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viernes, 28 de noviembre de 2014

10 reglas de oro para una larga vida, a pesar de la diabetes

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Aunque la diabetes es una condición crónica que por el momento no tiene cura, tenerla no significa que no puedas llevar una vida larga, activa y plena. Estos consejos te ayudarán a mantenerla a raya y evitar o retrasar las complicaciones.
Hay algo mejor que  rendirte y deprimirte ante el diagnóstico de diabetes, y es adoptar ciertas medidas, dentro de tu estilo de vida, para vivir mejor a pesar de la condición.  Aquí te incluyo unas cuantos:
1.  Mantente informado(a). ¿Qué tipo de diabetes tienes? ¿Diabetes tipo 1 o diabetes tipo 2? ¿Sabes la diferencia entre una y otra? ¿O las consecuencias de no controlar tus niveles de glucosa en la sangre? Este es el momento de informarte y aprender lo más que puedas sobre esa condición con la que deberás vivir el resto de tus días. Tu doctor(a) puede indicarte dónde buscar información confiable y segura. Constantemente hay información sobre tratamientos nuevos y formas de enfrentar la diabetes. Desde medicamentos con diferentes mecanismos de acción, a diferentes tipos de insulina, novedades acerca de los alimentos que debes consumir o evitar, etc. En Vida y Salud hay una sección completa dedicada a la diabetes. Revísala frecuentemente para mantenerte al día.
2.  Confía en tu equipo médico, es más, únete a él. La comunicación periódica con tu médico es fundamental para que puedas controlar, con su guía tus niveles de glucosa en la sangre.  Mantén un buen registro de tus visitas y no te saltes ninguna.  Pero además, hay otros especialistas a los que debes acudir, al menos una vez al año (el dentista y el oftalmólogo por ejemplo). Además del equipo de apoyo que incluye al nutricionista certificado y, si te lo indica, el educador que te enseñe a inyectarte, etc.
3.  Mide frecuentemente los niveles de glucosa en tu sangre.  Para saber si el nivel de azúcar en tu sangre está elevado o no, es crucial para controlar la diabetes. No pases por alto este paso. Consulta estos datos para que sepas cuándo y cómo debes hacerlo.
4.  Tu dieta es muy importante. Una dieta balanceada es vital para la salud de todos.  Pero para los diabéticos lo es mucho más. Lo que comes y la cantidad que comes influye directamente en el nivel de la glucosa en la sangre.  En tu caso, la clave radica en el control de las porciones y de los carbohidratos.  Tu médico o un nutricionista te pueden indicar qué alimentos te convienen y cuáles debes evitar. Para comenzar, te recomiendo que consideres las ventajas de una dieta de tipo mediterráneo, así como implementar el sistema de intercambios al planificar tus comidas. Y desde luego, recuerda que es importante procurar comer a la misma hora y nunca saltarte ninguna comida.
5.  Haz ejercicio. Cada vez más estudios indican que el ejercicio (aunque sea sólo caminar 20 minutos al día) es fundamental para controlar la diabetes. Además, te ayuda a mantener un peso saludable, algo que también es importante para evitar complicaciones con esta condición. De hecho, algunas personas que han logrado perder el sobrepeso han podido revertir la diabetes tipo 2. ¡Haz la prueba!
6.  Cuidado con la sal. ¿Sabías que los diabéticos también tienen que controlar la sal que consumen? Esto es para evitar la presión alta (hipertensión) y su consecuente daño en los riñones. Limita la cantidad de sal que agregas en tu comida. También lee cuidadosamente las etiquetas de los alimentos procesados, ya que muchos contienen mucho sodio. ¡Ten precaución!
7.  Ni se te ocurra fumar. Si quieres vivir lo máximo posible, “¡Evita el cigarrillo!”. El hábito de fumar es uno de los factores de riesgo que influye en el desarrollo de la diabetes tipo 2. Pero si ya te han diagnosticado diabetes, es muy importante que dejes de fumar cuanto antes. Según datos de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), alrededor del 22 por ciento de los adultos con diabetes fuman, lo que los pone en mayor riesgo de desarrollar complicaciones, y no sólo del corazón o los pulmones, sino también daño en las terminaciones nerviosas (neuropatía) y enfermedad renal. Desde luego que los diabéticos que fuman, tienen tres veces más riesgo de morir debido a complicaciones cardiovasculares que los que no fuman y, tienen mayor dificultad para mantener sus niveles de glucosa en la sangre en rangos saludables, el tabaco los eleva.
8.  Cuidado con las infecciones de la piel. Las personas con diabetes son más propensas a sufrir resequedad, lesiones e infecciones por hongos o bacterias en la piel, pero además, padecen otras condiciones que afectan solamente a la piel de los diabéticos.  Si notas cualquier cambio, enrojecimiento, inflamación, picazón o escamas en la piel del cuerpo o del rosto, consulta con tu médico. Quizás debas visitar a un dermatólogo para controlar la condición.
9.  Extrema los cuidados de tus pies. La diabetes reduce la circulación en la sangre, especialmente en las extremidades. Esto hace que sea más difícil que tu cuerpo se recupere de lesiones o heridas. Además, como la diabetes también daña los nervios, podrías no sentir alguna herida que aparezca en los pies. Por eso es muy importante los revises cuidadosamente todos los días, para asegurarte que no tengas ninguna lesión. Y si notas algo, que la atiendas de inmediato antes de que se infecte y se complique.
10.  Reduce el estrés. El estrés puede tener un efecto especialmente negativo si padeces de  diabetes: podría hacer que te olvides de tomar tus medicamentos,  de medirte los niveles de glucosa en la sangre… ¡O hacer que comas – o bebas – lo que no debes!  Además, las hormonas del estrés pueden alterar tu glucosa. Para evitarlo, podrías hacer ejercicios de respiración, inscribirte en una clase de ejercicios, de meditación o de otra cosa que te ayuda a relajarte. ¿Qué te parecen unas clases de música o baile? Busca una actividad que te ayude a mitigar el estrés. ¡Verás que surten efecto, a la vez que te diviertes!
Motívate a comenzar los cambios hoy mismo para que vivir con diabetes no se te haga una carga tan pesada. Si lo haces, estarás tomando tú el control y asumirás la condición con responsabilidad y disciplina, factores determinantes para controlar y vencer cualquier problema de salud

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Educación y formación, claves para tener la diabetes bajo control


La Federación de Diabéticos Españoles insiste en la necesidad de implementar medidas efectivas y reales para que las personas con diabetes tengan acceso a una educación y formación diabetológica de calidad
Hoy, 14 de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Diabetes, una fecha que tienen marcada en el calendario con un círculo azul más de 5 millones de personas, lo que representa el mayor colectivo de pacientes crónicos de nuestro país.
Si desglosamos esta cifra, los datos no dejan dudas del previsible crecimiento que experimentará esta patología en el futuro. Y es que la diabetes tipo 2 en España afecta a más de 5.301.314 personas, de las que más de 2 millones aún están sin diagnosticar.
En lo relativo a la diabetes tipo 1, que se produce con mayor frecuencia en los niños y adultos jóvenes, representa un 13% de los casos de diabetes en España, afectando a 29.000 niños menores de 15 años, y donde se producen 1.100 nuevos casos cada año.
A la vista de estas cifras, y tal y como alerta la Federación Internacional de Diabetes (IDF, según sus siglas en inglés) en su último informe de 2014, durante los próximos años se producirá un aumento de esta patología en todo el mundo que rondará el 55% para el año 2035, es decir, más de 592 millones de afectados en todo el mundo.
Por este motivo y con estos datos en la mano, Andoni Lorenzo Garmendia, presidente de la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE), "insiste en la necesidad de tomar medidas efectivas y reales para que las personas con diabetes tengan acceso a una educación y formación diabetológica de calidad que eviten las serias complicaciones que provoca un mal cuidado de la patología". No en vano, 7 de cada 10 amputaciones no traumáticas de la extremidad inferior se deben a la diabetes, lo que la convierte en la causa más frecuente de este tipo de intervenciones. Además, el 16% de las personas ciegas lo son por culpa de esta enfermedad y 25.000 españoles mueran cada año por diabetes.

Medidas administrativas

FEDE también quiere llamar la atención a la Administración Pública para que se tomen medidas efectivas y concretas que ayuden a reducir el número de personas con diabetes en nuestro país.
Un reciente estudio a nivel europeo, pone de manifiesto que el tratamiento de la diabetes en España es muy mejorable ya que nuestro país se encuentra en el puesto 18 de 30 quedando por detrás de Portugal, Eslovenia o Hungría. Algunas de las razones que determinan esta posición tienen que ver con las diferencias en cuanto a los tratamientos entre CC. AA., los estilos de vida sedentarios, la baja tasa de control regular periódico de la glucosa entre los pacientes o las elevadas tasas de obesidad.
A este respecto, Lorenzo insiste en que "la Administración Pública debe ser parte activa para mejorar nuestra posición en este ranking, con políticas activas en materia de educación y formación terapéutica, con campañas de información y detección precoz así como de educación en salud y contra la obesidad como único camino para combatir las tasas de diabetes en nuestro país y frenar esta epidemia que se producirá, si no ponemos freno en los próximos años".

Obesidad

Sin duda, la obesidad será uno de los factores claves en el incremento de las tasas de diabetes. Según los últimos datos aportados por el Estudio sobre Obesidad de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) de 2014 en España, nuestro país tiene unas tasas de obesidad preocupantes, tanto entre la población adulta donde 1 de cada 6 personas son obesas, y más de 1 de cada 2 tiene sobrepeso; como entre la población infantil donde el 26% de los niños y el 24 de las niñas tiene sobrepeso.
Unos datos que Manuel Moñino, coordinador del Área de Nutrición Comunitaria y Salud Pública de la Fundación Española de Dietistas - Nutricionistas, califica de "inquietantes ya que si no se toman las medidas necesarias, fundamentalmente en lo relativo a llevar de un estilo de vida saludable, estos pacientes serán posibles candidatos a desarrollar esta patología en el futuro. Por este motivo, es urgente apostar por la educación en diabetes para sobretodo disminuir el riesgo de sufrir esta patología, ya que la mayoría de los casos de diabetes tipo 2 se podrían prevenir con estilos de vida saludables".
Además, FEDE también recuerda el coste económico anual que supone esta patología para el Sistema Nacional de Salud (SNS) y que se podría ver agravado en el futuro si las estimaciones de la IDF se cumplen.
Por último, FEDE destaca la necesidad de reforzar las medidas en la prevención de esta patología que ayuden a reducir el número de personas con diabetes en nuestro país y que garanticen un mejor cuidado y atención de este colectivo.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Diabetes y ejercicio: “¿Debo comer algo antes de hacer ejercicio?”

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El hacer ejercicio es indispensable cuando tienes diabetes, ya que te ayuda a perder peso, a controlar los niveles de azúcar en tu sangre y a mantener la salud de tu corazón en buenas condiciones. Sin embargo, muchos pacientes diabéticos se preguntan si necesitan comer un snack o bocadillo antes de hacer ejercicio. Acá te contamos qué puedes hacer.
Para una persona con diabetes, el ejercicio se convierte en un factor tan importante como la buena alimentación, los chequeos regulares de la glucosa (el azúcar) y las visitas el médico para controlar la enfermedad. Por eso, muchas personas a quienes les diagnostican diabetes, empiezan a hacer ejercicio – si es que antes no lo hacían – o siguen disciplinadamente con sus rutinas para darle una mano a la salud del corazón, mantener los niveles de la glucosa en la sangre dentro de los rangos indicados, y por supuesto, a controlar el peso.
Ya sea que hayas elegido un ejercicio suave como caminar, nadar o montar bicicleta; o por el contrario te hayas inclinado por ejercicios más fuertes como boxeo, correr, jugar fútbol o jugar básquetbol entre otros, te estarás preguntando si es conveniente comer algo antes del ejercicio.
Durante la actividad física, el cuerpo necesita energía adicional en forma de glucosa, para impulsar a los músculos. Cuando haces ejercicio moderado, los músculos toman la glucosa 20 veces más rápido de lo normal. Por eso, es posible que luego de hacer ejercicio el azúcar en tu sangre se baje.
La respuesta a la pregunta “¿Debo comer algún bocadillo o snack cuando hago ejercicio?” depende de tus niveles de glucosa y de si te inyectas insulina o tomas medicamentos orales (tomados) para la diabetes. Mide tu glucosa antes y después del ejercicio, así como durante períodos más prolongados de actividad física.
  • Si haces 30 minutos de ejercicio de baja intensidad, como caminar: Si antes de empezar el ejercicio tus niveles de glucosa en la sangre son menos de 100 mg/dl, cómete un bocadillo que contenga 15 gramos de carbohidratos (por ejemplo: 1 rebanada de pan, o 1 taza de yogurt sin azúcar, o 1 manzana).
  • Si haces de 30 a 60 minutos de ejercicio de moderada intensidad como nadar, jugar tenis, o trotar: Si tu azúcar en la sangre es menos de 100 mg/dl antes del ejercicio, cómete un bocadillo que contenga 25 a 50 gramos de carbohidratos (por ejemplo: 2 vasos de jugo de naranja, o una taza y media de cereal). Si los niveles de glucosa en la sangre están entre 100-180 mg/dl come una porción de alimentos que contengan de 10 a 15 gramos de carbohidratos.
  • Si haces de 1 a 2 horas de entrenamiento físico intenso (básquetbol, esquiar, boxear): si tu glucosa en la sangre es menos de 100 mg/dl antes de empezar el ejercicio, cómete un bocadillo de 50 gramos de carbohidratos. ). Si los niveles de glucosa en la sangre están entre 100-180 mg/dl come una porción de alimentos que contengan de 25 a 50 gramos de carbohidratos. Si por el contrario, los niveles de glucosa en la sangre están entre 180 y 250 mg/dl, come un bocadillo que contenga de 10 a 15 gramos de carbohidratos.
Recuerda que cuando haces ejercicio intenso, debes monitorizar tu glucosa cuidadosamente.
El ejercicio intenso puede causar que tus niveles de glucosa en la sangre se eleven. Esto es especialmente cierto para los diabéticos. ¿Por qué? El cuerpo identifica el ejercicio intenso como estrés y libera hormonas que le indican a tu organismo que necesita más glucosa para los músculos. Si esto te sucede, es probable que necesites un poco de insulina luego del ejercicio físico intenso.
Si tienes dudas sobre tu caso particular, consulta con tu médico. Tú y él o ella son los que mejor conocen a tu organismo y seguramente podrás tomar las medidas necesarias para poder ejercitarte sin alterar demasiado tus niveles de glucosa en la sangre.
Recuerda que el ejercicio es indispensable para el control de tu diabetes. Infórmate y hazlo con las precauciones que exige tu condición.

viernes, 21 de noviembre de 2014

La diabetes en la edad pediátrica

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Marta padece diabetes y tiene 8 años. Debe pincharse cada cierto tiempo una especie de bolígrafo con un líquido que muchos de sus compañeros aseguran que huele a “cerámica”. Se llama insulina, le han dicho sus padres y el médico, y es necesaria para que pueda vivir como el resto de niños de su edad: de forma sana y activa. Sin embargo, sus amigos no comprenden. ¿Qué es la diabetes? ¿Por qué te pinchas tantas veces? ¡Qué miedo! Son algunos de sus pensamientos.
Esta es la historia de Marta pero podría ser la historia de los 29.000 niños españoles menores de 15 años que sufren esta enfermedad. La diabetes se ha convertido en nuestra sociedad en la segunda enfermedad crónica más frecuente en la edad pediátrica. Si ser padre es complicado, ser padre de un niño diabético resulta un poquito más complejo.
Nadie está preparado para que esta enfermedad llegue con sus maletas y se instale en la vida de algún familiar pero ¿Qué es la diabetes? y, sobre todo, ¿Hay alguna forma de prevenirlo o detectarlo?
La diabetes tipo 1, también conocida como diabetes juvenil, es una enfermedad autoinmune en la que las células que producen insulina en el páncreas se destruyen teniendo que administrarse el paciente la propia insulina bien mediante inyecciones o una bomba de insulina.
Aunque no se puede generalizar a la hora de detectar los síntomas, hay una serie de ellos que pueden alertarnos: sed excesiva, necesidad de orinar con mucha frecuencia, un aumento del apetito, pérdida de peso repentina, cansancio extremo, falta de interés y concentración, visión borrosa, vómitos y dolor de estómago.
Sin embargo, muchas veces no se presta atención a estos síntomas o se los tacha de una ligera “gripe”.  Más del 40% de los niños con diabetes tipo 1 se dan cuenta de que padecen la enfermedad porque presentan un cuadro de cetoacedosis. Es decir, un desarrollo de una acidez grave debido a que se han mantenido durante un cierto tiempo niveles de azúcar muy altos en la sangre.
Una vez superada esta fase crítica hay que tener muy claro que los niños diabéticos pueden tener perfectamente una vida sana, plena y productiva. Únicamente se tendrán que implantar unas rutinas de salud que permanecerán toda la vida y recibir una formación diabética que les permita vivir lo mejor posible.
Todos los niños con diabetes tipo 1 tienen que administrarse insulina, que puede ser mediante inyecciones varias veces al día o bien mediante una bomba de insulina que suministra dosis subcutáneas continuamente. A esto hay que sumarle una dieta sana y la práctica regular de ejercicio físico que ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre.
La diabetes presenta desafíos distintos a edades diferentes. Pero los desafíos están para superarlos y la diabetes es un obstáculo que perfectamente se puede controlar. Con el apoyo y cariño familiar, la atención en las escuelas y unos buenos hábitos y formación un niño diabético puede llevar una vida totalmente normal.
Además hay numerosas páginas que dan apoyo y ayudan a sobrellevar la enfermedad de la mejor manera posible. A continuación encontrareis los enlaces:
  • http://www.fundaciondiabetes.org
  • http://www.fundaciondiabetes.org/diabetesinfantil/
  • http://www.diabetesinfantilcht.com
  • http://www.diabetesjuvenil.com

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Aumentan casos de diabetes gestacional

Foto: Referencia


La diabetes gestacional comienza cuando el cuerpo de la madre no es capaz de producir y usar la suficiente insulina que necesita para todo el embarazo.
Esta enfermedad tiende a diagnosticarse en las pruebas de control prenatal y, aunque los niveles de hiperglucemia sean inferiores a los establecidos para diagnosticar una diabetes tipo 1 o tipo 2, son valores superiores a los normales, por lo que tiene que tratarse cuanto antes.
No hay síntomas claros, pero la madre puede presentar visión borrosa, fatiga, aumento de la sed, incremento de micción y pérdida de peso.
La Organización Mundial de la Salud advierte que las mujeres con diabetes gestacional “corren mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto, y de padecer diabetes de tipo 2 en el futuro”.
El doctor Juan Octavio Zamora, jefe del Servicio de Endocrinología de la Maternidad Concepción Palacios en Caracas, alerta sobre el aumento de futuras madres que padecen de altos índices de azúcar en la sangre.
Recuerda que hace unos años se calculaba que había hasta 7% de incidencia de diabetes gestacional en mujeres en estado. Este año se calcula una incidencia de 10% “a grosso modo”. Explica que el incremento es gracias al cambio de estilo de vida. “Antes, nosotros veíamos mujeres embarazadas desnutridas, ahora estamos viendo mujeres embarazadas pero obesas”, añade.
Tratamiento. La mayoría de las mujeres, si son tratadas a tiempo, superan esta condición cuando termina el embarazo.
Mientras este momento llega, necesitan ponerse en control con un especialista, cambiar su dieta y hacer ejercicios moderados. Por lo general, no requieren de insulina, pero es posible que  necesiten otro tratamiento.
La diabetes gestacional puede hacer que la madre sea más propensa a padecer hipertensión arterial durante el embarazo, también que el bebé sea más propenso a tener períodos de nivel bajo de azúcar en la sangre durante los primeros días de vida.

lunes, 17 de noviembre de 2014

¡No seas esclavo de la diabetes!

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Tenía 24 años cuando me dieron la noticia. Era diabética, tipo 2. Aquel diagnóstico me cambió la vida. Tanto, que estuve en terapia psicológica para poder enfrentar el reto de cambiar los hábitos alimenticios que practiqué desde que tenía uso de razón. Siempre fui gorda y aunque trataba de rebajar y de hacer dieta, la comida para mí era un vicio. Pero ahora tenía diabetes y mi salud dependía de enfrentar esa compulsión por la comida chatarra, por los dulces y por la cerveza, que se había vuelto parte de mi vida, como joven al fin. Las consecuencias que podría vivir, desde amputaciones hasta un infarto, siempre rondan mi cabeza. Pero la que más me preocupaba era la relacionada al envejecimiento acelerado del aparato reproductor. Yo pensé que no podría tener hijos. Por fortuna tuve 2 niñas. Ambos embarazos fueron de alto riesgo. El segundo mucho más. Me hicieron cesárea y la herida no cicatrizaba, además me compliqué con problemas en los riñones y me operaron, estando encinta, 7 veces. Mi nena más pequeña es un milagro. Sin embargo, las personas prediabéticas y las sanas en general podrían ahorrarse todos estos riesgos. Cuando estamos sanos y escuchamos hablar sobre la diabetes siempre pensamos que eso jamás nos pasará. Pero sí pasa y uno no termina de acostumbrarse nunca. Las infecciones urinarias son parte de mi vida, los ataques de sed y hasta de hambre, la ansiedad, la falta de energía. Yo me he quedado dormida en el trabajo, frente a la computadora y no es por flojera, es porque se me dispara el azúcar o a veces se me baja. Por fortuna, no soy dependiente de la insulina. Con buena alimentación y medicinas me controlo. Pero la diabetes es una esclavitud. No dejes que la vida te ponga ese pesado grillete.
Aunque esa fue la historia de Marien Fernanda Pérez, quien hoy en día tiene 32 años, en realidad hay 382 millones de personas en el mundo que padecen esta misma enfermedad. Lo peor es que se estima que para 2035, 592 millones de seres humanos –lo que es igual a 1 de cada 10 personas- sea diagnosticada con diabetes. Incluso, las estadísticas alertan que en la actualidad 316 millones de ciudadanos y de ciudadanas corren el riesgo de ser una víctima más de esta dulce enemiga y la cifra podría ascender a 50 millones al transcurrir una generación, lo que corrobora el carácter amenazante y voraz de esta pandemia.
Este 2014, en el marco de la celebración del Día Mundial de la Diabetes, conmemorado cada 14 de noviembre, la Organización Mundial de la Salud conjuntamente con las naciones de todo el planeta, dedicarán la nueva campaña a impulsar la alimentación sana, haciendo énfasis en promover desayunos saludables.
Y es que siempre se ha dicho que el desayuno es el alimento más importante del día. “Desayuna como un rey”, reza un viejo proverbio. Sin embargo, nutrólogos y dietistas advierten que si se crea conciencia sobre la necesidad de sustituir las empanadas, arepas fritas, cereales y yogures azucarados, cachitos y jugos con azúcar refinada por pan integral, frutas, nueces y huevo –por citar algunos ejemplos-, se reduciría la carga mundial de diabetes y se ahorrarían miles de millones en pérdida de productividad y costes sanitarios.
Así pues, este año el reto es crear conciencia sobre desayunar saludablemente para reducir la carga mundial de diabetes, o lo que es igual, para proteger la vida, la salud y el futuro no solo individual sino familiar. En este sentido, la OMS impulsará 3 mensajes claves, que son los siguientes: primero, una alimentación saludable comienza con el desayuno; segundo, hagamos que comer sano sea la opción más fácil y tercero, infórmate sobre el tema y decide.
Precisamente, en lo que a información se refiere, te presentamos el ABC de la diabetes.

¿Qué significa tener Diabetes?

Tener diabetes significa que tu cuerpo no produce la insulina suficiente o no la utiliza de forma adecuada. La insulina es una hormona producida por una glándula ubicada cerca del estómago llamada páncreas. Tu cuerpo la usa para transportar la glucosa desde el torrente sanguíneo hasta las células. Cuando tienes diabetes, el azúcar no es transportado correctamente a las células, por lo tanto, una gran cantidad permanece en el torrente sanguíneo. Esto se llama hiperglucemia o nivel elevado de azúcar en sangre.
El azúcar es el combustible que todo cuerpo necesita para realizar las actividades de rutina, incluso, las más básicas como respirar, leer, caminar o correr. Y toda la comida que consumimos es convertida en un azúcar, denominado glucosa.
Visualizando un poco el complejo sistema, podríamos decir que el páncreas es como un grifo que continuamente va liberando insulina en la sangre y que cuando comes, por ejemplo, la glucosa aumenta en el torrente sanguíneo y el grifo debe liberar más insulina. Los valores normales de glucosa en sangre oscilan entre 70 y 100 mg/dl.
Todas las personas, aunque no tengan diabetes, necesitan insulina las 24 horas del día de forma continua y variable, aunque no se necesita la misma cantidad a toda hora.

La diabetes pasa factura…

La diabetes no es una enfermedad mortal si se controla y se trata adecuadamente. Pero si no, sus consecuencias pueden ser terribles. Y es que además de generar arterosclerosis, hipertensión arterial, miocardiopatía, infartos, padecimientos digestivos y sexuales, obesidad, complicaciones oculares –desde glaucomas y cataratas hasta retinopatía diabética-, problemas en los riñones, daños en los nervios, gangrena, perforaciones agudas del paladar y demás complicaciones dermatológicas, los últimos estudios epidemiológicos han demostrado que está relacionada al cáncer de forma fehaciente. Especialmente, se vincula la diabetes tipo 2 con diversos tipos de cáncer, entre ellos tumores de hígado, mama, colon, endometrio, páncreas, vejiga, y linfoma no-Hodking.

Diabetes tipo 1 vs. diabetes tipo 2

Los pacientes diabéticos suelen cargar con el estigma de si son víctimas de la Diabetes Mellitus tipo 1 o de la Diabetes Mellitus tipo 2.
La primera, se refiere a los insulinodependientes. En esta forma de diabetes, presentada entre la infancia y la adultez joven, el páncreas es incapaz de producir insulina ya sea porque las células encargadas de ello están dañadas o son incapaces de producirla. El 75% de los diabéticos tipo 1 desarrollan anticuerpos contra sus propias células del páncreas. Al no producir la insulina necesaria, esta tiene que ser inyectada, especialmente cuando el azúcar generado por los alimentos rebasa el máximo nivel tolerable. Por fortuna, poco menos del 10% de quienes padecen diabetes, son diabéticos tipo 1.

Por otro lado, la diabetes tipo 2 generalmente se presenta en la edad madura. En estas personas es muy frecuente el exceso de peso. En estos casos el páncreas sigue produciendo insulina, aunque no muy eficientemente, pero el principal problema es que las células se hacen resistentes a la acción de la insulina y por lo tanto no pueden absorber la glucosa que produce la ingesta de alimentos, ni asimilarla cuando esta se encuentra en la sangre. Afortunadamente, la mayoría de los casos de este tipo de diabetes puede controlarse con alimentación adecuada, ejercicio y control del peso. Pero cuando un diabético no tiene control sobre su dieta puede requerir incluso de la administración de insulina, ya que puede presentar serios incrementos de glucosa hasta llegar al coma diabético.
Cabe resaltar que también hay otros tipos de diabetes, como la gestacional, que se encuentra incluida normalmente dentro de la clasificación tipo 2. Suele ser diagnosticada por primera vez en torno a las 24-28 semanas de gestación, y se presenta en un 3-10% de las embarazadas.
También se ha detectado la diabetes insípida, que es una afección poco común que se presenta cuando los riñones son incapaces de conservar el agua a medida que desempeñan su función de filtrar la sangre. La cantidad de agua conservada es controlada por la hormona antidiurética (HAD), también denominada vasopresina.

¿Diabético tipo 3?

La diabetes tipo 3 es el término con el que han sido bautizadas las personas que conviven con una víctima de la Diabetes Mellitus. Esto abarca a familiares, parejas y amigos, pues si bien es cierto que padecer una enfermedad crónica como esta obliga al paciente a modificar mucho más que sus hábitos alimenticios, también obliga al entorno de ese hombre enfermo o de esa mujer enferma, a cambiar junto con él, como una forma de apoyo.

Buscando un origen…

Como es bien sabido, los malos hábitos alimentarios, el creciente sedentarismo y aumento de la inactividad física, que provocan obesidad, han originado la rápida propagación de la diabetes. Sin embargo, hay condicionantes que aumentan la probabilidad de desarrollar esta terrible enfermedad: la edad avanzada y la presencia de otras enfermedades como la hipertensión, son algunas de ellas. También tiene gran peso la historia familiar de diabéticos.
Pero esta terrible condición puede presentarse además como consecuencia secundaria de: enfermedades renales, uso frecuente de fármacos como: antinflamatorios, anticonceptivos femeninos y corticoides. También el exceso y el frecuente consumo de alcohol podrían causar diabetes, especialmente en el sexo masculino.

Póngale un STOP a la prediabetes

Se estima que en la actualidad entre un 20 y un 25% de los adultos podrían padecer prediabetes. Esta es una condición que antecede a la diabetes mellitus tipo 2 y que es extremadamente peligrosa por su condición silenciosa y asintomática.
Una persona es prediabética cuando sus niveles de glucosa en la sangre se hallan por encima de los valores normales, pero no son tan altos. El panorama se pone color de hormiga cuando esta viene acompañada por otros factores de riesgo como: exceso de grasa acumulada en la zona abdominal, sedentarismo, antecedentes familiares de la enfermedad o haber sufrido diabetes gestacional.
Para prevenir la prediabetes, las recomendaciones son las mismas: practicar ejercicio físico con regularidad, controlar el peso, y seguir la dieta mediterránea, caracterizada por el consumo de aceite de oliva y legumbres, añadiendo la ingesta de nueces y productos integrales, y reduciendo las grasas animales y los azúcares.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Un período de sesiones de ejercicios, mejora la salud metabólica en pacientes insulino-dependientes con sobrepeso.


Uno de cada tres estadounidenses es obeso y estas personas están en mayor riesgo de padecer otras enfermedades, ya que la obesidad conduce a otros problemas de salud, tales como la diabetes.


Las complicaciones asociadas a la obesidad se relacionan directamente con un metabolismo anormal de las grasas en el músculo y como resultado, la grasa acumulada por los productos en el interior del músculo afectan a la resistencia a la insulina.
Para evitar la acumulación de grasa por los productos, la grasa debe ser oxidada (quemada, como en  el ejercicio) o almacenada como grasa benigna en el músculo.
Un equipo de investigadores ha examinado el efecto del ejercicio sobre la acumulación de la grasa en un nuevo estudio en el que participaron cinco mujeres obesas.
En un período de sesiones alternando los ejercicios, los investigadores encontraron que:
  • El cuerpo redujo la quema de grasa-oxidación después de un día de exceso.
  • Por el contrario, con sólo un período de sesiones de ejercicio la tasa aumento la quema de grasa-oxidación
  • Falta de ejercicio aumento la cantidad de grasa que finalmente se almacenan en el músculo.
Los resultados indican que incluso un ejercicio de combate ayuda a reducir la grasa de los subproductos en el interior del músculo, que afecta a la sensibilidad de la insulina.
Los resultados también sugieren que una sola sesión de ejercicio lleva al músculo hacia la oxidación de grasa, evitando así la acumulación de grasa por los productos.
“Este estudio muestra que incluso un solo episodio de ejercicio, ayuda a personas obesas a aumentar en su cuerpo la quema de grasa y mejorar la tasa metabólica, traduciéndose en salud “.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Diabetes en Niños y Adolescentes

Hasta hace poco, la diabetes más común en niños y adolescentes era la tipo 1 conocida también como diabetes juvenil. En este tipo de diabetes, el páncreas no produce insulina, que es una hormona que ayuda a que la glucosa entre en las células para darles energía. Sin insulina, demasiada azúcar queda en la sangre.
Pero hoy en día, más personas jóvenes tienen diabetes tipo 2. A esta diabetes se la solía llamar diabetes del adulto pero ahora es también común en niños y adolescentes debido a que una mayor cantidad de ellos son obesos. En la diabetes tipo 2, el cuerpo no produce o no usa la insulina adecuadamente.
Los niños y adolescentes están a mayor riesgo de diabetes tipo 2 si son obesos, tienen antecedentes familiares de diabetes, no realizan ejercicio o no comen bien. Para disminuir el riesgo de diabetes 2 en niños y adolescentes:
  • Ayúdeles a mantener un peso saludable
  • Asegúrese que hagan ejercicio y se mantengan activos
  • Sírvales porciones pequeñas de alimentos saludables y nutritivos
  • Limite el tiempo que pasan frente al televisor, computadora o videos
Los niños y adolescentes con diabetes tipo 1 pueden necesitar insulina. La diabetes tipo 2 puede ser controlada con dieta y ejercicio. Si eso no es suficiente, necesitarán tomar medicinas para la diabetes orales o insulina.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Guía diabetes durante el embarazo, cuidados en la “dulce” espera


Guía diabetes durante el embarazo, cuidados en la “dulce” espera






La diabetes también puede estar presente durante el embarazo. Cuando se diagnostica durante la gestación y es secundaria a ésta, se le conoce como diabetes gestacional, condición que, de acuerdo con datos del American College of Obstetricians and Gynecologist, desarrollan de tres a siete mujeres de cada 100.
Generalmente, solo se establece durante el embarazo y desaparece después del parto, aunque en algunas mujeres que no llevan control prenatal adecuado puede dar paso al desarrollo de diabetes mellitus tipo 2 después del nacimiento del bebé.
En México 10% de las mujeres embarazadas desarrolla diabetes en el embarazo, según datos de estudio realizado por el Departamento de Endocrinología del Instituto Nacional de Perinatología (INPer).
Las mujeres con mayor riesgo de presentar diabetes en el embarazo son quienes tienen: 
  • Más de 35 años
  • Hipertensión arterial crónica
  • Obesidad
  • Antecedentes familiares de diabetes
  • Exceso de líquido amniótico
  • Hijos anteriores con gran peso y/o con algún defecto congénito
  • Antecedentes de resistencia a la insulina
Aunque en la actualidad se desconocen con precisión las causas de la diabetes gestacional, los expertos consideran que se debe a trastornos en la producción y acción de la insulina en el cuerpo de la mujer embarazada, debido a cambios hormonales que se suscitan a fin de que el feto reciba los nutrientes y agua necesarios para su crecimiento.
Este problema se presenta comúnmente durante el segundo trimestre de gestación (entre la semana 24 y 28) y alcanza sus niveles más altos al final del embarazo. Por ello, en las revisiones prenatales el médico deberá solicitar pruebas de glucosa en sangre para diagnosticar o descartar diabetes en el embarazo, ya que si se presentan niveles superiores a 140 mg/dl se está en riesgo de esta condición. Cuando esto ocurre, se hace una prueba conocida como curva de tolerancia a la glucosa para confirmar el diagnóstico.
Sin embargo, la presencia de diabetes en esta etapa tan especial de tu vida no debe impedir que lo disfrutes, para ello deberás considerar realizar cambios en tu dieta y rutina en general. De acuerdo, con los especialistas únicamente un pequeño porcentaje de mujeres necesita utilizar insulina durante su embarazo.

Tres aspectos fundamentales en el cuidado de la diabetes gestacional

1. Tu dieta
Comer adecuadamente es más efectivo que consumir medicamentos para controlar la diabetes gestacional, pues únicamente entre 10 y 20% de los casos se requiere de algún fármaco, señala Enrique Reyes Muñoz, especialista del departamento de endocrinología del Instituto Nacional de Perinatología.
  • Limita el azúcar, almidones y carbohidratos en tu dieta diaria. Esto es comer menos cantidad de pastas, pan de dulce, repostería, frituras, dulces, golosinas, refrescos, etcétera.
  • Incrementa la cantidad de proteínas, que puedes obtener de carnes, pescado, leche, queso, huevos, soya,  lentejas, tofu, entre otros. La cantidad recomendada es de 80 g de proteína al día.
  • Consume tantas raciones de vegetales como quieras, pues son  excelente fuente de fibra y nutrientes. Elige sobre todo, las que tengan bajo contenido de almidones.
  • Limita tu consumo de fruta a dos piezas al día. Una pieza o porción de fruta razonable equivale a una taza de aproximadamente 170 gramos de cerezas o una manzana verde, una naranja pequeña o media toronja.
  • Come frutos secos y semillas crudas o tostadas al gusto (con o sin sal), siempre que no estén fritos o tostados en aceite.
  • Mantente bien hidratada, bebe entre ocho y 12 vasos de agua durante el día. Evita las bebidas azucaradas y refrescos. Prefiere el agua con sabor de frutas naturales en lugar de jugos.
  • Modérate en el consumo de grasas, prefiere las de origen vegetal e insaturadas y descarta las de origen animal o saturadas, ya que es importante mantener tus niveles de colesterol y tu peso bajo control, para prevenir complicaciones de la diabetes gestacional.
  • Pregunta a tu médico sobre la conveniencia de tomar complemento vitamínico que contenga los compuestos minerales y vitaminas indispensables durante el embarazo. Los bebés de madres con diabetes gestacional son vulnerables a diversos desequilibrios químicos, como niveles bajos de suero, calcio y magnesio.
Cabe mencionar, que el especialista deberá tomar en cuenta varios factores al momento de diseñar tu plan de alimentación, incluyendo tu peso, la etapa de embarazo en que te encuentras y el ritmo de crecimiento de tu bebé.
2. Tu actividad física
El ejercicio durante el embarazo es importante para toda mujer, sobre todo en casos de diabetes gestacional. Muchos estudios sugieren que la actividad física ayuda al cuerpo a procesar el azúcar con mayor eficiencia, contribuyendo a que la mujer embazada pueda mantener normales sus niveles de glucosa en sangre. Por ello, considera lo siguiente:
  • Realizar ejercicio bajo recomendación, control y supervisión de expertos.
  • Tener programa de actividad física gradual adaptado a cada trimestre del embarazo.
  • Caminar, nadar, hacer yoga y practicar ejercicios aeróbicos de baja intensidad son actividades físicas suaves fácilmente toleradas en el embarazo.
  • Evitar excederte, ya que en los primeros meses puedes presentar amenaza de aborto, mientras que en los últimos puedes lastimarte a causa del peso y la gestación avanzada.
  • Con la ayuda del podómetro dosificar la caminata, por ejemplo, en tres periodos diarios de pequeña duración de unos 4 mil a 5 mil pasos.
  • Comenzar desde 30 a 45 minutos entre tres y cinco días a la semana hasta llegar 150 minutos a la semana, sin dejar más de dos días sin realizar actividad física.
3. Tus controles prenatales
Cada semana o quizás más frecuentemente, deberás visitar a tu médico para volver a comprobar cuáles son tus niveles de glucosa en sangre y hacer los ajustes correspondientes en el tratamiento, pues cuando el programa de ejercicios físicos y la dieta no consiguen estabilizarlos después de aproximadamente dos semanas de ponerlos en práctica, se recurre a la insulina. Las estadísticas muestran que entre el 10% y el 15% de las mujeres con diabetes gestacional requieren tratamiento de insulina hasta el término de la gestación.
Es importante que se lleve cabo un seguimiento y tratamientos médicos adecuados de la diabetes gestacional, ya que puede aumentar riesgos en el bebé como: 
  • Macrosomía, es decir, que nazca con crecimiento excesivo y con peso mayor a cuatro kilogramos
  • Problemas respiratorios a corto plazo
  • Malformaciones
  • Riesgo cardiovascular
  • Síndrome metabólico
  • Riesgo de obesidad
Así como aumenta el riesgo de la madre de sufrir:
  • Diabetes mellitus tipo 2
  • Trastornos hipertensivos (preeclamsia)
  • Parto pretérmino
  • Lesiones en el tracto genital inferior (episiotomía) debido al tamaño del bebé con macrosomía.
  • Infecciones de herida quirúrgica.
  • Dislipemia
  • Enfermedad cardiovascular

Después del parto, ¿adiós a la diabetes?

Cabe mencionar que las anormalidades en los niveles de glucosa en sangre desaparecen después del parto en la mayoría de los casos de las mujeres que desarrollan diabetes gestacional, sin embargo, existe 50% de probabilidades, particularmente, si presentan obesidad, de que desarrollen una forma de diabetes no relacionada con el embarazo dentro de los siguientes 15 años.
Asimismo, debes tomar en cuenta que si deseas tener más hijos tienes mayor riesgo de volver a desarrollar diabetes gestacional en embarazos subsiguientes. Para reducir estos riesgos, puedes considerar las siguientes medidas de prevención: 
  • Consulta a tu médico y realiza check up médico regularmente.
  • Mantén tu peso bajo dentro de límites normales.
  • Cuida tu alimentación.
  • Haz ejercicio físico.
  • Aprende a reconocer los síntomas de la diabetes en general.
Por otra parte, si ya tienes diabetes ya sea tipo 2 ó 1 y deseas concebir deberás planearlo junto con tu médico, y prepararte con antelación, pues de no hacerlo puedes estar en riesgo de cetoacidosis al no ajustarse adecuadamente las dosis de insulina conforme suben los requerimientos en el embarazo (particularmente en la diabetes mellitus tipo 1), entre otras complicaciones.
Consulta a tu médico.
 

viernes, 7 de noviembre de 2014

El estilo de vida previo al embarazo determina el riesgo de diabetes gestacional

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hábitos saludables de estilo de vida podrían prevenir alrededor de la mitad de todos los casos de diabetes que se contraen durante el embarazo, halla un estudio reciente.
 
Los investigadores observaron datos de más de 14,000 mujeres estadounidenses. Hallaron que el factor de riesgo más potente de diabetes durante el embarazo o “diabetes gestacional” era tener sobrepeso o ser obesa durante el embarazo. Las mujeres que eran obesas antes del embarazo experimentaban un aumento de más de cuatro veces en el riesgo de diabetes gestacional, frente a las que tenían un peso normal antes del embarazo.
 
Las mujeres que tenían un peso normal al inicio del embarazo, que no fumaban y que eran físicamente activas tenían un riesgo un 52 por ciento más bajo de contraer diabetes gestacional que las demás mujeres, según los investigadores.
 
Aunque este estudio reporta asociaciones entre el hecho de contraer diabetes en el embarazo y ciertos factores del estilo de vida, no se diseñó para probar si causaban directamente o no la diabetes.
 
La asociación más firme se halló en las mujeres con todas las conductas saludables de estilo de vida: un peso normal, comer de forma saludable, hacer ejercicio y no fumar. Esas mujeres tenían un 83 por ciento menos de probabilidades de contraer diabetes gestacional que las que no tenían ninguno de esos hábitos, informaron los investigadores.
 
Los investigadores creen que casi la mitad de todos los casos de diabetes gestacional se podrían prevenir si las mujeres tuvieran un peso normal y saludable antes del embarazo, no fumaran y realizaran actividad física de forma regular.
 
Pero incluso las mujeres con sobrepeso u obesidad antes del embarazo reducían su riesgo de diabetes gestacional si hacían ejercicio, no fumaban y consumían una dieta saludable, según el estudio, que aparece en la edición del 30 de septiembre de la revista BMJ.
 
Los resultados sugieren que la época anterior y durante el embarazo “podría representar una oportunidad de cambiar la dieta y el estilo de vida, dado que estas mujeres podrían estar particularmente motivadas para cumplir con los consejos para mejorar los resultados del embarazo y/o el nacimiento”, concluyeron los investigadores.
 
Aunque estos tipos de cambios en el estilo de vida no son fáciles, los hallazgos del estudio “podrían dar a los profesionales de la salud y a las mujeres que planifican un embarazo el ánimo que necesitan para intentarlo con mayor ahínco”, aseguró según un comunicado de prensa de la revista Sara Meltzer, profesora asociada de la Universidad de McGill, en Montreal, que escribió un editorial que acompañó al estudio.
 
La diabetes gestacional es una complicación común del embarazo que puede potencialmente tener efectos nocivos para la madre y el bebé.