveles de azúcar en la sangre similares a las que causan algunos medicamentos reductores deglucosa. Se trata del primer estudio controlado aleatorio para examinar el uso de mensajes de texto para asistir a pacientes hispanos, sin acceso óptimo a servicios de salud, a controlar su diabetes.




Fuente:     diabetesforo.com

lunes, 24 de julio de 2017

Hemoglobina Glicosilada. La Prueba de la Verdad



Hemoglobina Glicosilada
La diabetes es la enfermedad metabólica más frecuente en el mundo, siendo responsable de un sin número de complicaciones a nivel ocular, renal, cardíaco y vascular sin contar con el enorme porcentaje de muertes atribuibles directamente a esta causa; de allí que sea tan importante su control.
Como enfermedad crónica que es, la Diabetes no se cura sin embargo es posible controlarla a un punto tal que el paciente no desarrolle ningún tipo de complicación ni sucumba ante los efectos de esta alteración metabólica tan delicada; en este sentido existen múltiples estrategias terapéuticas disponibles que van desde los cambios en el estilo de vida (fundamentales para un tratamiento exitoso) hasta medicamentos por vía oral y la siempre útil insulina.
A pesar de lo anterior, al igual que con otras enfermedades crónicas, cumplir el tratamiento no es suficiente ya que es indispensable medir su impacto en la salud del paciente y, más aún, determinar si está surtiendo del efecto esperado, de lo contrario no se lograrían los objetivos (prevención de complicaciones y muertes por diabetes) y el uso del tratamiento no pasaría de ser un simple ritual sin impacto real sobre la salud del paciente.
En este sentido, en lo que a diabetes se refiere, es necesario realizar un control periódico del estado metabólico del paciente ya diferencia de lo que tanto pacientes como familiares piensan, la glicemia en ayuno no es el mejor indicador ya que puede que esté normal el día que se realizó la prueba pero esto no necesariamente implica que todos los demás días y horas estuviera controlada.
En una situación ideal (e imposible) se necesitaría una monitorización continua de los niveles de azúcar en la sangre para saber si el paciente maneja niveles de glicemia dentro de los rangos considerados como normales; sin embargo siendo esto algo poco práctico, costoso y difícil de poner en práctica se deben utilizar otras estrategias.
Por fortuna el mismo cuerpo humano pone a disposición de los médicos un marcador bioquímico que permite saber como han sido los niveles de glicemia durante los últimos 2 a 3 meses sin necesidad de tomar una muestra cada minuto; de hecho, con una sóla prueba que requiere menos de 2 cc de sangre se puede saber si la glicemia del paciente ha estado controlada durante los últimos dos meses.
Se trata de la hemoglobina glicosilada. En términos sencillos la hemoglobina es una proteína y estas moléculas tienen afinidad por las moléculas de azúcar (como la glucosa); esto quiere decir que los azúcares y las proteínas tienden a combinarse y a mayor cantidad de azúcar en la sangre, mayor cantidad de proteínas (en este caso hemoglobina) estarán unidas a estos azúcares.
Dado que se trata de un proceso bioquímico lento y complejo, la glicosilación de proteínas no ocurre de un día para otro, en lugar de ello toma varias semanas notar un cambio por lo que medir los niveles de hemoglobina glicosilada da una buena idea de como ha sido el control metabólico en las semanas previas a la evaluación del paciente, más allá de la glicemia puntual que pueda tener ese día.
De hecho, la hemoglobina glicosilada es un marcador tan preciso que su porcentaje en sangre permite saber en cuanto ha estado el promedio de la glicemia del paciente tal como se muestra a continuación:

               Media de Glicemias                                Hemoglobina Glicosilada
80 mg/dL – 120 mg/dL                                                   5% – 6%
120 mg/dL – 150 mg/dL                                                   6% – 7%
150 mg/dL – 180 mg/dL                                                   7% – 8%
180 mg/dL – 210 mg/dL                                                    8% – 9%
210 mg/dL – 240 mg/dL                                                9% – 10%
240 mg/dL – 270 mg/dL                                               10% – 11%
270 mg/dL – 300 mg/dL                                               11% – 12%
300 mg/dL – 330 mg/dL                                              12% – 13%
Resulta pues evidente que un incremento de tan sólo 2% en los niveles de hemoglobina glicosilada representa un aumento muy grande de los niveles de glicemia promedio por lo que cualquier valor que supere el 7% genera siempre mucha preocupación.
En este sentido se espera que un paciente diabético bien controlado tenga una hemoglobina glicosilada que no supere el 6%, de lo contrario el control metabólico no ha sido óptimo y deberán hacerse los ajustes de tratamiento correspondientes para alcanzar la meta de menos de 6%.
Para realizar la prueba de hemoglobina glicosilada tan sólo se requiere tomar una muestra de sangre en ayuno y realizar en el laboratorio la determinación de los niveles de la fracción más estable de esta proteína conocida como HbA1c, el resultado no suele tardar más de un día y nos da una idea muy clara del control metabólico del paciente, permitiendo así hacer los ajustes pertinentes en el tratamiento.
Como corolario se debe decir que esta prueba debe realizarse al menos una vez cada tres meses o a los dos meses de cualquier ajuste de tratamiento a fin de tener la certeza de un control metabólico adecuado; es por ello que en Visión Salud todos nuestros pacientes con diabetes se someten a esta prueba de manera regular, contando nuestro laboratorio con una vasta experiencia así como con el personal y el material requeridos para unos resultados precisos y confiables.

sábado, 22 de julio de 2017

Vinculan el riesgo de diabetes gestacional a la edad de la primera menstruación




La edad en la que las niñas comienzan a menstruar podría señalar un riesgo posterior de diabetes durante el embarazo, según estudio de la Universidad de Queensland (UQ), en Australia, que se publica en 'American Journal of Edpidemiology'.
   Investigadores de la Escuela de Salud Pública de la UQ analizaron datos de más de 4.700 mujeres del Estudio Longitudinal Australiano sobre la Salud de la Mujer y encontraron que un mayor número de mujeres que tuvieron su primer periodo a una edad más temprana desarrollaron posteriormente diabetes gestacional.
   La investigadora Danielle Schoenaker señala que quienes tuvieron su primer periodo a la edad de 11 años o menos eran un 50 por ciento más propensas a desarrollar diabetes gestacional que quienes experimentaron su primera menstruación a la edad de 13 años. "Este hallazgo podría significar que los profesionales de la salud podrían comenzar a preguntar a las mujeres cuando tuvieron su primera menstruación para identificar a las personas con mayor riesgo de diabetes gestacional", apunta Schoenaker.
   La diabetes gestacional es una complicación del embarazo cada vez más común y puede tener consecuencias de salud duraderas para las madres y sus hijos. La profesora Gita Mishra, directora de Salud de Mujeres de Australia, subraya que se ha demostrado que la pubertad temprana en las niñas es un marcador significativo de varios resultados adversos para la salud, incluyendo la diabetes gestacional.

   "La investigación sobre este tema es de particular importancia para la salud pública debido a las tendencias mundiales de las niñas que comienzan sus ciclos menstruales a una edad más temprana", afirma Mishra. A ello, Schoenaker añade que la asociación significativa con el riesgo de diabetes gestacional se mantuvo después de que los investigadores tuvieron en cuenta el índice de masa corporal y factores de la infancia, reproducción y estilo de vida.
   "Una gran proporción de mujeres que desarrollan diabetes durante el embarazo tienen sobrepeso u obesidad y alentar a aquellas personas con un inicio temprano de la pubertad a controlar su peso antes del embarazo puede ayudar a reducir su riesgo de diabetes gestacional", plantea. "Aunque un peso saludable es importante, también es plausible que el mayor riesgo se explique por los cambios hormonales y que se requieren más estudios para investigar los mecanismos detrás de esto", añade.


Fuente:    infosalus.com

lunes, 17 de julio de 2017

¿Cómo evitar los efectos de la diabetes gestacional en los hijos y nietos?

La enfermedad que afecta a las embarazadas, puede estar vinculada a diversos problemas de salud en sus hijos y descendencia. Investigadores apuntan a biomarcadores que permitan anticipar y prevenir.






La diabetes gestacional, que afecta a las embarazadas, tiene consecuencias en el hijo y puede influir en el desarrollo de enfermedades posteriores como la obesidad, diabetes o afecciones cardiovasculares.
En un seminario que organizó la Universidad San Sebastián diversos especialistas analizaron la búsqueda de formas que permitan anticipar el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, de modo de minimizar sus efectos.
El investigador de la Universidad de Graz (Austria). Gernot Desoye, dijo que "el metabolismo de la madre, y sus alteraciones, durante el embarazo, modifica las características fisiológicas y morfológicas de la placenta y esto tiene directa relación con el desarrollo del feto y la salud posterior del recién nacido".
Uno de los puntos de estudio para tratamiento es la búsqueda de biomarcadores sensibles, tema del que Greg Rice, académico de la Universidad de Queensland, en Australia, es especialista.
El investigador ha postulado a los denominados exosomas, unas partículas o pequeños fragmentos de células, que tienen buen valor predictivo de la enfermedad. "Cambios en la cantidad de estos exosomas y de su contenido de biomoléculas, que pueden ser detectados en muestras de plasma, presentan una buena correlación con el riesgo de la madre de desarrollar patologías como preeclampsia o diabetes gestacional. Y estas mediciones pueden realizarse durante el primer trimestre del embarazo" dijo el académico.
Los académicos chilenos, en tanto, destacaron el valor que reconocer como prevenir dichas enfermedades puede tener el manejo de las mismas.
La académica del Departamento de Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias de la USS, Mary Carmen Velásquez sostuvo que técnicas "no invasivas, de fácil automatización y bajo costo para predecir o diagnosticar patologías del embarazo tempranamente, permitirá un mejor manejo clínico de estas pacientes mejorando la salud y la calidad de vida de las mismas así como también de su descendencia futura".
"Si una madre no hizo diabetes gestacional, el riesgo para su hijo de una diabetes tipo 2 o prediabetes es de 4%. Ahora si manifestó la enfermedad, el riesgo para el recién nacido de ser resistente a la insulina es de 21%, es decir, cinco veces más" dijo el académico de la Universidad de Los Andes, Sebastián Illanes, quien agregó que "el problema es que hacemos el diagnóstico tarde y recién ahí le damos dieta, insulina y ponemos hacer ejercicio a la paciente".
El docente dijo que el tema se puede abordar de dos formas: "una es que ninguna paciente se embarace sin una preparación consciente, donde tiene que haber un control del peso, comer sano y hacer deporte. La otra opción es utilizar biomarcadores para pesquisar quienes van a desarrollar diabetes gestacional, pero los controles tienen que ser antes de las diez semanas de gestación, para tener una oportunidad de intervención".
Mary Carmen Velásquez, en tanto, planteó que los avances en la materia, deben también ir acompañados por educación destinada a mejorar los hábitos de las madres, cambios que consideró fundamentales para prevenir o "al menos disminuir la prevalencia de patologías en el embarazo que están directamente relacionadas con el desarrollo de patologías metabólicas en los recién nacidos, tanto en su infancia y adolescencia como en su vida adulta".




Fuente:     http://www.soychile.cl




El clima es un factor a tener en cuenta en las probabilidades de que una mujer desarrolle diabetes durante el embarazo.



<p>Las mujeres expuestas a temperaturas bajas tenían un riesgo menor de desarrollar diabetes durante el embarazo. / Kelly Crull</p>El clima es un factor a tener en cuenta en las probabilidades de que una mujer desarrolle diabetes durante el embarazo. Un grupo de científicos publica los resultados de un estudio en el que desvelan que aquellas que viven en entornos fríos durante la gestación tienen un riesgo menor de sufrir esta enfermedad que las que lo hacen en climas cálido



Una de las enfermedades que pueden sufrir las mujeres embarazadas es la diabetes gestacional, que suele aparecer hacia en el segundo trimestre y, aunque es común que no haya síntomas tras dar a luz, causa problemas durante el embarazo y el parto y aumenta el riesgo de diabetes tipo 2 en el futuro.
Aunque la obesidad, la edad de la madre o los antecedentes de diabetes en la familia influyen a la hora de sufrir este grave trastorno, ahora se le puede unir una nueva causa: la temperatura.
Científicos del Hospital St. Michael y del Instituto de Ciencias Clínicas Evaluativas, ambos en Toronto (Canadá), publican un estudio en Canadian Medical Association Journal que expone la relación entre el clima y el riesgo de sufrir diabetes gestacional.
Según este trabajo, las mujeres expuestas a bajas temperaturas durante el embarazo tienen menos probabilidades de desarrollar este tipo de diabetes que aquellas las que lo hacen a temperaturas más altas.
La enfermedad afectaba al 4,6% de las mujeres que soportaban temperaturas medias extremadamente frías (iguales o por debajo de los -10º) durante un periodo de 30 días antes de hacerse las pruebas de diabetes habituales durante el embarazo.
Sin embargo, el porcentaje de riesgo crece hasta el 7,7% cuando las temperaturas eran mucho más altas, por encima de los 24º. Los autores también sostienen que, por cada 10º de aumento, las mujeres tienen entre un 6 y un 9% más de posibilidades de padecer esta patología.
La labor protectora de la grasa parda
Para realizar la investigación se examinaron 555.911 embarazos entre 396.828 mujeres durante un periodo de 12 años. Todas residían en el área metropolitana de Toronto, aunque algunas experimentaron su experiencia cuando el clima era más cálido y otras cuando era más frío.
Se buscó la relación existente entre la temperatura media de la zona durante los 30 días previos a las pruebas para diagnosticar o controlar la diabetes a las que se someten las embarazadas durante el segundo trimestre de gestación, y la probabilidad de desarrollar diabetes gestacional 

Los autores reconocen que aunque los resultados pueden parecer contraintuitivos a simple vista, tienen su explicación científica, teniendo en cuenta la forma en que se generan los distintos tipos de grasa en el ser humano.


Se podría pensar que con temperaturas más cálidas las embarazadas serían menos 


Se podría pensar que con temperaturas más cálidas las embarazadas serían menos 


sedentarias, tendrían más actividad en el exterior y eso ayudaría a que no que ganasen peso, algo que suele favorecer la aparición de diabetes", explica la autora principal del estudio 



"Sin embargo, este patrón coincide con el encontrado en otros estudios que muestran que en temperaturas más bajas el cuerpo crea un tipo de grasa protectora, el tejido adiposo marrón o grasa parda, que mejora la sensibilidad a la insulina".
Además el estudio contempla la comparación entre los embarazos consecutivos de una misma mujer, detectando que se producía un efecto similar por cada 10 grados de aumento en la temperatura.
Según Joel Ray, coautor del trabajo, "analizar los embarazos de una misma mujer nos permite controlar muchos factores. Podemos eliminar aspectos como la etnia, los ingresos, la actividad o los hábitos alimenticios".
El origen de la madre también influye
Los resultados desvelaron además que la temperatura del entorno durante el embarazo no era el único factor a tener en cuenta, también influía el clima del lugar en el que habían nacido las madres.
En el trabajo se muestra que las mujeres nacidas en climas más fríos tienen un riesgo menor de sufrir este tipo de diabetes que las que lo hicieron en lugares con temperaturas más cálidas.

Por ejemplo, las nacidas en climas fríos, incluyendo Canadá y Estados Unidos, que además vivían en lugares fríos durante los 30 días anteriores a las pruebas de diabetes, tenían un riesgo del 3,6% de padecer la enfermedad, mientras que si vivían en entornos con temperaturas altas el riesgo crecía hasta el 6,3%.
Por el contrario, para las mujeres procedentes de climas cálidos, por ejemplo el sur de Asia, África y Oriente Medio, el porcentaje de riesgo aumentaba hasta cifras que iban entre el 7,7 y el 11,8%, según estuvieran expuestas a temperaturas bajas o altas respectivamente.
Según los autores, estos resultados pueden servir como muestra de los efectos que el cambio climático y el aumento de la temperatura global poseen en la salud, aumentando el riesgo de aparición de diabetes gestacional como diabetes de tipo 2 en general.

"Puede ser un aviso, como el canario en la mina de carbón, sobre los posibles efectos del calentamiento global en la aparición de diabetes en los adultos", concluyen Booth y Ray.


 Fuente:   agenciasinc.es