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miércoles, 4 de marzo de 2015

La diabetes y el cuidado de tu piel

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Que lo dulce no te quite la suavidad. Es muy común que las personas con diabetes tengan problemas de la piel, ya que la elevación en el nivel del azúcar o glucosa en la sangre hace que esta pierda hidratación, se reseque y tenga más riesgos de lesionarse e infectarse. Para que puedas mantener tu piel suave e hidratada, aquí te damos algunas recomendaciones para los cuidados diarios de tu piel que son fáciles de seguir.
Desde que Alberto tiene diabetes se controla de no comer tantos dulces y trata de hacer más actividad física para mantener sus niveles de glucosa a raya. Sin embargo, tiene un problema recurrente: se le seca la piel de los pies y le aparecen unas grietas una y otra vez. Como hace tiempo le ocurre esto, suele aplicarse crema como le recomendó su médico (pero no entre los dedos de los pies, porque allí se mantiene la humedad y le salen hongos). Eso lo soluciona, hasta que vuelve a aparecer.
Lo que Alberto no sabe es que posiblemente su problema de resequedad en la piel puede estar provocado, justamente, por su diabetes. Por eso es importante que, además de controlar lo que come, también tenga otros cuidados para evitar complicaciones de la piel asociadas a esta enfermedad.
Así, por ejemplo, la piel es uno de los órganos que necesita cuidados especiales en las personas que tienen diabetes. Esto se debe a que, cuando los niveles del azúcar están elevados, la piel se reseca y se deshidrata, porque el cuerpo pierde líquidos. De ese modo, puede causar comezón y dolor, y al rascarte puedes agrietar la piel e irritarla.
Si se produce una lesión o herida, los gérmenes o microbios pueden entrar al cuerpo con más facilidad, provocando una infección. Y como el exceso de glucosa alimenta a los microbios también, eso hace que la infección sea mayor y más difícil de sanar.
Por eso es importante mantener a la piel hidratada, lo que no significa ni húmeda ni transpirada. ¿Por qué? Porque la humedad provoca la aparición de hongos (tal como le ocurre a Alberto), que es otra de las condiciones comunes de la diabetes, especialmente en personas con sobrepeso.
Se estima que un tercio de las personas con diabetes padecerán, en algún momento de sus vidas, un problema dermatológico (de la piel) provocado por esta enfermedad. De hecho, el primer indicio de que una persona tiene diabetes, puede ser la presencia de problemas en la piel relacionados con hongos, úlceras crónicas e infecciones.
Para evitar cualquiera de estos problemas, puedes seguir las siguiente recomendaciones que si se hacen diariamente, te ayudarán a mantener tu piel sana e hidratada:
  • Mantén tu diabetes bajo control.
  • Bebe muchos líquidos, de preferencia agua, para que tu piel esté hidratada y sana.
  • Mantén tu piel limpia y seca. Para ello, utiliza un jabón no irritante, crema humectante luego del lavado y talco en las áreas donde la piel puede quedar húmeda, como debajo de los brazos (en las axilas), debajo de los senos, entre las piernas (en las ingles) y entre los dedos de los pies.
  • Evita ducharte con agua muy caliente y tomar baños largos y/o de espuma. Cuando te seques, hazlo suavemente, no te frotes.
  • Revisa la piel después de lavarte y asegúrate de que no tienes áreas secas, rojas o adoloridas que puedan infectarse. Si no puedes hacerlo solo, pide ayuda.
  • En especial, cuida mucho tus pies. Revisa todos los días que no aparezcan llagas ni heridas. Usa zapatos cómodos, de horma ancha y de tacón bajo, y antes de ponértelos verifica que no haya objetos extraños dentro de ellos.
  • Si tienes heridas, trátalas apenas aparezcan. Para ello, lava los pequeños cortes con agua y jabón y cubre las heridas pequeñas con gasa estéril. No uses antisépticos, alcohol ni yodo para limpiar la piel, ya que son sustancias demasiado fuertes, en todo caso puedes pedirle a tu médico que te recomiende algo, generalmente te recomendará un antibiótico en crema para utilizar en estos casos.
  • Mantén tu casa húmeda durante los meses de clima frío y seco.
  • Aplícate protector de labios para prevenir labios quebrados.
  • Si sueles tener acné, habla con tu dermatólogo antes de seleccionar un humectante facial.
  • Para proteger tu piel del sol, usa bloqueadores con FPS (SPF son las siglas en inglés) de 15 o más y usa un sombrero. También usa guantes cálidos, zapatos o botas abrigados (si hace frío) y ropa interior de algodón puro.
Si tienes problemas en la piel que no puedes resolver por ti mismo(a) o que no sanan rápidamente, consulta con tu médico para que pueda indicarte cómo tratarlos y evitar complicaciones mayores. También es importante, que consultes a un dermatólogo (el médico especializado en piel) si te aparece una erupción después de tomar medicinas o cerca del lugar donde te aplicas la inyección de insulina.
Por último, recuerda que si mantienes tus niveles de glucosa a raya es posible evitar estas y otras complicaciones asociadas con la diabetes. Cambiar de hábitos no siempre es fácil, pero luego de un tiempo notarás que el esfuerzo no es tan grande y que los beneficios son enormes

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