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miércoles, 29 de abril de 2015

Depresión y diabetes: más riesgo de demencia


  

Hombre triste y deprimido
La depresión y la diabetes son perjudiciales para el cerebro, y tener ambas afecciones puede aumentar significativamente el riesgo de demencia, de acuerdo con el nuevo estudio.

"Lo que esto busca decir es que necesitamos hacer un mejor trabajo de identificar tanto la diabetes como la depresión y después tratarlas realmente una vez identificadas", dijo el doctor Dimitry Davydow, investigador del estudio y profesor asociado de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en Seattle.

Su equipo analizó el riesgo de demencia entre 2.4 millones de personas en Dinamarca de 50 años en adelante, que tenían depresión, diabetes tipo 2 o ambas, y los comparó con personas que no tenían ninguna de las dos condiciones.

Los investigadores también tomaron en cuenta afecciones médicas preexistentes, tales como problemas cerebrovasculares, complicaciones como problemas hepáticos y otros malestares.

"Incluso después de tomarlos en cuenta, la diabetes elevaba el riesgo de demencia por si misma en un 15 por ciento, la depresión en un 83 por ciento y las dos juntas en un 107 por ciento", dijo Davydow.

La conexión fue especialmente fuerte en personas menores de 65 años. En ese grupo de edad, "un cuarto de los casos [de demencia] se atribuyeron a la depresión y la diabetes", dijo.

En las poblaciones occidentales, la diabetes tipo 2 y la depresión grave son cada vez más comunes. Y hasta un 20 por ciento de las personas con diabetes, la cual crece rápidamente en los grupos más jóvenes, también tienen depresión, dijeron los investigadores en las notas de antecedentes con el estudio.

"Hasta donde sabemos, este es el primer estudio en analizar el problema de esta forma", dijo Davydow. Los resultados se publicaron en línea el 15 de abril en JAMA Psychiatry.

El estudio señala el complicado vínculo que existe entre la depresión, la diabetes y la demencia, pero no establece una relación directa de causa y efecto.

"Existe mucha evidencia de que quienes sufren depresión son más propensos a desarrollar problemas médicos crónicos como la diabetes y enfermedades del corazón e hipertensión", dijo Davydow.

"Es menos probable que tomen medicamentos si están deprimidos. Quienes tienen diabetes son más propensos a sufrir de depresión", añadió.

Además, la diabetes hace más probable la aparición de placa en los vasos sanguíneos, lo que puede llevar a ataques cerebrales y demencia, dijo Davydow.

La diabetes y la depresión atentan individualmente contra la salud mental, dijo el Dr. Charles Reynolds III, del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, y autor de un comentario que acompaña al estudio.

Ambas "representan amenazas para la salud vascular, y por lo tanto impiden conservar un envejecimiento y funcionamiento saludable del cerebro, presentando un riesgo de deterioro cognitivo", él dijo.

Reynolds exhortó a quienes presentan la combinación de diabetes y depresión a buscar tratamiento para ambas para proteger su cerebro.

"Las elecciones de estilo de vida, como un incremento de la actividad física, también ayudarán al cuidado de ambas afecciones", añadió.

El equipo de investigadores, encabezado por Davydow y el recientemente fallecido autor original, Dr. Wayne Katon, siguió a los participantes del estudio de 2007 hasta 2013. Ninguno de los pacientes tenía demencia al inicio del estudio.

Los investigadores dijeron que cerca del 20 por ciento de los participantes tenía un diagnóstico de depresión, casi 9 por ciento tenía diabetes, y alrededor del 4 por ciento padecía ambas.

Durante el periodo del estudio, más de 59,600 hombres y mujeres (2.4 por ciento) padecieron demencia, en promedio a los 81 años de edad. De ellos, el 26 por ciento solo tenía depresión, 11 por ciento solo tenía diabetes tipo 2 y cerca del 7 por ciento tenía ambas.

Depresión y diabetes: más riesgo de demencia

La depresión y la diabetes mellitus tipo 2 fueron cada una asociada con un mayor riesgo de demencia y el riesgo era aún mayor entre las personas con diagnóstico de depresión y diabetes en comparación con las personas que no tenían ningún trastorno, según un artículo publicado en la edición digital de 'Archives of General Psychiatry'. La diabetes y la depresión mayor son comunes en la población occidental y hasta el 20 por ciento de las personas con diabetes mellitus tipo 2 también pade ...

Leer mas: http://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-depresion-diabetes-incrementan-riesgo-demencia-20150415170132.html

(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.

lunes, 27 de abril de 2015

Cuando la diabetes afecta al riñón: las terapias que vienen al rescate de la función renal

   iStock_Aaltazar_000038648154_IllustrationCon el paso del tiempo, la diabetes puede provocar problemas en los riñones, que dejan de funcionar correctamente y hacen necesario que la persona necesite seguir una terapia de reemplazo de riñón, que puede incluir diálisis o hasta un trasplante de órgano. En este artículo te contamos más detalles sobre este tema, para que puedas tomar decisiones bien informado.
Cuando alguien a alguien se le diagnostica diabetes, debe tomar conciencia de lo importante que es controlar la enfermedad. Si esto no se logra, es posible que con el tiempo esta condición afecte a otros órganos como la vista, el corazón, los nervios y los riñones. En relación a estos últimos, es importante que sepas que la diabetes es la causa principal de lo que se conoce como insuficiencia renal crónica: se estima que es la responsable del 45 por ciento de los casos de insuficiencia renal. ¡Imagínate el impacto que causa, ya que en el mundo hay alrededor de 171 millones de personas que padecen de diabetes!
Para que puedas comprenderlo mejor, la insuficiencia renal o falla renal se produce cuando los riñones dejan de funcionar correctamente o dejan de funcionar por completo. Los riñones son dos órganos del tamaño de un puño, con forma de frijol, ubicados en la parte media de la espalda, que cumplen una función vital para el cuerpo: filtran y purifican la sangre, o sea, la mantienen equilibrada químicamente.
Cada día, los riñones de una persona procesan aproximadamente 190 litros de sangre para eliminar alrededor de 2 litros de productos de desecho y el exceso de agua, que el cuerpo pierde al orinar. Si esto no ocurriera, los desechos se acumularían en la sangre y dañarían al cuerpo. Por ejemplo, el exceso de líquidos puede poner en peligro la vida y puede afectar las funciones del corazón y del cerebro.
Ahora bien, ¿por qué las personas con diabetes tienen más posibilidades de sufrir insuficiencia renal? Porque los niveles elevados de azúcar en la sangre, característicos de la diabetes, pueden dañar los vasos sanguíneos de todo el cuerpo, incluyendo los de los riñones.  Estos vasos son los que les permiten filtrar y realizar su función, pero al dañarse, se estrechan y se obstruyen y disminuye el flujo de sangre. Al disminuir la circulación y la cantidad de sangre, los riñones se deterioran, no pueden funcionar bien y, la primer señal es que la albúmina (un tipo de proteína) se filtra en vez  de reabsorberse nuevamente para entrar al torrente sanguíneo y se pasa a la orina, en donde no debería estar.
La diabetes también puede causar daños en los nervios del cuerpo, que son los que transportan mensajes entre el cerebro y otros órganos como la vejiga. Si los nervios de la vejiga están dañados, es posible que el cuerpo no reconozca cuándo está llena, y la presión de la vejiga llena puede dañar los riñones.
Además, si la orina permanece mucho tiempo en la vejiga, puede provocar una infección en las vías urinarias, debido a la presencia de bacterias que crecen rápidamente en la orina con niveles elevados de azúcar. A menudo, estas infecciones afectan a la vejiga, aunque a veces se extienden a los riñones.
Cuando una persona desarrolla insuficiencia renal crónica, a veces es necesario lo que se conoce como terapia de reemplazo de riñón que, para decirlo de forma sencilla, consiste en buscar un modo artificial para que el cuerpo elimine sus desechos, como si lo hiciera a través de sus propios órganos.
Para ello se utiliza algo que se denomina diálisis, que puede ser de dos tipos, hemodiálisis o diálisis peritoneal. La hemodiálisis filtra las sustancias residuales y elimina el exceso de líquido de la sangre. Generalmente, se hace en un centro de diálisis, en sesiones de tres a cuatro horas, tres veces por semana.
La diálisis peritoneal, en cambio, no filtra la sangre directamente sino que lo hace a través de un líquido estéril que se introduce dentro de la cavidad abdominal mediante un tubo denominado catéter, que se coloca de manera permanente debajo de la piel. El líquido se elimina luego de absorber los desechos. Si aprendes, puedes usar este método en tu hogar, por eso es una buena alternativa para algunas personas, aunque toma bastante tiempo y cuidado personal.
Otra alternativa a la diálisis es hacerse una operación de trasplante de riñón que, en el caso de los diabéticos, suele hacerse junto con un transplante de páncreas (por eso se dice que es un trasplante renopancreático). El páncreas es el órgano que produce la insulina, una sustancia capaz de procesar la glucosa (el azúcar) de los alimentos y convertirla en energía para el cuerpo.
Esta operación no es para todos, se trata de una cirugía complicada y riesgosa (¡cuando incluye ambos órganos dura alrededor de seis horas!), aunque ha demostrado que mejora la calidad de vida de las personas con insuficiencia renal y diabetes, sobre todo cuando los órganos son donados por algún familiar o pariente. Los riñones también pueden se puede obtener de otros donantes, ya sean vivos o que hayan fallecido recientemente. Cada país tiene sus propias reglamentaciones con respecto a la donación de órganos.
Como ves, todas estas opciones tienen sus ventajas y desventajas. Tu médico te ayudará a elegir cuál es la más apropiada para ti, de acuerdo a tu estado de salud y a tus costumbres.
Por último, si eres diabético, recuerda que puedes hacer mucho para evitar los problemas en los riñones: controla tu nivel de azúcar en la sangre, mantén la presión sanguínea y el colesterol bajo control, hazte los controles y toma los medicamentos, tal como te lo indique tu médico. Además, recuerda que el llevar una alimentación sana y balanceada (como te han recomendado para tu diabetes, baja en sal y en grasas saturadas) a las mismas horas, el hacer ejercicio con regularidad y el evitar el tabaco, son parte integral de tu tratamiento.


         

viernes, 24 de abril de 2015

Aprende a contar carbohidratos para controlar tu diabetes

  iStock_FotografiaBasica_000033368730_SmallSi tienes diabetes ya habrás escuchado infinidad de veces la palabra “carbohidratos”. Controlar el consumo de este grupo de alimentos es indispensable para mantener los niveles de la glucosa (el azúcar) en tu sangre dentro de los rangos considerados normales y saludables. Por eso, el contar los carbohidratos se ha vuelto una estrategia muy útil para quienes tienen diabetes. Si es tu caso, estoy segura de que te va a interesar aprender esta nueva forma de contar. Sigue leyendo y descubre cómo.
El tener diabetes significa, aunque se deba a una enfermedad, aprender a comer mejor. Una vez que te diagnostican con esta condición, tienes que estar muy consciente de lo que comes, cuándo lo comes y cuánto comes. Antes, tal vez, ni siquiera pensabas en los carbohidratos, las proteínas, o la fibra, de la manera en que lo haces ahora. Y aunque sientas que la diabetes ha hecho de tu hora de comer un asunto menos espontáneo, también debes sentirte feliz de aprender algo que todo el mundo debería saber: cuántos carbohidratos son ideales para mantener los niveles de la glucosa en su lugar.
Además de otros métodos, como el sistema de intercambio de alimentos, contar carbohidratos es una forma efectiva de planificar tus comidas para controlar tu diabetes. ¿Por qué es importante saber la cantidad de carbohidratos que consumes en cada comida? Porque los alimentos que contienen carbohidratos elevan tus niveles de la glucosa en tu sangre. Esto sucede porque los carbohidratos son los compuestos que más rápidamente alteran la glucosa en la sangre, pues al asimilarse (cuando se digieren) se convierten en azúcar simple. Así hacen las veces de ‘gasolina’ o energía para que el organismo funcione.
Además de los carbohidratos, es importante que equilibres tu comida con proteínas y grasas para mantener a la diabetes bajo control. Pero como el asunto que nos concierne ahora es el de los carbohidratos, aquí te recuerdo cuáles son algunos de los alimentos que los contienen:
  • Pan, cereal, arroz, galletas saladas
  • Frutas y jugos (zumos)
  • Leche y yogurt
  • Fríjoles (habichuelas o porotos)
  • Productos de soya o soja
  • Vegetales a base de almidones como papa y maíz
  • Galletas de dulce, caramelos, pasteles (tortas), sodas, papas y botanas (snacks) de paquete
  • Cerveza, vino y algunas bebidas alcohólicas mezcladas (cocteles)
Unos estudios publicados por la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association) han demostrado que los carbohidratos de cualquier alimento afectan a la glucosa en la sangre del mismo modo. Es decir, que lo que realmente importa es la cantidad de carbohidratos que consumes en una comida o refrigerio y no el tipo de carbohidrato.

¿Cómo se cuentan los carbohidratos?

Se pueden contar de dos maneras.  Usando como parámetro porciones/elecciones o por gramos. Una elección o porción de carbohidratos es equivalente a 15 gramos. Cualquiera de los dos métodos es igual de efectivo, simplemente debes conocer el tamaño de las porciones que encuentras en las etiquetas de los alimentos. Recuerda que dependiendo de tu caso en particular, tu médico te recomendará la cantidad de carbohidratos que debes consumir en cada comida.
Para que te des una idea, la siguiente lista contiene detalles de las porciones que equivalen a 15 gramos de carbohidratos.
  • Una porción pequeña de fruta fresca (4 onzas)
  • Una tajada de pan o una tortilla
  • ½ taza de fruta congelada o enlatada
  • 1/3 de taza de pasta o arroz
  • ½ taza de avena
  • 4 -6 galletas saladas
  • ½ taza de frijoles (porotos, caraotas, habichuelas) negros u otro vegetal que contienen almidón
  • 2 galletas de dulce pequeñas
  • 2/3 de taza de yogurt natural bajo en grasa
  • 1 taza de sopa
  • ½ taza de helado o sorbete (nieve)
Por lo general, un adulto con diabetes debe incluir de tres a cuatro elecciones de carbohidratos con cada comida, y uno o dos con su merienda.
Con este sistema de conteo de carbohidratos, puedes planear cuántos carbohidratos debes consumir teniendo en cuenta la cantidad de insulina que tienes disponible para procesarla, ya sea insulina inyectada o insulina producida por tu cuerpo. Es decir, que si comes más carbohidratos de los que la insulina de la que dispones puede procesar, el nivel de azúcar en tu sangre se elevará. Y si por el contrario, si consumes menos carbohidratos, tu glucosa en la sangre disminuirá. Debes procurar encontrar el equilibrio para evitar las complicaciones que trae la diabetes. Por eso, es indispensable que si eliges este método de planificación de tus comidas, cuentes con la asesoría de tu médico y de un nutricionista certificado para saber exactamente cuántos carbohidratos debes consumir.
Lo bueno de este sistema es que puedes incluir en tu plan cualquier alimento, si sabes leer bien las etiquetas y usas esa información de acuerdo a tus necesidades. Fíjate principalmente en el tamaño por porción y el total de gramos de carbohidratos.
De igual forma, no debes descuidar otros datos como el contenido calórico (las calorías), las grasas trans y las grasas saturadas y el contenido de sodio (de sal). Todo esto afecta tu dieta, en especial si debes controlar tu peso y otras condiciones como la presión arterial alta. Por eso, te repito, si tienes diabetes, debes contar con un equipo médico especializado para que apliques esto de acuerdo a tu caso particular.
Habla con ellos, infórmate y elige el método de planificación de alimentos para controlar tu diabetes con el que te sientas más cómodo(a). Recuerda que alimentarte debe ser un placer y que por el hecho de tener diabetes, no debes dejar de disfrutar de la comida. Sólo tienes que aprender unos trucos aquí y allá, y también una nueva forma de contar.

miércoles, 22 de abril de 2015

Los diabéticos que comen mal, ¿con más riesgo de Alzheimer o Parkinson?

Relación entre la mala alimentación y el Alzheimer o el Parkinson
Los diabéticos que comen mal, ¿con más riesgo de Alzheimer o Parkinson?

Científicos de la Benemérita Universidad de Puebla (BUAP), en México, han observado en ratones que la combinación de diabetes y una mala alimentación puede constituir un factor de riesgo de desarrollar Alzheimer o Parkinson, según los datos publicados en la revista 'Investigación y Desarrollo'. El trabajo, liderado por el investigador de la Facultad de Ciencias Químicas Samuel Treviño Mora, se basó en el análisis durante varios años de unos roedores alimentados con un alto conten ...

Leer mas: http://www.infosalus.com/nutricion/noticia-diabeticos-comen-mal-mas-riesgo-alzheimer-parkinson-20150413183802.html

(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
Los diabéticos que comen mal, ¿con más riesgo de Alzheimer o Parkinson?

Científicos de la Benemérita Universidad de Puebla (BUAP), en México, han observado en ratones que la combinación de diabetes y una mala alimentación puede constituir un factor de riesgo de desarrollar Alzheimer o Parkinson, según los datos publicados en la revista 'Investigación y Desarrollo'. El trabajo, liderado por el investigador de la Facultad de Ciencias Químicas Samuel Treviño Mora, se basó en el análisis durante varios años de unos roedores alimentados con un alto conten ...

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Los diabéticos que comen mal, ¿con más riesgo de Alzheimer o Parkinson?

Científicos de la Benemérita Universidad de Puebla (BUAP), en México, han observado en ratones que la combinación de diabetes y una mala alimentación puede constituir un factor de riesgo de desarrollar Alzheimer o Parkinson, según los datos publicados en la revista 'Investigación y Desarrollo'. El trabajo, liderado por el investigador de la Facultad de Ciencias Químicas Samuel Treviño Mora, se basó en el análisis durante varios años de unos roedores alimentados con un alto conten ...

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(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.

El trabajo, liderado por el investigador de la Facultad de Ciencias Químicas Samuel Treviño Mora, se basó en el análisis durante varios años de unos roedores alimentados con un alto contenido calórico y concentraciones de glucosa.

Científicos de la Benemérita Universidad de Puebla (BUAP), en México, han observado en ratones que la combinación de diabetes y una mala alimentación puede constituir un factor de riesgo de desarrollar Alzheimer o Parkinson, según los datos publicados en la revista 'Investigación y Desarrollo'.
El trabajo, liderado por el investigador de la Facultad de Ciencias Químicas Samuel Treviño Mora, se basó en el análisis durante varios años de unos roedores alimentados con un alto contenido calórico y concentraciones de glucosa.
Al analizar su desorden metabólico corporal, triglicéridos, resistencia a insulina, desarrollo de obesidad y sobrepeso, Treviño Mora y su equipo vieron que en estos ratones se había desencadenado una diabetes tipo II.
Y al medir los efectos a nivel cerebral, el análisis determinó la existencia de una inflamación y neurodegeneración en el hipocampo y la corteza cerebral, zonas importantes para el funcionamiento adecuado de la memoria de corto y largo plazo, condiciones neurodegenerativas asociadas a patologías como Alzheimer y Párkinson.
"La alimentación de los mexicanos está basada en altos contenidos calóricos, comida basura y la mala implementación de alimentos que creemos que son sanos como el consumo de grandes cantidades de cereales, bebidas con alto contenido azucarado o alimentos 'light' que contienen fructosa como parte del edulcorante", ha recordado este experto.
De hecho, su modelo animal permite hacer condiciones de predicción, ya que un mes del roedor equivale en promedio a siete años de un humano. De este modo, en una persona tan sólo en un periodo de siete a 14 años se crea degeneración neuronal y una inflamación crónica que afecta el desarrollo de los procesos cognitivos.
Un niño que crece con sobrepeso u obesidad cuando llega a la adolescencia puede comenzar a desarrollar diabetes y, si no se regula esta condición, es probable que pueda generar daños cerebrales. Lo mismo pasa con un adulto, de modo que si mantiene una mala alimentación a los 30 años podría tener estas mismas características y reducir sus condiciones laborales de productividad en poco tiempo.
"Estamos hablando de una agresión desde la infancia que provoca un envejecimiento prematuro del cerebro, observando características patológicas similares a lo observado en pacientes de 70 a 80 años, y que actualmente se presentan entre 50 y 60", precisa Treviño Mora.

ESTUDIOS PREVIOS HAN RELACIONADO OBESIDAD Y ALZHEIMER

De hecho, este experto ha recordado que la obesidad infantil puede tener una relación directa con problemas de aprendizaje y para retener información y, a largo plazo, con un mayor riesgo de Alzheimer.
Asimismo, las dietas basadas en carbohidratos alteran las condiciones de regulación cerebral de las personas; de consumo (orexigenis) y falta de apetito (anorexigenis), de modo que cuando no se tiene un balance energético se comienza a perder esta regulación y puede desencadenar esta patología.
Treviño Mora también trabaja en la creación de un dispositivo para teléfonos móviles que mida los niveles de glucosa sin necesidad de una muestra de sangre, para lo que está desarrollando sensores que registran el voltaje creado por el flujo de glucosa sobre la piel, los cuales se incorporarán a un dispositivo en forma de anillo.
"La idea es crear una aplicación telefónica para que el paciente tenga una medición constante de sus niveles sanguíneos de glucosa sin necesidad de pincharse el dedo", ha reconocido el especialista

lunes, 20 de abril de 2015

¿Está asociada la diabetes gestacional con el autismo?

Imagen de noticias HealthDayLa diabetes relacionada al embarazo podría incrementar el riesgo de que los niños desarrollen autismo, según sugiere una nueva investigación. El trastorno del azúcar en la sangre, conocido como diabetes gestacional, se vinculó con un riesgo moderadamente mayor de presentar un trastorno del espectro autista en un estudio de más de 320,000 niños estadounidenses, según dijo la investigadora del estudio Anny Xiang, directora de investigación estadística en Kaiser Permanente del Sur de California.
Sin embargo, este fue un "estudio observacional" y por tanto no puede demostrar una relación directa de causa y efecto entre la diabetes gestacional, que afecta a alrededor de 9 por ciento de las mujeres embarazadas en los Estados Unidos, y el autismo.
"Para proporcionar perspectiva, este aumento en el riesgo [de presentar autismo] que se observó con la diabetes gestacional temprana se tradujo en siete casos adicionales por cada 1,000 embarazos, respecto a lo visto en embarazos que no involucraron diabetes [gestacional]", dijo Xiang.
No se asoció ningún riesgo de autismo con la diabetes tipo 2 diagnosticada antes del embarazo, de acuerdo al estudio.
Un experto instó a ser prudentes con la interpretación de los resultados.
"Si bien este estudio sugiere que el desarrollo de diabetes gestacional durante el primer o segundo trimestre del embarazo pone a un feto en un mayor riesgo de padecer un trastorno del espectro autista, la magnitud del riesgo, de existir, es relativamente baja", dijo el doctor Andrew Adesman, jefe de pediatría conductual y del desarrollo en el Centro Médico Infantil Cohen de Nueva York, New Hyde Park, N.Y.
"Si bien los investigadores están ansiosos por identificar todos factores de riesgo de autismo que sean posibles, la realidad es que muchas exposiciones de salud y factores de riesgo distintos se han asociado con trastornos del espectro autista", dijo Adesman, quien no estuvo involucrado en el estudio.
Estudios previos han producido resultados mixtos sobre si la diabetes gestacional incrementa el riesgo de trastornos del desarrollo en la descendencia, según Xiang.
Alrededor de uno de cada 68 niños en los Estados Unidos tiene un trastorno del espectro autista, de acuerdo al Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos. Estos niños normalmente tienen problemas con la interacción social y la comunicación.
Para el estudio, publicado el 14 de abril en la revista Journal of the American Medical Association, el equipo de Xiang siguió a más de 320,000 niños nacidos entre 1995 y 2009 en los hospitales de Kaiser en el Sur de California. Durante alrededor de 5.5 años de seguimiento, 3,388 de los niños recibieron un diagnóstico de autismo.
Los investigadores determinaron que los bebés que habían estado expuestos a la diabetes gestacional antes de la semana 26 del embarazo tenían un riesgo 42 por ciento mayor de desarrollar algún tipo de autismo, en comparación con niños que no estuvieron expuestos a la diabetes gestacional. El resultado se mantuvo aún después de tomar en consideración otros factores que podrían afectar el riesgo, como la edad, educación y peso de la madre, dijeron.
Xiang especuló que la razón por la que el vínculo se observa en el caso de la diabetes gestacional y no en la diabetes tipo 2 diagnosticada previamente podría ser que las madres con diabetes tipo 2 pueden tener mejor controlada el azúcar en la sangre.
La investigadora no pudo explicar el mecanismo detrás del vínculo con certeza. Sin embargo, dijo que los altos niveles de azúcar en la sangre involucrados en la diabetes gestacional podrían interrumpir el desarrollo del cerebro en un periodo de tiempo crucial.
Xiang señaló que las futuras madres deben revisar su azúcar en la sangre en las primeras etapas del embarazo.
De acuerdo a los lineamientos del Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras (American College of Obstetricians and Gynecologists), las pruebas de detección de diabetes gestacional normalmente se aplican entre las 24 y las 28 semanas. Una mujer que tenga factores de riesgo de diabetes gestacional, como presentar sobrepeso, ser mayores de 25 años o tener un historial de diabetes gestacional, debe considerar llevar a cabo las pruebas de detección antes, por ejemplo en la primera visita prenatal, de acuerdo a Xiang.
Los investigadores dijeron que también podría estar justificado realizar pruebas de detección de autismo oportunas en niños nacidos de madres con diabetes gestacional.
Pero Adesman no está muy seguro al respecto.
"Creo que esta recomendación, si bien es bien intencionada, puede ser un poco prematura", dijo. "Por otra parte, los padres siempre deben compartir con el pediatra de su hijo cualquier inquietud que tengan sobre el desarrollo de este".

viernes, 17 de abril de 2015

Metformina: el medicamento preferido para la diabetes tipo 2

iStock_FreezeFrameStudio_000006405560_SmallMás de 346 millones de personas en el mundo tienen diabetes, una enfermedad que se caracteriza por el exceso de glucosa en sangre y que, si bien frecuentemente no da síntomas, con el tiempo puede dañar distintos órganos y funciones del cuerpo como la vista, el aparato circulatorio, los riñones y el sistema nervioso. Entre los diferentes medicamentos que existen para controlarla, la denominada metformina parece ser de las más efectivas.
María Marta vino a verme al consultorio preocupada por mantener a raya sus niveles de azúcar en la sangre. Me comentó que había visto sufrir mucho a su mamá a causa de la diabetes, una enfermedad, según me dijo, “silenciosa y traicionera”. ¡Y cuánta razón tiene! Porque así puede ser la diabetes tipo 2 — como la que tenía su madre, y que ahora también ella.
La diabetes tipo 2 es una condición que se caracteriza por tener elevado el nivel de glucosa (o azúcar) en la sangre debido a que el organismo (el páncreas) no produce suficiente insulina o, se tiene resistencia a la insulina que se produce (o sea que las células no responden adecuadamente a ella). Muchas personas pueden no tener síntomas, especialmente al principio. Sin embargo, si no se mantiene bajo control, va dañando lentamente otros órganos del cuerpo, como: la vista, el corazón, la circulación de la sangre y el funcionamiento de los riñones, y hasta puede poner en riesgo la vida misma de las personas.
Por eso, la diabetes es una de las condiciones de salud más preocupantes en la actualidad, ya que se asocia con la obesidad, el sedentarismo y, en general, con el ritmo de vida de la sociedad moderna. ¡Imagínate que según la Organización Mundial de la Salud, hay más de 346 millones de personas con diabetes en el mundo actualmente y se pronostica que las muertes causadas por esta enfermedad podrían duplicarse entre los años 2005 y 2030!
Lo bueno de esta situación es que para evitarla sólo basta con llevar una dieta y un estilo de vida saludables, que incluyan alimentos bajos en grasas, en azúcares e hidratos de carbono y hacer ejercicio regularmente. Incluso, esta es la primera indicación que te dará el médico si encuentra que tienes diabetes: te recomendará que modifiques algunos hábitos que mejoren tu salud.
Sin embargo, la dieta y el ejercicio a veces no son suficientes. Por eso, es probable que junto con esa recomendación el médico te recete algún medicamento, como yo he hecho con Marta. Y entre todas las drogas que se usan para controlar la diabetes, la preferida para iniciar el tratamiento es la llamada Metformina.
Así lo sugieren las recomendaciones del Colegio Americano de Médicos (American College of Physicians, ACP), que fueron publicadas en la edición del 7 de febrero del 2012 de la revista Annals of Internal Medicine. En ellas se agrega que si la Metformina por sí sola no es suficiente para controlar los niveles de glucemia (de azúcar en la sangre), es conveniente combinarla con otro fármaco (otra medicina).
La metformina se ha estado usando en Europa desde hace muchos años y en Los Estados Unidos fue aprobada en 1995, ya que antes habían prohibido un medicamento similar llamado fenformina, que podía causar una condición que puede ser fatal, conocida como acidosis láctica.
¿Cómo actúa la metformina? Bloqueando la producción de glucosa (de azúcar) por el hígado, aumentando la sensibilidad de las células de los músculos a la insulina y reduciendo la cantidad de azúcar que capta el intestino. Aunque puede fallar la primera vez que se toma, es una medicina bastante efectiva, con pocos efectos secundarios, que no son serios, como molestias estomacales y pérdida de peso (que para muchos es un beneficio). Sin embargo, la metformina no se recomienda durante el embarazo ni cuando se tienen problemas del hígado, de los riñones o del corazón.
Para crear las nuevas recomendaciones sobre los tratamientos orales (tomados) para la diabetes, los inspectores observaron los datos de cada grupo de medicamentos por clase disponible (actualmente son once clases, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Los Estados Unidos conocida como FDA), para evaluar qué tan eficaz era en la reducción de la glucemia (azúcar en la sangre), el colesterol y el peso.
Así encontraron que la metformina (que en Los Estados Unidos se vende bajo la marca comercial Glucophage o, en combinación con otras medicinas, Glucovance y Avandamet ) era el más eficaz en el control de la glucemia a largo plazo. Además, pareció ser el fármaco más efectivo para reducir los niveles de colesterol malo y el más eficaz en la prevención de la mortalidad por todas las causas, incluyendo la enfermedad cardiaca.
Si bien los profesionales de la ACP recomiendan que los pacientes modifiquen su estilo de vida antes de comenzar a tomar metformina, esta indicación ha generado un debate entre los especialistas ya que, algunos prefieren comenzar cuanto antes con un tratamiento con medicamentos (es que todos sabemos lo difícil que puede resultar cambiar los hábitos).
En conclusión: lo ideal sería cambiar el estilo de vida para evitar que se desarrolle la diabetes tipo 2 y si ya la tienes, no te desanimes. Por el contrario, estés o no en tratamiento con metformina o alguna otra medicina, no dejes de incorporar alimentos saludables y una rutina de ejercicios semanal que te ayuden a combatir la diabetes, que puede ser silenciosa y traicionera.

miércoles, 15 de abril de 2015

Por qué algunas embarazadas presentan diabetes gestacional

 
La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que ocurre en algunas embarazadas (se estima que entre un 3 y un 10% lo sufren) y se traduce por la presencia de altos niveles de azúcar (glucemia alta) que empieza o se diagnostica durante el embarazo. 
Una de las consecuencias directas más frecuentes es el aumento de peso del bebé y mayor probabilidad de que desarrolle diabetes tipo 2 u obesidad en su infancia e incluso en la fase adulta. 
En caso de aparecer, la diabetes gestacional suele manifestarse entre las semanas 24 y 28 del embarazo. 

Causas de la diabetes gestacional

Se desconocen las causas exactas que provocan este tipo de diabetes pero una de las causas más aceptadas entre los expertos es por causas hormonales. Concretamente se cree que las propias hormonas que regulan distintos procesos del embarazo podrían reducir la capacidad de acción de la insulina, afectando su función y provocando que aumenten los niveles de azúcar en sangre. 
Existen algunas situaciones que predisponen a algunas mujeres a desarrollar este tipo de diabetes:
  • A mayor edad más probabilidad 
  • Antecedentes familiares con diabetes
  • Ya tiene un hijo que nació con mucho peso o con algún tipo de enfermedad congénita
  • Sufre de hipertensión arterial
  • Sobrepeso antes del embarazo

Síntomas de la diabetes gestacional

Algunas mujeres no presentan síntomas aparentes y sólo se confirma la diabetes a través del diagnóstico por parte del profesional. 
Los síntomas más frecuentes son los siguientes:
  • Cansancio
  • Más infecciones de lo normal
  • Aumento de la sed y de la micción
  • Náuseas y vómitos
  • Visión borrosa
  • Pérdida de peso a pesar de un aumento del apetito

Tratamiento

El tratamiento de cualquier tipo de diabetes se basa en intentar mantener el nivel de azúcar en sangre hasta alcanzar los rangos normales. En el caso de la diabetes gestacional también se realizará un seguimiento del estado de salud del bebé. 
El tratamiento se basará en:
  • Seguir una alimentación saludable, que sea moderada en grasas y proteínas, rica en frutas, verduras y carbohidratos complejos y baja en alimentos con elevados niveles de azúcar. 
  • Realizar ejercicio físico. 
  • En algunos casos la mujer deberán tomar medicamentos o inyectarse insulina. 

Pronóstico

La mayoría de embarazadas consiguen controlar los niveles de azúcar pero tienen mayor riesgo de sufrir hipertensión arterial durante el embarazo. La mayoría de bebés nacen sin ningún problema de salud importante, aunque sí suelen nacer con mayor peso y son más propensos a tener hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre) los primeros días. 
Después del parto, los niveles de azúcar suelen volver a la normalidad, aunque se recomiendan controles de seguimiento con el médico.  De hecho, muchas mujeres con diabetes gestacional desarrollan diabetes al cabo de 5 a 10 años después del parto. 

lunes, 13 de abril de 2015

7 SEÑALES DE QUE PUEDES TENER DIABETES.

  
10407641_10152607538181573_7621861595499528297_n7 SEÑALES DE QUE PUEDES TENER DIABETES. La diabetes es una enfermedad cada vez más común en las personas, es por esto que hay que estar pendientes y saber más o menos cuáles son los síntomas de ésta, ya que puede traer serias consecuencias.
Así que si tienes sospechas, hay antecedentes en tu familia, o cumples con varios de los síntomas, es mejor consultar con un médico para evitar problemas después.
  • Sed excesiva: éste es uno de los síntomas más conocidos, ya que si tienes diabetes tu cuerpo desarrolla una sed excesiva e inusual. Puede pasar por dos razones, pero el resultado es el mismo; necesitas tomar agua más de lo normal.

  • Idas al baño: no es sorprendente, sobre todo porque si estás tomando más agua de lo normal, es natural ir al baño con frecuencia. Éste es otro clásico síntoma de la diabetes, y ocurre sobre todo en las noches,  interrumpiendo tus horas de sueño.

  • Cansancio: estar cansando no es un síntoma tan común como los otros dos, pero sí puede indicar que tienes diabetes. Hay diferentes razones para que las personas se sientan cansadas, pero si se debe a esta enfermedad, el cansancio va a ser un poco fuera de lo normal, y lo mejor sería visitar al médico.

  • Picazón: es común que la picazón en el área genital sea un síntoma de la diabetes, aunque no necesariamente si existe la picazón se debe a esto. Sin embargo, puede ser causada por el exceso de azúcar, así que cualquier picazón o ardor en el área vaginal, es mejor chequearlo.

  • Problemas de la vista: esto ocurre por el exceso de azúcar en la sangre, y causa resequedad en los ojos o la visión borrosa; y si no se revisa a tiempo puede llevar a perder la vista. Pero no hay que alarmarse, por eso lo más recomendable es que cuando exista el más mínimos síntoma, se acuda al médico para salir de dudas.

  • Cicatrización lenta: si últimamente te has cortado y la herida se ha tardado mucho tiempo en sanar, esto puede ser síntoma de diabetes; ya que cuando las personas sufren de ésta, su sistema inmunológico se ve afectado y tardan más en sanar.

  • Aumento del apetito: esto como todo lo demás, puede ser causado por otra cosa (como un desbalance en la tiroides), pero si de la nada sientes más hambre, y te notas comiendo más sin razón aparente, es mejor ir al médico a que chequee qué está pasando.


viernes, 10 de abril de 2015

Para prevenir la diabetes, un yogur al día

                                                     

Los hallazgos publicados en el BMC Medicine, se basan en el análisis de los resultados de tres estudios prospectivos en los que se siguió el estilo de vida y la historia clínica de más de 194,000 personas. 41,436 hombres del Health Professionals Follow-Up Study (1986 a 2010), 67,138 mujeres del Nurses 'Health Study (1980 a 2010), y 85,884 mujeres del Nurses' Health Study II (1991 a 2009).
La dieta fue evaluada mediante cuestionarios de frecuencia alimentaria y se realizó una actualización de los datos cada dos años. Al hacer un estudio pormenorizado sobre el consumo de productos lácteos (leche entera o desnatada, queso y yogur) y al ajustarlo con otros indicadores como edad o índice de masa corporal (IMC), observaron que el consumo elevado de yogur se podía asociar con un menor riesgo de diabetes.
Los resultados mostraron que 28 gramos de yogur al día reducirían hasta un 18% el riesgo de desarrollar la enfermedad. "Hemos encontrado que una mayor ingesta de yogur se asocia con un menor riesgo de diabetes tipo 2, mientras que el consumo de otros alimentos no mostró esta asociación", destacó Frank Hu, autor principal del estudio.
Anteriormente, investigadores de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, había descubierto que los probióticos reducirían el riesgo de diabetes tipo 2. Dicho estudio publicado en la revista Diabetologia, mostró que un mayor consumo de productos lácteos fermentados de bajo contenido en grasa, que incluyen todas las variedades de yogur y algunos quesos bajos en grasa, reducían el riesgo relativo de diabetes.
El yogur es un alimento lácteo que se obtiene mediante la fermentación bacteriana de la leche. Su textura y sabor tan particular son resultado de la conversión de la lactosa (azúcar de la leche) en ácido láctico. A nivel nutricional provee de proteínas de alta calidad, calcio, vitaminas, minerales y la concentración de grasa depende de la leche con que se elabore.
La temible diabetes
La diabetes se ha convertido en una epidemia que afecta a casi 350 millones de personas en todo el mundo según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se prevé que se convierta en la séptima causa de muerte en 2030 y el número de casos alcance los 552 millones, o un adulto de cada 10 en el mundo.
Según las estadísticas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su siglas en inglés), unos 26 millones de personas en los Estados Unidos (hombres, mujeres y niños) han sido diagnosticados con diabetes y estima que 79 millones de adultos tienen pre diabetes, una afección que incrementa el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares.

miércoles, 8 de abril de 2015

¿Qué es la neuropatía?

La neuropatía es una alteración neurológica, que puede afectar cualquier nervio del organismo. En el pie afecta la sensibilidad, la movilidad y el sistema nervioso autónomo. Según el nervio o nervios que afecten recibirán diferentes nombres. :

Polineuropatía diabética
la neuropatía que afecta a más de un nervio.
Mononeuropatía diabética
la neuropatía que afecta a un nervio
Los síntomas en la neuropatía diabética en el pie dependerá de el nervio afectado:
  • La afectación de las fibras sensitivas es muy característica. Esto se refiere a una pérdida de la sensibilidad. Inicialmente es la pérdida de la posición de los dedos y posteriormente se pierde la sensibilidad al tacto, a la temperatura y al dolor. Esta pérdida de sensibilidad provoca un aumento muy importante del riesgo de lesiones. Existen microtraumatismos repetitivos, debido a que no duele, no molesta. Esto provoca una lesión.
  • A parte de la alteración de la sensibilidad también hay una alteración motora y una atrofia de la musculatura intrínseca que provoca deformidades. Estas deformidades son unas de las culpables de las úlceras en la diabetes.
  • Para finalizar la alteración del sistema nervioso autónoma provoca sequedad de piel y grietas. Es decir más riesgo a las lesiones también.
A parte de los síntomas antes expuestos la neuropatía también provoca una enfermedad osteoarticular. En fases avanzadas, enfermedad de Charcot.
Según la OMS, la neuropatía diabética, es la complicación más frecuente de la diabetes. No todos los pacientes tienen clínica. Pero si se comprobase la velocidad de conducción estaría alterada en un 70-80% de los enfermos diabéticos.
Por lo que se refiere al tratamiento de la neuropatía diabética no hay un tratamiento específico. El mejor tratamiento es la prevención. Para ello se debe realizar un control glicémico estricto.

lunes, 6 de abril de 2015

Cuidando tus heridas si tienes diabetes


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 Las heridas y la diabetes son enemigos incompatibles, especialmente si ocurren en los pies. El tener una mala circulación en las piernas, las arterias más estrechas y la pérdida de sensibilidad debido a una neuropatía (problema con las terminaciones nerviosas), pueden retrasar la cicatrización, aumentar la posibilidad de infecciones y hasta aumentar el riesgo de perder la pierna. Es importante que sepas como tratar una herida o un rasguño, aunque te parezcan inofensivos, para evitar posibles complicaciones.
Por lo general, un pinchacito en un dedo del pie, una ampolla que sale por el roce de un zapato, o  una cortada al afeitarnos, no nos preocupa mucho. Arden un poco, molestan, pero al poco tiempo ni nos acordamos. Si tienes diabetes no puedes darte ese lujo. Conviene que aprendas a tratar esas heridas leves para que evites infecciones y que la herida cicatrice lo antes posible.
Las heridas pueden complicarse en los pacientes con diabetes
La diabetes, además de cambiar la forma en que tu cuerpo produce, controla y utiliza la glucosa, acarrea otra serie de complicaciones que pueden obstaculizar y retardar la curación de las heridas, aunque sean leves. Entre estas se encuentran:
  • Daños en los nervios (neuropatía): los nervios responsables de recibir las sensaciones en la piel pueden estar dañados cuando la diabetes no ha estado controlada. Esto te pone en riesgo de tener menos sensibilidad en los pies, y entonces puedes no te darte cuenta de que tienes una ampolla, una úlcera o una herida hasta que se ésta empeora o se infecta.
  • Un sistema inmunológico debilitado por los niveles elevados de la glucosa (el azúcar) en la sangre, lo que aumenta las posibilidades de que una herida se infecte.
  • Arterias más estrechas, lo que dificulta una buena circulación, que es un factor fundamental a la hora de promover la cicatrización y la curación de las heridas.
Trata la herida sin perder un momento
No importa si es pequeñita, casi un rasguño, si se trata de una herida, dale toda la importancia del mundo. Tu salud está en juego. Esto es lo que tienes que hacer:
  1. Sin perder tiempo, deja lo que estás haciendo y trata la herida de inmediato. Mientras más tiempo esperes, más tiempo tienen las bacterias de infectar la herida.
  2. Límpiala bien: deja correr agua de la pila sobre la herida para eliminar cualquier suciedad. No uses ni jabón, ni ningún otro producto que pueda irritarla. Aplica una pomada con antibiótico para prevenir infección y cúbrela con una gasa estéril. Cambia la gasa diariamente. Después de que la herida haya cerrado, sí puedes usar jabón para limpiar el área alrededor de la misma. Mantén la herida cubierta para evitar la contaminación y la infección y mantén el área afectada bien humectada. Revisa bien la herida diariamente para buscar cualquier síntoma de infección (enrojecimiento de los bordes, inflamación, pus o dolor).
  3. Si notas algunos de los síntomas anteriores, llama al médico. Es preferible que sea él o ella quien determine la seriedad del caso y te recomiende qué hacer. Si la herida se infectó y el doctor te ha rectado antibióticos orales (tomados) o tópicos, aplícalos o tómalos sin falta. Si la infección no responde al tratamiento en casa, será necesario atenderla en un hospital.
  4. Si la herida es en la planta de los pies, evita poner presión sobre la misma. Esta es una zona del cuerpo en la que los diabéticos a menudo tienen callos y úlceras. Si tienes una ulcerita o una herida en la planta del pie, eleva la pierna lo más que puedas para que pueda cicatrizar y sanar más rápidamente.  Es posible que necesites usar un bastón, una bota especial  y hasta una silla de ruedas para evitar que el pie no esté en contacto con el suelo.
  5. Dependiendo de como responda la herida y como vaya cicatrizando, quizá necesites visitar al médico regularmente para que la limpie quirúrgicamente, y así elimine la piel y los tejidos muertos para facilitar que sane. Es probable que el doctor envíe muestras al laboratorio para determinar qué hongos o bacterias han causado la infección para poder combatirlos mejor.
Las heridas en los pies son las más peligrosas
Los pies y los tobillos son áreas muy vulnerables en los pacientes de diabetes ya que tienen tendencia a inflamarse lo que retrasa la curación de las heridas. Si la herida se presenta en un brazo, por ejemplo, éste se puede inmovilizar aunque la persona pueda seguir trasladándose de un lugar a otro. Sin embargo, resulta mucho más difícil lograr inmovilizar totalmente el pie o una pierna mientras se cura la herida.
A los diabéticos se les dificulta además evitar heridas en los pies ya que tienen más probabilidades que otras personas de desarrollar callos, piel reseca y daños en las terminaciones nerviosas.  Todo eso aumenta las probabilidades de úlceras (llagas abiertas) y de infección.  Por si fuera poco, la diabetes también contribuye a una visión mala, así que se les dificulta ver y sentir si tienen una herida en el pie hasta que ésta empeora. Una herida que no sana, en el caso de los diabéticos, puede significar no sólo dolor e inconveniencias, sino un serio peligro de gangrena y hasta de amputaciones de un dedo, de varios o de todo el  pie.
No te descuides. Según informes de la American Podiatric Medical Association, hasta un 15% de los diabéticos desarrollan úlceras en los pies y por supuesto, no querrás ser parte de las estadísticas. Ten en cuenta que, en Estados Unidos, la diabetes es la causa más común de amputaciones en las extremidades inferiores que no hayan sido originadas por traumas o accidentes.
Prevenir es la clave
Como ya te hemos recomendado previamente en otros artículos de VidaySalud.com, la mejor manera de evitar complicaciones con las heridas de los pies es evitarlas.  Aquí ofrezco varios consejos para que puedas cuidar tu piel y tus pies de forma adecuada:
  1. Revisa tus pies diariamente: revisa cuidadosamente si tienes ampollas, callos, áreas peladas o enrojecidas. Si no puedes ver con claridad, pide ayuda a una tercera persona para que examine tus pies diariamente.
  2. Presta atención a la piel: revisa hasta cambios que parezcan insignificantes, como enrojecimientos o áreas inflamadas alrededor de las uñas. Si notas algún problema, consulta con tu doctor.
  3. Mantén los pies bien humectados: utiliza un humectante para mantener la piel de los pies bien suave, pero no uses lociones entre los dedos para evitar una infección por hongos. Para tratar el pie de atleta (una infección muy común), utiliza un medicamento en gel y no en crema para que no queden residuos entre los dedos.
  4. Usa calzado apropiado: si los zapatos te quedan o muy estrechos o muy grandes pueden causar ampollas.  Trata de que te ajusten lo mejor posible. Usa zapatos cerrados para evitar heridas en los dedos, incluso en tu hogar. Revisa los zapatos diariamente para eliminar cualquier piedrita o suciedad que pudiera entrar accidentalmente y causarte roces y heridas en la planta del pie.
  5. Cuidado con las medias: evita las que tengan costuras molestas que te rocen y las que mantengan la humedad. Si te es posible, adquiere las medias especiales para diabéticos.
  6. Lava cuidadosamente tus pies a diario y sécalos muy bien.
  7. Si tienes algún callo, trata de rebajarlo con una lima o piedra pómez. Nunca lo cortes ni con tijeras ni con navajas.
  8. Recorta tus uñas y lima los bordes para evitar las uñas encarnadas.
Y por último, pero no menos importante, mantén tu diabetes bajo control.  Eso incluye monitorear tu nivel de azúcar en la sangre, tomar tus medicamentos, vigilar tu dieta y mantenerte físicamente activo.
No te olvides de darle la importancia que merece a cualquier herida en tus pies por pequeña que sea. De esta forma, sanará rápidamente, sin causar infecciones ni complicaciones innecesarias.

viernes, 3 de abril de 2015

DESCUBREN BENEFICIOS DEL FRIJOL PARA COMBATIR LA DIABETES Y EL COLESTEROL ALTO

 Un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) trabaja desde hace 10 años diferentes proyectos de investigación cuyos resultados indican que el consumo diario de frijol hervido puede controlar los niveles de glucosa y lípidos en la sangre.
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En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la doctora Rosalía Reynoso Camacho, profesora investigadora de la Facultad de Química de la UAQ, informó que “diversas investigaciones han permitido concluir que existe una disminución en los niveles de glucosa de ratas experimentales, ex profesodiabéticas, alimentadas con una dieta adicionada con frijol cocido de algunas variedades mexicanas”.
La especialista informó que el desarrollo de estos estudios ha contado con el apoyo financiero en conjunto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y del INIFAP, a través del Fondo Sectorial Sagarpa-Conacyt.

Índice HOMA

 

Para evaluar la resistencia a la insulina de las ratas estudiadas, el equipo de investigadores calculó la concentración de glucosa e insulina en ayunas de los roedores. Esto a través del cálculo del modelo homeostático de evaluación de la resistencia a la insulina, conocido como HOMA (siglas en inglés de Homeostasis Model Assessment).
“Los resultados de estos estudios demostraron que animales sanos presentaron valores HOMA de 4.3, en tanto que una rata obesa presentó un valor de 14.6. Empero, al consumir frijol de la variedad Flor de Junio Dalia, la resistencia a la insulina de ratas obesas se redujo a seis”, indicó la investigadora.

Obesidad y triglicéridos

Estudios adicionales del equipo de investigadores del INIFAP y la UAQ, realizados también con ratas, revelaron que cuando estas consumieron una dieta alta en grasa y fructosa para inducirlas a la obesidad, incrementaron su peso corporal 15 por ciento con respecto a las ratas alimentadas con una dieta sana.
No obstante, afirmó la entrevistada, otros de estos animales alimentados igualmente con una dieta hipercalórica pero con la inclusión en su régimen de un 10 por ciento de frijol cocido del tipo Flor de Junio Dalia, tuvieron una ganancia de peso de solo siete por ciento.
“Ratas obesas con una dieta alta en grasa y fructuosa tienen alrededor de 140 miligramos (mg) por decilitro (dl) de triglicéridos; mientras que un animal sano, 75 mg aproximadamente. Mediante el consumo de frijol durante cuatro meses en la dieta de ratas alimentadas con grasa y fructosa, se encontró que los niveles de los roedores nutridos con frijol tenían concentraciones de triglicéridos similares a los de ratas sanas”, explicó la doctora Reynoso Camacho.
Es decir que –agregó la investigadora de la UAQ– aún con una dieta hipercalórica, la inclusión de frijol redujo los niveles de triglicéridos en animales obesos. Asimismo, estos niveles en sangre no se incrementaron en ratas experimentales que consumieron frijol del tipo Flor de Junio Dalia.

Resultados en personas

Otro de los proyectos de investigación, realizado en conjunto con especialistas de la Facultad de Nutrición de la UAQ, incluyó mujeres adultas de la zona rural del estado de Querétaro.
Los resultados revelaron que existe una asociación entre el consumo de frijol de estas mujeres y un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, debido a los efectos que se encontraron en cuanto a niveles de colesterol y triglicéridos, comentó Reynoso Camacho.
No obstante, agregó la investigadora, en este estudio en particular no se evidenció un efecto significativo respecto a los niveles de glucosa. La doctora explicó que, dado el elevado consumo de refrescos entre la población de mujeres estudiadas, el frijol no contrarrestó los altos niveles de azúcar de bebidas industrializadas u otros alimentos no saludables.
Sin embargo, otras investigaciones en las que también ha participado la doctora Reynoso Camacho apuntan a que, tanto en animales como en humanos, se ha detectado que el frijol –dependiendo de su variedad– tiene un efecto hipoglucemiante; es decir, que disminuye los niveles de glucosa, entre 20 y 40 por ciento, “además de modular el estrés oxidativo asociado a complicaciones de la diabetes”, de acuerdo con la investigadora.
Los resultados de estos estudios, realizados en conjunto con especialistas del Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada (CICATA) y del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), ambos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), se publicaron en un artículo de la Revista Especializada en Ciencias Químico-Biológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Fuente: Agencia Informativa Conacyt