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lunes, 10 de noviembre de 2014

Guía diabetes durante el embarazo, cuidados en la “dulce” espera


Guía diabetes durante el embarazo, cuidados en la “dulce” espera






La diabetes también puede estar presente durante el embarazo. Cuando se diagnostica durante la gestación y es secundaria a ésta, se le conoce como diabetes gestacional, condición que, de acuerdo con datos del American College of Obstetricians and Gynecologist, desarrollan de tres a siete mujeres de cada 100.
Generalmente, solo se establece durante el embarazo y desaparece después del parto, aunque en algunas mujeres que no llevan control prenatal adecuado puede dar paso al desarrollo de diabetes mellitus tipo 2 después del nacimiento del bebé.
En México 10% de las mujeres embarazadas desarrolla diabetes en el embarazo, según datos de estudio realizado por el Departamento de Endocrinología del Instituto Nacional de Perinatología (INPer).
Las mujeres con mayor riesgo de presentar diabetes en el embarazo son quienes tienen: 
  • Más de 35 años
  • Hipertensión arterial crónica
  • Obesidad
  • Antecedentes familiares de diabetes
  • Exceso de líquido amniótico
  • Hijos anteriores con gran peso y/o con algún defecto congénito
  • Antecedentes de resistencia a la insulina
Aunque en la actualidad se desconocen con precisión las causas de la diabetes gestacional, los expertos consideran que se debe a trastornos en la producción y acción de la insulina en el cuerpo de la mujer embarazada, debido a cambios hormonales que se suscitan a fin de que el feto reciba los nutrientes y agua necesarios para su crecimiento.
Este problema se presenta comúnmente durante el segundo trimestre de gestación (entre la semana 24 y 28) y alcanza sus niveles más altos al final del embarazo. Por ello, en las revisiones prenatales el médico deberá solicitar pruebas de glucosa en sangre para diagnosticar o descartar diabetes en el embarazo, ya que si se presentan niveles superiores a 140 mg/dl se está en riesgo de esta condición. Cuando esto ocurre, se hace una prueba conocida como curva de tolerancia a la glucosa para confirmar el diagnóstico.
Sin embargo, la presencia de diabetes en esta etapa tan especial de tu vida no debe impedir que lo disfrutes, para ello deberás considerar realizar cambios en tu dieta y rutina en general. De acuerdo, con los especialistas únicamente un pequeño porcentaje de mujeres necesita utilizar insulina durante su embarazo.

Tres aspectos fundamentales en el cuidado de la diabetes gestacional

1. Tu dieta
Comer adecuadamente es más efectivo que consumir medicamentos para controlar la diabetes gestacional, pues únicamente entre 10 y 20% de los casos se requiere de algún fármaco, señala Enrique Reyes Muñoz, especialista del departamento de endocrinología del Instituto Nacional de Perinatología.
  • Limita el azúcar, almidones y carbohidratos en tu dieta diaria. Esto es comer menos cantidad de pastas, pan de dulce, repostería, frituras, dulces, golosinas, refrescos, etcétera.
  • Incrementa la cantidad de proteínas, que puedes obtener de carnes, pescado, leche, queso, huevos, soya,  lentejas, tofu, entre otros. La cantidad recomendada es de 80 g de proteína al día.
  • Consume tantas raciones de vegetales como quieras, pues son  excelente fuente de fibra y nutrientes. Elige sobre todo, las que tengan bajo contenido de almidones.
  • Limita tu consumo de fruta a dos piezas al día. Una pieza o porción de fruta razonable equivale a una taza de aproximadamente 170 gramos de cerezas o una manzana verde, una naranja pequeña o media toronja.
  • Come frutos secos y semillas crudas o tostadas al gusto (con o sin sal), siempre que no estén fritos o tostados en aceite.
  • Mantente bien hidratada, bebe entre ocho y 12 vasos de agua durante el día. Evita las bebidas azucaradas y refrescos. Prefiere el agua con sabor de frutas naturales en lugar de jugos.
  • Modérate en el consumo de grasas, prefiere las de origen vegetal e insaturadas y descarta las de origen animal o saturadas, ya que es importante mantener tus niveles de colesterol y tu peso bajo control, para prevenir complicaciones de la diabetes gestacional.
  • Pregunta a tu médico sobre la conveniencia de tomar complemento vitamínico que contenga los compuestos minerales y vitaminas indispensables durante el embarazo. Los bebés de madres con diabetes gestacional son vulnerables a diversos desequilibrios químicos, como niveles bajos de suero, calcio y magnesio.
Cabe mencionar, que el especialista deberá tomar en cuenta varios factores al momento de diseñar tu plan de alimentación, incluyendo tu peso, la etapa de embarazo en que te encuentras y el ritmo de crecimiento de tu bebé.
2. Tu actividad física
El ejercicio durante el embarazo es importante para toda mujer, sobre todo en casos de diabetes gestacional. Muchos estudios sugieren que la actividad física ayuda al cuerpo a procesar el azúcar con mayor eficiencia, contribuyendo a que la mujer embazada pueda mantener normales sus niveles de glucosa en sangre. Por ello, considera lo siguiente:
  • Realizar ejercicio bajo recomendación, control y supervisión de expertos.
  • Tener programa de actividad física gradual adaptado a cada trimestre del embarazo.
  • Caminar, nadar, hacer yoga y practicar ejercicios aeróbicos de baja intensidad son actividades físicas suaves fácilmente toleradas en el embarazo.
  • Evitar excederte, ya que en los primeros meses puedes presentar amenaza de aborto, mientras que en los últimos puedes lastimarte a causa del peso y la gestación avanzada.
  • Con la ayuda del podómetro dosificar la caminata, por ejemplo, en tres periodos diarios de pequeña duración de unos 4 mil a 5 mil pasos.
  • Comenzar desde 30 a 45 minutos entre tres y cinco días a la semana hasta llegar 150 minutos a la semana, sin dejar más de dos días sin realizar actividad física.
3. Tus controles prenatales
Cada semana o quizás más frecuentemente, deberás visitar a tu médico para volver a comprobar cuáles son tus niveles de glucosa en sangre y hacer los ajustes correspondientes en el tratamiento, pues cuando el programa de ejercicios físicos y la dieta no consiguen estabilizarlos después de aproximadamente dos semanas de ponerlos en práctica, se recurre a la insulina. Las estadísticas muestran que entre el 10% y el 15% de las mujeres con diabetes gestacional requieren tratamiento de insulina hasta el término de la gestación.
Es importante que se lleve cabo un seguimiento y tratamientos médicos adecuados de la diabetes gestacional, ya que puede aumentar riesgos en el bebé como: 
  • Macrosomía, es decir, que nazca con crecimiento excesivo y con peso mayor a cuatro kilogramos
  • Problemas respiratorios a corto plazo
  • Malformaciones
  • Riesgo cardiovascular
  • Síndrome metabólico
  • Riesgo de obesidad
Así como aumenta el riesgo de la madre de sufrir:
  • Diabetes mellitus tipo 2
  • Trastornos hipertensivos (preeclamsia)
  • Parto pretérmino
  • Lesiones en el tracto genital inferior (episiotomía) debido al tamaño del bebé con macrosomía.
  • Infecciones de herida quirúrgica.
  • Dislipemia
  • Enfermedad cardiovascular

Después del parto, ¿adiós a la diabetes?

Cabe mencionar que las anormalidades en los niveles de glucosa en sangre desaparecen después del parto en la mayoría de los casos de las mujeres que desarrollan diabetes gestacional, sin embargo, existe 50% de probabilidades, particularmente, si presentan obesidad, de que desarrollen una forma de diabetes no relacionada con el embarazo dentro de los siguientes 15 años.
Asimismo, debes tomar en cuenta que si deseas tener más hijos tienes mayor riesgo de volver a desarrollar diabetes gestacional en embarazos subsiguientes. Para reducir estos riesgos, puedes considerar las siguientes medidas de prevención: 
  • Consulta a tu médico y realiza check up médico regularmente.
  • Mantén tu peso bajo dentro de límites normales.
  • Cuida tu alimentación.
  • Haz ejercicio físico.
  • Aprende a reconocer los síntomas de la diabetes en general.
Por otra parte, si ya tienes diabetes ya sea tipo 2 ó 1 y deseas concebir deberás planearlo junto con tu médico, y prepararte con antelación, pues de no hacerlo puedes estar en riesgo de cetoacidosis al no ajustarse adecuadamente las dosis de insulina conforme suben los requerimientos en el embarazo (particularmente en la diabetes mellitus tipo 1), entre otras complicaciones.
Consulta a tu médico.
 

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