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viernes, 1 de enero de 2016

Diabetes tipo 1 (Diabetes Mellitus Tipo 1)


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¿Qué es?

La diabetes tipo 1 es una enfermedad en la cual el cuerpo no produce suficiente insulina para controlar los niveles de azúcar en la sangre. Este tipo, anteriormente era llamado diabetes insulinodependiente o juvenil.
La insulina es una hormona producida por el páncreas que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre del cuerpo.
Durante la digestión, la comida se descompone en componentes básicos. El hígado procesa estos nutrientes en un tipo de azúcar: la glucosa. La insulina ayuda a introducir este azúcar en las células y tejidos del cuerpo y luego, el cuerpo utiliza este azúcar almacenado para obtener energía.
La diabetes tipo 1 ocurre cuando se destruyen algunas o todas las células que producen insulina del páncreas, lo cual deja al paciente con poca o con nada de insulina. Sin insulina, el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo en lugar de ingresar a las células; como resultado, el cuerpo no puede usar esta glucosa para obtener energía.
Cuando las células no pueden usar la glucosa para obtener energía, tienen que usar algo más. Como combustible alternativo, el hígado produce sustancias ácidas llamadas cetonas, que se acumulan en la sangre y hacen que ésta sea anormalmente ácida. Esto genera una enfermedad grave, potencialmente mortal, llamada cetoacidosis que puede causar problemas cardiacos y afectar el sistema nervioso y podría poner en riesgo de coma o muerte a una persona en cuestión de horas.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune, que significa que comienza cuando el sistema inmunológico ataca las células del cuerpo. En la diabetes tipo 1, el sistema inmunológico destruye las células que producen insulina (células beta) en el páncreas.
Lo que hace que el sistema inmunológico ataque las células beta sigue siendo un misterio. Los especialistas sospechan que algunas personas están genéticamente predispuestas a la condición y que un factor ambiental podría actuar como disparador. Las infecciones virales y la dieta son dos desencadenantes posibles.
La cantidad de azúcar en la dieta de una persona no causa la diabetes tipo 1 antes de que la enfermedad se desarrolle.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica, que se diagnostica con más frecuencia entre los 10 y los 16 años y afecta igualmente a hombres y mujeres.

Síntomas

Generalmente, los síntomas se presentan repentinamente y con intensidad, e incluyen sed excesiva, orina frecuente y vómitos.
Los niños podrían comenzar a mojar la cama nuevamente y la pérdida de peso sin pérdida del apetito puede ser uno de los primeros signos en los niños.
Si la enfermedad no se trata, el azúcar y la cetona acumulados en la sangre pueden causar debilidad, confusión, coma e incluso la muerte.
La diabetes tipo 1 afecta todos los sistemas del cuerpo y puede causar complicaciones graves, potencialmente mortales que incluyen:

  • Daño ocular (retinopatía): el nivel elevado de azúcar en sangre daña los pequeños vasos sanguíneos ubicados en la parte posterior del ojo. La retinopatía, tratada a tiempo, puede detenerse al controlar estrictamente el azúcar en sangre y usar terapia láser. Si el azúcar en sangre permanece elevado, la retinopatía finalmente causa ceguera.
  • Daño nervioso (neuropatía): el azúcar en sangre elevada puede dañar los nervios, causando dolor o entumecimiento de la parte del cuerpo afectada. El daño a los nervios de los pies, las piernas y las manos (neuropatía periférica) es el más común. También pueden dañarse los nervios que controlan las funciones corporales, como la digestión y la orina.
  • Problemas en los pies: las personas con diabetes generalmente tienen úlceras y ampollas en los pies. Si la neuropatía periférica causa entumecimiento, la persona podría no notar la existencia de una úlcera y puede infectarse. Puede haber mala circulación sanguínea, lo que produce una cicatrización lenta. Si no se trata, una úlcera simple puede llevar a una gangrena y la amputación podría ser necesaria.
  • Enfermedad renal (nefropatía): el azúcar elevado en sangre puede dañar los riñones. Si el nivel de azúcar en sangre permanece alto, puede hacer que los riñones no funcionen.
  • Enfermedad del corazón y las arterias: las personas con diabetes tipo 1 son más propensas a tener enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares y problemas relacionados a la mala circulación.
  • Cetoacidosis diabética: ocurre cuando el cuerpo produce cetonas para sustituir la glucosa. Los síntomas incluyen:
    • náuseas y vómitos
    • dolor abdominal
    • fatiga
    • letargo
    • como y muerte (si no se trata la cetoacidosis)
  • Hipoglucemia: el bajo nivel de azúcar (hipoglucemia) puede surgir del tratamiento con insulina. La hipoglucemia podría ocurrir si se usa demasiada insulina o si los carbohidratos ingeridos no son suficientes para balancear la insulina. Los síntomas incluyen:
    • debilidad
    • mareos
    • temblor
    • transpiración repentina
    • dolor de cabeza
    • confusión
    • irritabilidad
    • visión doble o borrosa
La hipoglucemia puede llevar al coma si no se corrige al comer o beber carbohidratos. El glucagón es una sustancia que hace que el hígado libere glucosa dentro del torrente sanguíneo; una inyección de glucagón también puede corregir la hipoglucemia.

Diagnóstico

La diabetes tipo 1 se diagnostica por una combinación de síntomas, la edad de la persona y análisis de sangre, que incluye análisis para obtener los niveles de azúcar y otras sustancias.
Prueba de glucemia en ayunas (FPG): se realiza una extracción de sangre por la mañana después de que haya ayunado por la noche. Normalmente, los niveles de azúcar en sangre permanecen entre los 70 y 100 miligramos por decilitro (mg/dL). La diabetes se diagnostica si el nivel de azúcar en sangre es de 126 mg/dl o superior.
Prueba oral de tolerancia a la glucosa (OGTT): se mide el azúcar en sangre dos horas después beber 75 gramos de glucosa. La diabetes se diagnostica si el nivel de azúcar en sangre es de 200 mg/dl o superior.
Prueba de glucosa en sangre al azar: un nivel de azúcar en sangre de 200 mg/dL o superior en cualquier momento del día combinado con síntomas de diabetes es suficiente para realizar el diagnóstico.
Hemoglobina A1C (glicohemoglobina): este examen mide el nivel de glucosa promedio durante los dos o tres meses previos. La diabetes se diagnostica si el nivel de hemoglobina A1C es de 6.5% o superior.Duración
La diabetes tipo 1 es una enfermedad de por vida. Las personas con diabetes tipo 1 necesitan chequeos regulares, monitoreo cuidadoso diario de los niveles de azúcar en la sangre y tratamiento con insulina durante toda la vida.
Las excepciones a esta regla pueden ser un número reducido de personas con diabetes que requieren transplantes de riñón por el grave daño renal causado por la enfermedad. Esa es la razón por la que, algunas veces, se puede realizar un transplante de páncreas al mismo tiempo que un transplante de riñón. Dado que el páncreas nuevo puede producir insulina, esto puede curar la diabetes. Debido a que el transplante de órganos requiere que la persona tome medicamentos que suprimen el sistema inmunológico por el resto de sus vidas, el transplante de páncreas no es un tratamiento recomendado por sí solo (únicamente se recomienda para las personas que requieren el transplante de otro órgano, y que van a necesitar esos medicamentos a largo plazo).

Duración

La diabetes tipo 1 es una enfermedad para toda la vida.
Las personas con diabetes tipo 1 necesitan controles regulares, monitoreo diario cuidadoso de los niveles de azúcar en sangre y deben recibir tratamiento con insulina durante toda la vida.
Un número reducido de personas pueden ser las excepciones a esta regla. Algunas personas con diabetes eventualmente requieren trasplante de riñón. Ocasionalmente, se puede realizar un trasplante de páncreas al mismo tiempo. Dado que el páncreas nuevo puede producir insulina, esto puede curar la diabetes. No se recomienda realizar trasplante de páncreas en sí mismo, solo se considera para las personas que deben recibir el trasplante de otro órgano.

Prevención

No hay modo probado de prevenir la diabetes tipo 1. La falta de vitamina D, que es muy frecuente, podría aumentar el riesgo de diabetes; sin embargo, no se ha demostrado que se prevenga la diabetes corrigiendo esta deficiencia. Asimismo, evitar la leche de vaca durante la infancia podría posiblemente prevenir la diabetes tipo 1 en los niños genéticamente susceptibles, pero no hay prueba definitiva de que esto prevenga la enfermedad.

Tratamiento

El tratamiento para la diabetes tipo 1 requiere inyecciones diarias de insulina. La insulina inyectada compensa la que el cuerpo no produce. La mayoría de las personas con diabetes tipo 1 necesitan de dos a cuatro inyecciones por día.
Algunas personas usan una jeringa para las inyecciones. Otros pacientes utilizan inyectores semiautomáticos que ayudan a medir cantidades precisas de insulina. Un número creciente de pacientes usa bombas de insulina que proporciona una dosis regulada de insulina a través de una aguja implantada bajo la piel; la bomba de insulina se usa en un compartimiento en el cuerpo.
Las personas con diabetes tipo 1 deben regular adecuadamente el aporte de insulina. Se debe usar suficiente insulina para evitar que los niveles de azúcar en sangre aumenten o permanezcan altos; no obstante, la baja azúcar en sangre también puede ser peligrosa. Ésta puede ocurrir si se consume demasiada insulina o no se ingieren suficientes carbohidratos para balancear la insulina.
Para regular adecuadamente el aporte de insulina, las personas con diabetes tipo 1 necesitan controlar sus niveles de azúcar en sangre varias veces por día mediante un examen de una muestra de sangre. Deben pinchar sus dedos y colocar una pequeña gota de sangre en una tira reactiva, que se inserta en un dispositivo llamado monitor de glucosa. En segundos se obtiene una lectura exacta de los niveles de azúcar en sangre.
Los monitores de glucosa más nuevos tienen tiras reactivas que obtienen la sangre directamente de la mota pinchada, proceso que requiere menos cantidad de sangre. Otros monitores permiten sacar sangre del antebrazo, los muslos o la parte carnosa de la mano, lo que puede ser menos doloroso.
Las personas con diabetes necesitan seguir una dieta. Una dieta sana para alguien con diabetes tipo 1 mantiene la cantidad de glucosa en la sangre relativamente constante, esto hace que los niveles de glucosa en sangre sean más fáciles de controlar con insulina. Normalmente, a una persona con diabetes tipo 1 se le aconseja comer, hacer ejercicio y usar insulina aproximadamente en los mismos horarios, todos los días. Tener conductas metódicas ayuda a mantener los niveles de glucosa dentro del valor normal.
Se podría tomar la insulina de acción rápida según sea necesario, lo que depende de la cantidad de carbohidratos ingeridos. Su médico o dietista lo ayudarán a determinar el mejor programa de insulina y de dieta para usted o su hijo.
Las personas con diabetes tipo 1 deberían hacer ejercicio regularmente. El ejercicio ayuda a mantener sanos el corazón y los vasos sanguíneos y ayuda a controlar el azúcar en sangre al hacer que los músculos usen glucosa y al mantener un peso corporal bajo. Pregúntele a su médico acerca de cuánto ejercicio hacer y cuándo hacerlo para controlar mejor su diabetes.

Cuándo llamar a un profesional

Llame a su médico si siente un aumento repentino de sed y orina. Siempre debe informarse al médico la pérdida de peso sin motivos.
Si usted o su hijo tienen diabetes tipo 1, consulte de manera regular a su médico para asegurarse de que está manteniendo un control adecuado de su azúcar en sangre y para controlar regularmente la aparición de signos de complicaciones tales como enfermedades del corazón, problemas oculares e infecciones de la piel.
Probablemente, su médico sugerirá que también visite con regularidad a otros especialistas, como un podólogo para controlar sus pies y un oftalmólogo para revisar sus ojos y buscar complicaciones de la diabetes.

Pronóstico

Por lo general, las personas con diabetes tipo 1 se ajustan rápidamente al tiempo y la atención necesarios para monitorear el azúcar en sangre, tratar la enfermedad y mantener un estilo de vida normal.
A medida que pasa el tiempo, el riesgo de complicaciones es considerable, pero se puede reducir mucho si se monitorean y controlan estrictamente los niveles de azúcar en sangre.

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