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miércoles, 9 de noviembre de 2016

El aceite de oliva virgen extra, arma contra la diabetes

Su consumo diario reduce los problemas vasculares derivados de la diabetes mellitus, según un estudio de la Universidad de Málaga.


Científicos de la Universidad de Málaga integrados en el Instituto de Investigación Biomédica de la ciudad andaluza (IBIMA), en colaboración con expertos del Instituto de la Grasa (CSIC), han demostrado que el consumo diario de hidroxitirosol, un polifenol presente en el aceite de oliva virgen extra, reduce o incluso podría llegar a evitar los problemas vasculares derivados de la diabetes mellitus. La investigación se ha llevado a cabo con ratas a las que se les había inoculado esta enfermedad. El estudio, publicado en el Journal of Nutritional Biochemistry, ha probado por primera vez que la ingesta continua de hidroxitirosol en dosis bajas, de 0,5 a 2,5 miligramos, es suficiente para reducir la inflamación vascular asociada a la enfermedad.

Para apreciar los beneficios del hidroxitirosol hay que tomar el aceite virgen extra en crudo y en cantidades diarias de unos 30 o 40 mililitros, o sea, unas 3 cucharadas soperas aproximadamente. La clave es empezar esta ingesta desde que se diagnostica la patología para detener su progresión, según José Antonio González-Correa, uno de los investigadores responsables del estudio de la Universidad de Málaga. El hidroxitirosol es un compuesto fenólico con propiedades antioxidantes que se encuentra de forma natural en las aceitunas y en el aceite de oliva. Estudios previos ya habían apuntado algunos de los efectos que produce, como que reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, que previene la aparición de ciertos de tipos de cáncer y que posee propiedades antiinflamatorias y antiinfecciosas.
El nuevo estudio andaluz se ha llevado a cabo de forma experimental con 7 grupos de ratas de 10 ejemplares por grupo, algunos de ellos, los grupos de control, formados por animales no diabéticos, y otros compuestos por animales diabéticos a los que se les había suministrado una solución salina. Los investigadores les inducen la diabetes hasta un grado que les provoca diversas patologías pero que no acaba con su vida.

Con ese fin, les mantienen durante dos meses con cifras elevadas de glucosa en sangre –entre 250 y 400 mg/dL (miligramo por decilitro)– , cuando los valores normales se sitúan en un rango entre los 70-120 mg/dL. Los resultados muestran que en el caso de animales diabéticos hay un aumento de los biomarcadores relacionados con la enfermedad vascular y una reducción de dos sustancias vasodilatadoras: óxido nítrico y prostaciclina. Esto hace que los vasos sanguíneos se estrechen e impidan o reduzcan la circulación de sangre a través de las arterias, con el consiguiente deterioro o incluso la muerte de los tejidos orgánicos del cuerpo. Por el contrario, en las ratas que se trataron con hidroxitirosol los biomarcadores de inflamación se redujeron.






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